lunes, 4 de julio de 2016

Un domingo de encubrimientos



Seguramente no faltará quien se apresure afirmando que los programas del domingo a la noche reprodujeron y hasta ampliaron la ´grieta´. Las denuncias de corrupción con que se tiraron por la cabeza de un lado la ´corpo´con Lanata, y del otro C5N con Cristina Kirchner, podría abonar esta posición. Sin embargo, una vez que se quita la hojarasca del medio queda en evidencia los intentos de buscar un compromiso que evite una profundización de la crisis política.
En esa clave debe leerse la propuesta formulada por Cristina Kirchner en el programa de Navarro, de hacer una auditoría de la obra pública. Luego de las confesiones realizadas por varios empresarios, que admitieron haber pagado coimas para acceder a la obra pública, la realización de una auditoría colocaría en el banquillo de los acusados no sólo a los López o Lázaro Báez, sino a toda la patria contratista del país. Para que quede claro que se trata de un chantaje, Cristina Kirchner dijo también que uno de los empresarios que más licitaciones ganó bajo su gobierno fue Calcaterra, primo hermano de Mauricio Macri. Así dejó en claro que la auditoría llevaría tras les rejas a los funcionarios del gobierno anterior, pero también a los de la actual administración.
Existe una conciencia acabada del carácter explosivo que tendría una investigación a fondo de la patria contratista. No por nada Pinedo, presidente previsional del Senado por el PRO, se anticipó al señalar que “Cristina Kirchner no tiene nada que ver”. A Pinedo no lo mueve tanto la protección del personal político del gobierno anterior, sino la conciencia clara de que la ´grieta´ fue cerrada por los contratistas de la obra pública, que ahora son parte de la base social de la administración macrista. El blanqueo de capitales, votado en masa por todos los bloques en el Senado, muestra que la línea dominante sigue siendo el encubrimiento.
El programa de Lanata, dedicado a la corruptela que rodea a la ONG ligada al Papa Scholas Ocurrentes, sumó al encubrimiento general. Con una manipulación evidente, limitó las denuncias a De Vido y cia., omitiendo los vínculos con el actual gobierno que quiso pagar 15 millones de pesos para un partido a realizarse en La Plata. Para Lanata, que en esto sigue a Carrió y a un sector del imperialismo norteamericano, las denuncias de corrupción tienen por propósito diseñar un nuevo régimen político, prescindiendo de los acuerdos con el PJ. Para ello, elimina las denuncias que alcanzan a la actual administración.
Todos trabajan sobre la hipótesis que si tiran del piolín hasta el final no queda títere con cabeza. Por eso, son incapaces de llevar sus denuncias hasta el final. La corruptela forma parte constitutiva del régimen político, pues les sirve a los capitalistas para elevar su tasa de beneficio. Sólo la izquierda puede denunciar sin compromisos los negociados, como un elemento que sirva para mostrarle a los trabajadores hasta qué punto alcanza la descomposición del régimen político.

Gabriel Solano

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