El Frente de Izquierda presentó dictamen propio
La Cámara de Diputados aprobó por 197 votos la llamada “ley de autopartes”, que otorga beneficios fiscales a las terminales automotrices y de maquinarias agrícolas que compren autopartes nacionales. Los únicos votos en contra fueron los de los diputados electos por el Frente de Izquierda. Nuestro bloque presentó su propio dictamen, que establece todo un programa en defensa de los puestos de trabajo y la producción. El proyecto impulsado por el
Smata, en cambio, reunió el apoyo de todos los bloques patronales.
En concreto, la ley aprobada por Diputados prevé un régimen de incentivos y premios a los empresarios de las terminales automotrices. Los gerentes de VW de Córdoba lo consideraron “conveniente porque nos da más competitividad”. En criollo, aumenta las ganancias de la empresa, sin agregar ningún empleo ni proteger los puestos actuales. La estabilidad de los trabajadores queda relegada a un “compromiso” de las patronales que adhieran voluntariamente, en la línea del acta que Macri firmó con las grandes patronales antes del veto de la ley antidespidos.
Las empresas apuntan a bajar los costos laborales mediante ritmos de producción más intensos y reducción de salarios. Existe una tendencia generalizada a reemplazar a los compañeros con mayor antigüedad y calificación por otros más jóvenes, en condiciones precarias y salarios menores. El proyecto premia a las patronales que incorporen nueva tecnología, pero las innovaciones tecnológicas, si no son compensadas con un aumento de los volúmenes de producción, se traducen en nuevos despidos.
Industria concentrada
El proyecto del Smata está revestido con el argumento de proteger la producción nacional. Sin embargo, en la industria autopartista, la producción mundial se concentra cada vez más en manos de diez grandes empresas (entre las que se encuentran Pilkington y Lear, por ejemplo), que dominan el mercado y fijan los precios de comercialización. La producción automotriz, por lo tanto, es una plataforma integrada: las multinacionales deciden dónde y cómo producir en función de las ventajas arancelarias, cambiarias, impositivas, laborales y logísticas que obtienen en cada país del Mercosur.
Durante el debate parlamentario, Néstor Pitrola defendió un dictamen propio, que plantea la prohibición de los despidos hasta 2017 con garantía sumarísima de reinstalación; la reducción horaria sin afectar el salario. La apertura de los libros de las empresas bajo control de una comisión obrera electa, que puede coincidir o no con su representación sindical, y de las cuentas de las financieras dependientes de las automotrices, que muchas veces son el vehículo para el lavado de ganancias.
Ante el estado crítico de la industria automotriz: garantizar la continuidad bajo gestión obrera y que las patronales respondan con su patrimonio personal, el reparto de las horas de trabajo sin tocar el salario y la reconversión de la fabricación de vehículos de transporte público y vagones ante la caída de la venta de autos.
Jacyn
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