Nazis en la Casa Rosada

El jueves 14 se realizó una reunión de la "Mesa de Juventudes Políticas Partidarias" en la Casa Rosada, por iniciativa de Pedro "Piter" Robledo, subsecretario de Juventud de la Nación y presidente de la Juventud del PRO. Robledo recibió a las delegaciones acompañado por Marcos Peña, jefe de gabinete del presidente Macri, y Carolina Stanley, ministra de Desarrollo Social.
La información oficial indica que se encontraban presentes miembros de Libres del Sur, Coalición Cívica-ARI, Proyecto Sur, UCR, Partido Socialista, Frente Renovador, Movimiento Popular Neuquino, PJ, GEN, Unión por Córdoba y el PRO, entre otros (ninguno del Frente de Izquierda).
Pero el dato destacado de la noche fue la presencia de dos representantes de La Passaponti, la juventud de Bandera Vecinal, el partido nazi de Alejandro Biondini.
La identificación de este grupo con el nazismo es explícita. Sus miembros saludan con el brazo derecho extendido a la manera nazi y reivindican las figuras de René Tulián, fundador del Partido Nacional Socialista argentino, y de Walther Darré, un argentino que ocupó el cargo de ministro de Agricultura en la Alemania nazi y es autor de la teoría de “Sangre y suelo”, punto basal de la ideología nazi. Biondini –que se hace llamar “Kalki” por sus seguidores– usa un bigote que remeda el de Hitler. Y podríamos seguir...
A la hora de responder las críticas, Robledo alegó ignorancia y refugió en la mentira. "Nadie invito un partido nazi. Se identificaron como un partido vecinal. Repito: desmiento que los hayamos convocado". tuiteó. El grupo de Biondini, en cambio, celebró haber sido invitado –así lo explicitan en un comunicado– como un triunfo político y se congratuló en su cuenta de Twitter por el hecho de que sus militantes estuvieran bien visibles en la foto oficial del encuentro, ya que ocupaban la cabecera de la mesa de la reunión. Vale aclarar que tampoco ningún miembro de las juventudes políticas presentes objetó la presencia de los nazis en el encuentro.
En 2009, el Partido Nuevo Triunfo –nombre anterior de la agrupación– fue prohibido por la justicia, precisamente, por su reivindicación del nazismo. Hasta su logo era una variación de la svástica hitleriana. Sin embargo, en 2011, la justicia porteño habilitó a Biondini a postularse para Jefe de Gobierno. En 2014, sus huestes recuperaron la personería electoral de la mano del juez Lijo, decisión luego ratificada por la jueza Servini de Cubría. Pero en ningún momento la agrupación perdió la legalidad en tanto asociación jurídica. La IGJ de los gobiernos de la "década ganada" toleró la existencia de los nazis criollos como si se tratara de un club de barrio.
Los vínculos estatales con sectores reaccionarios son moneda corriente, en particular en ciertos estamentos de las fuerzas represivas y de seguridad. Pero la legitimación de una organización fascista por miembros del poder ejecutivo nacional –invitándola a una reunión “democrática”– no debe ser pasada por alto.
Es un acto de encubrimiento y, por ese motivo, Robledo debe renunciar.

Antonia Torrebruna