jueves, 14 de julio de 2016

El ocaso de la AFA

El sainete de la AFA está llegando a su fin, la resolución del mismo es nada más ni nada menos que un nuevo tarifazo a los bolsillos de los trabajadores. El Estado argentino pondrá, para que los muchachos “se pongan de acuerdo”, 2500 millones de pesos anuales hasta el 2019 para subsidiar el fútbol federado. La cifra es exactamente el doble de la que puso el kirchnnerismo al iniciar el llamado “Fútbol para todos”. Si se habla de despilfarro en el Estado, esta resolución del macrismo lo ha duplicado.
El acuerdo sellado entre los clubes de primera A y los del Nacional B implica (después de una feroz pelea de meses) un reparto leonino de ese dinero entre ambos en desmedro de todos los demás clubes y del fútbol mismo. De los 2500 millones que dará el Estado, 1813,5 los tendrá la primera A, pero los clubes del Nacional B -para firmar lo de la Superliga- lograron 279 millones de pesos por un lado y por otro un subsidio de un “fondo solidario” que eleva la cifra a 483 millones de pesos. Es decir, ambos se llevan en este jugoso reparto 2396 millones de pesos anuales.
Todo el resto del futbol deberá repartirse 186 millones de pesos entre los clubes federados de la B, C, D y ligas del interior. Son 2936 las instituciones futbolísticas del país que se encuentran nucleadas en la AFA a través de sus respectivas ligas regionales. Estas deberían recibirán en promedio 77,000 pesos anuales, pero en verdad los que solo verán (con suerte) esa plata serán las divisiones B, C y D en orden de importancia.
Como se aprecia claramente, la resolución votada es liquidar las divisionales inferiores, todo el fútbol del interior, es liquidar los clubes del barrio, el futsal, y el fútbol femenino. Asistimos a la liquidación de la esencia del fútbol en la Argentina.

Fin de fiesta

Así las cosas, se terminó el debate sobre quién dirige la AFA, hasta se podría decir que ya es irrelevante quién puede serlo. La mal llamada Superliga, no es otra cosa que el acta de defunción del inmenso poder que mantenía la AFA bajo Grondona. La AFA ha cedido a la Superliga, a través de este acuerdo, los derechos de la televisión, no reparte más la plata de los clubes y de acá en más vivirá de un fondo que dudosamente le darán los clubes para subsidiar el armado de los torneos, el mantenimiento de sus predios, la organización de los árbitros y por otro lado de todos los demás clubes federados, más el futsal y el fútbol femenino.
En este derrumbe de la AFA, los árbitros amagan con la huelga. Además, la Asociación en el rubro Futsal ya tiene su propio Uber, pues se ha creado la liga BAFI que nuclea más de 70 clubes y el fútbol femenino solo sobrevive por el esfuerzo de las propias jugadoras.
Se han roto todos los códigos de contrato y ya no existen garantías de la validez de los cheques que la AFA otorga. Los clubes le deben 985 millones que serán un “paga-dios”, tiene embargos de 200 millones de pesos de Telecom, y denuncias de estafas por mil millones de pesos en el último periodo con cheques de financieras amigas de la AFA.
Después de este acuerdo, la AFA es historia. Desde ahora, figurará en la FIFA sólo a los efectos de que no se quiebre su poder sobre la organización mundial del fútbol, la Superliga es una de las etapas finales de su descomposición, pero el proceso de descomposición es tan profundo que vamos a la devaluación de las asociaciones de Uruguay y Paraguay, que han seguido el mismo camino que la AFA.
Asistiremos en el próximo período a una rebelión de los clubes del interior, la inmensa mayoría de ellos en quiebra. Ya hay procesos de resistencia y organización de agrupaciones en los clubes de todas las divisiones, hasta en el Futsal, y en el fútbol femenino.
Entre esas agrupaciones y los miles de chicos y chicas amantes del fútbol que están federados se puede crear un proceso de organización en esta inmensa lucha planteada. Apoyamos todas las iniciativas de organización que apunten a ese objetivo.

Juan Ferro

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