Un informe encargado por el empresario mediático demostró que sólo el 2 % de los usuarios que lo atacaban en Twitter eran reales. La pelea se calentó con un nuevo hashtag: #HoyApagonATinelli
Una nueva campaña por Twitter llamaba a “no ver” el programa de Tinelli anoche, buscando boicotearlo para que tenga poco rating.
¿Era una crítica al machismo y a la reproducción de todos los sentidos comunes habidos y por haber en torno al rol de las mujeres en “Bailando por un sueño”? ¿Era un posicionamiento masivo contra la banalización de la cultura de la televisión que lleva adelante hace décadas “el cabezón”? ¿Una movida para deschavar su rol empresarial y la relación estrecha que tuvo siempre con los políticos de los partidos gobernantes? No. Era una campaña armada porque un imitador satiriza en su programa a Mauricio Macri.
Durante el domingo se hizo público un informe de una consultora pedido por el propio conductor de Showmatch, sobre los usuarios de la red social que habían generado una tendencia en su contra, tildándolo de mercenario. En el informe se daba cuenta de que solamente el 2% de los tweets eran provenientes de cuentas reales, mientras que la gran mayoría eran cuentas falsas, “trolls”, que mecánicamente reproducían el mismo contenido una y otra vez.
Al respecto, el presidente se excusó, en una entrevista realizada por Joaquín Morales Solá para La Nación, diciendo: “Tinelli me satiriza de mala manera ante tres millones de personas en televisión y se ofende porque lo critican 30.000 tuiteros". Un comentario que deja entrever que esos “30.000 tuiteros” fueron su respuesta a la sátira de Showmatch.
La pelea de fondo tiene que ver con el negocio de la AFA, institución que Tinelli aspira a presidir hace años. Macri se encargó de bajar de la pelea por la presidencia tanto a Tinelli como al sector “moyanista”. Por otro lado, el conductor del programa más visto del país, en el horario central de Canal Trece (de Clarín), prefiere correrse a un costado y mostrar diferencias con el oficialismo, para no quedar “pegado”.
En el medio del escándalo por las cuentas de Twitter, salió a hablar Fernando De La Rúa, que lejos de cualquier tipo de seriedad política defendió al gobierno del PRO, aprovechando el momento para asegurar que Tinelli fue el gran culpable de su renuncia abrupta en el 2001.
Nada tendrá que ver la profundización de las políticas económicas menemistas, la confianza depositada en el neoliberal Cavallo, el alzamiento popular de diciembre, las movilizaciones multitudinarias en la Plaza de Mayo y en todo el país, la crisis económica y el ajuste brutal que se vivió bajo su gobierno o la represión policial que asesinó a decenas de manifestantes.
No, probablemente el problema de todos los problemas del gobierno de la alianza fue la ridiculización de su persona en un programa televisivo.
Pero De la Rúa fue más lejos, y sostuvo: “Cuando se da plena libertad de prensa, el peligro es el abuso". Repudiable. Una postura abiertamente en contra de la libertad de expresión.
Tinelli no dejó pasar la oportunidad y se burló en Twitter, ironizando con que el corralito había sido una idea que el ex presidente y Domingo Cavallo habían tomado por consejo del propio conductor.
Nacho Julián
Consejero estudiantil Junta de Carrera | Comunicación UBA
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