martes, 1 de septiembre de 2015

Muere Pepa Noia, la gallega fundadora de Madres de Plaza de Mayo



Los nervios la llevaron a ser la primera en llegar a Plaza de Mayo el día en el que iba a nacer el movimiento de madres que reclamaba verdad y justicia por la desaparición de l@s hij@s a manos de la dictadura argentina. Para Pepa Noia, de origen gallego, comenzaban entonces casi cuarenta años de búsqueda y lucha que solo terminan ahora, con su muerte en Buenos Aires.
Nació en 1921 y su verdadero nombre era Josefina García, pero siempre fue conocida como Pepa Noia. Su otro nacimiento acontecería en octubre de 1976, cuando desaparece su hija María Lourdes junto a su compañero. A partir de ese momento, empezaría la segunda vida de Pepa Noia, con la búsqueda incesante de su hija, y de la verdad y la justicia, a través de las Madres de Plaza de Mayo. La primera en llegar a la ronda que pondría en marcha aquel movimiento de mujeres en Argentina, Pepa Noia, era hija de la inmigración, y tanto su madre como su padre eran originarios de Orense.
Noia era el apellido de su marido, Juan Carlos Noia, con el que tuvo cuatro hijos. La tercera era María Lourdes, psicóloga y profesora que en 1976 tenía un hijo de año y medio al que Pepa ayudaba a criar. Desde el primer día de su ausencia, Pepa Noia comenzó una búsqueda que no acabaría nunca, primero en solitario, luego sumando fuerzas y emociones con otras madres, saliendo a la calle y reclamando justicia para todos aquellos jóvenes que la dictadura hizo desaparecer.
El 30 de abril de 1977 Pepa Noia fue la primera en llegar a la Plaza de Mayo para iniciar las rondas que se prolongarían durante tanto tiempo. "Yo llegué muy tempranito, dos horas antes de la hora que acordamos. No había podido dormir en toda la noche. Fui a la plaza, no había un alma. Eran las palomas y yo. Al ratito llegaron las otras mamás. Había una chica que no quiso dar el nombre. [...] Empezamos a dar las vueltas porque no podíamos quedarnos quietas, los policías nos hacían caminar", explicó en una de las múltiples entrevistas en las que contó el origen de un movimiento que sacó a las mujeres a la calle, del ámbito familiar al político.
Miembro del movimiento, después de la escisión en la Línea Fundadora, hasta el fin de sus días, infelizmente Pepa Noia poco pudo averiguar del destino final de María Lourdes. Confesaba que, por momentos, soñaba con ser la "hechicera" del conocido programa de televisión que movía la nariz y los deseos se cumplían. En su caso, había uno que se imponía sobre todos los demás, recuperar a su hija, pero, a pesar de la lucha, nunca se cumpliría.
En los últimos años Pepa Noia recibió muchos reconocimientos; entre ellos, fue nombrada Ciudadana Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires y, sobre ella, el investigador Enrique Arrosagaray escribió el libro "Josefina Pepa de Noia. Una Madre de la primera hora", publicado en 2011.
"Ese sábado 30 de abril de 1977 llegó a la plaza dos horas antes, de ansiosa. Dio vueltas, esperó, miró, dio más vueltas. Cuando eran las cuatro y media se encontró con otras trece a un costado de la Pirámide, cerca de la calle Rivadavia. No supo ese día que en torno de Azucena Villaflor hacían nacer a una de las organizaciones humanitarias más valiosas en la historia mundial", escribió Arrosagaray de aquella madre de primera hora, la primera en llegar y la última en retirarse de una lucha en la que se implicó durante casi cuarenta años.

C.V.
Sermos Galiza
Traducido del gallego para Rebelión por Sara Plaza

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