La disputa dentro del Gobierno
El Gobierno volvió a dejar en claro que su doctrina es in dubio pro rati: en caso de dudas, hay que creerle a la policía. Luego de una discusión interna en el gabinete, donde los pedidos de prudencia ante el caso de Luis Chocobar fueron descartados, ganó nuevamente la posición de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, como había ocurrido con los casos de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel. En un momento donde la imagen presidencial cae en las encuestas, los argumentos del ala dura son alimentados con sondeos que sostienen que la población está apoyando el discurso de mano dura. El consultor político Jaime Durán Barba sostuvo que “la inmensa mayoría de la gente quiere la pena de muerte”. Si bien aclaró que él no coincide, también dijo que “la gente no puede estar contenta con que los delincuentes tengan más derechos que los policías”.
El ministro de Justicia, Germán Garavano, se diferenció: “Personalmente, soy contrario moral y filosóficamente a la pena de muerte. Los estudios del análisis económico del crimen demuestran que, aparte de todo, es ineficaz”.
Desde hace tiempo fuera del país, Durán Barba reapareció ayer en un reportaje en plena escalada del discurso del Gobierno en favor del policía Luis Chocobar, quien disparó por la espalda a un asaltante que huía. Al principio, cuando le preguntaron del tema, claramente intentó evitarlo: “No he visto el video, no tengo mucha idea. Ningún país del mundo se ha derrumbado porque un policía corre a un delincuente. La policía está para detener a los delincuentes y no para abrazarlos”.
No obstante, en otro tramo del reportaje, cuando le preguntaron por encuestas sobre la seguridad, dijo: “Hemos medido la angustia de la gente frente al delito. Hay mucha gente que siente que no puede salir de su casa, que le matan en cuanto sale a la esquina. Es poco probable que sea popular la idea de desarmar a la policía”. “La gente lo que quiere es que se reprima brutalmente a los delincuentes. Yo no estoy de acuerdo con eso”, aclaró. “Hemos hecho encuestas en la Argentina, en Brasil, en Ecuador y en México y la inmensa mayoría de la gente quiere la pena de muerte. Yo me opongo a eso totalmente. Pero la gente no puede estar contenta con que los delincuentes tengan más derechos que los policías”, remarcó.
Las declaraciones del consultor político del presidente Mauricio Macri llegaron en el momento en el que el Gobierno busca revertir una caída de la imagen y salir del ciclo de noticias negativas que provocó el escándalo de la ex casera de Jorge Triaca. Pasar a discutir sobre seguridad es más que deseable para el oficialismo.
Dentro del Gobierno, no obstante, no hubo una única postura sobre el tema. Según señalaron fuentes gubernamentales, Bullrich fue la principal impulsora de la reunión de Macri con Chocobar, que implicó cruzar una línea de la que no pueden volver con facilidad. Otros ministros, sobre todo los del ala política, aconsejaron prudencia sobre el caso, pero fueron desoídos.
La decisión de Bullrich de intentar reformar el Código Penal la volverá a enfrentar con Garavano, quien tiene un grupo de juristas trabajando hace un año en una reforma integral. En el Ministerio de Justicia se mostraron a favor de “generar soluciones integrales y no espasmódicas ante un determinado hecho”. También señalaron que no está claro el parche que impulsa Bullrich: “Ella no es abogada y el Código Penal no lo tiene muy claro”, señaló un funcionario. Del lado de Bullrich llaman a subir la escalada, al tiempo que enarbolan encuestas que mostrarían que el 80 por ciento de la población apoya al policía.
Werner Pertot
Página/12
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