Entrevista a Clara Marticorena, investigadora del Conicet en relaciones laborales y condiciones de trabajo en la industria manufacturera
M.H.: Me gustaría empezar por una reflexión sobre el escrito de Marta Dillon en Página 12 vinculado con lo que luego el Ministro de Trabajo Jorge Triaca calificara como exabrupto. ¿Qué reflexión te merece una situación como la que vivió la empleada de Jorge Triaca?
C.M.: Por un lado expresa cuál es la mirada de las clases dominantes respecto de los y las trabajadoras domésticas. Proviniendo del Ministro de Trabajo, que ahora aparentemente está en la cuerda floja pero que en principio el gobierno salió a respaldar. Entra en esta incompatibilidad en los cargos que también muestran otros funcionarios del Estado.
Es insólito que el propio Ministro de Trabajo tenga en negro a una persona que trabaja en su casa, pero además aparece este lugar destinado en particular a las mujeres en tanto trabajadoras domésticas que tiene que ver con este texto de Marta Dillon que expresa a la perfección esta casi esclavitud, sobre todo en las mujeres que trabajan con cama adentro y de lunes a lunes, es la completa disposición del conjunto del tiempo de vida de esa persona al servicio de la familia para la que trabaja, es una relación de explotación muy fuerte y además con esta característica de “hace de todo”.
Ahí hay una cuestión importante también porque durante los años anteriores al gobierno de Cambiemos hubo un avance en términos de incorporación del trabajo domestico a las condiciones estipuladas por la Ley de Contrato de Trabajo. Si bien es un sector donde aunque se haya hecho esa incorporación y se haya sancionado el régimen para personal de casas particulares, la mayoría de las y los trabajadores se encuentran en negro, esto implica también un desconocimiento de ese pequeño avance que logró este colectivo en su gran mayoría trabajadoras y por parte del Ministro de Trabajo es algo inaceptable.
Además, la mujer le reclama un aumento de sueldo y la solución que encuentra Triacca es nombrarla en el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) que está intervenido, una situación toda irregular.
M.H.: Y encima la nombra como delegada, interventora en la filial de San Fernando.
C.M.: Claro. Insólito.
M.H.: Además de eso cuando ella hace dos años atrás le reclama que la ponga en blanco, él le blanquea parte del salario, 5.000 pesos, y el resto lo sigue cobrando en negro.
El gobierno salió a defenderlo pero ahora han aparecido algunos analistas políticos en algunos diarios oficialistas como el caso de Clarín planteando que Triacca no puede seguir siendo Ministro de Trabajo. Es más, uno de los analistas más afines al gobierno que es Enrique Zuleta Puceiro plantea que los dos ministros en los que Macri reconoce más su formación, uno Jorge Triacca y el otro Sturzenegger, están cuestionados.
Otro tema, sos investigadora del Conicet así que quiero preguntarte en qué estado se encuentra el conflicto de los investigadores que hace pocos días atrás se manifestaron nuevamente frente al Congreso por un conflicto que empezó hace más de un año.
C.M.: El conflicto viene por un recorte en los ingresos a la carrera pero también en el otorgamiento de becas post doctorales y doctorales. El año pasado ese conflicto estalló porque se hizo público que de 800 recomendados para ingresar a la carrera solamente Conicet iba a financiar alrededor de 300. Eso obviamente motivó una fuerte reacción del conjunto de los trabajadores del sector, se mantuvo una toma por 5 días en reclamo de la situación de los 500 que habían sido recomendados para ingresar y que por razones de financiamiento en respuesta a una política de ajustar el Conicet, no iban a entrar a carrera.
Ese conflicto siguió, si bien el año pasado se levantó la toma fue con un compromiso según el cual supuestamente se iba a lograr ubicar a estos trabajadores, pero las negociaciones para la reubicación duraron todo el año. Llegaron a una solución que fue que lograron cargos de dedicación exclusiva a través de las Universidades nacionales.
A fin de año se conocieron los nuevos resultados de ingreso a carreras y becas, lo que pasó fue que si bien en relación al año anterior hubo más ingresos, varios de los que estaban en esta situación, que habían quedado pendientes del año pasado, todavía están en una situación inestable porque no ingresaron tampoco, entonces es difícil saber hasta cuándo se va a extender la beca y a esto se suma que hay un grupo de 400 aproximadamente que quedaron pendientes de evaluación porque se sancionó en los últimos meses una ley que eliminaba el criterio de edad para ingresar a la carrera de Conicet. Entonces, varios postulantes que excedían los criterios que anteriormente regían en Conicet para el ingreso quedaron pendientes de evaluación porque esa ley eliminó esos requisitos de edad. Con lo cual hay 400 pendientes que también es una situación de bastante incertidumbre porque no se sabe de dónde van a salir los fondos para incorporar a los investigadores que se seleccionen de ese conjunto.
Hay investigadores doblemente recomendados que tampoco ingresaron en esta última tanda, la diferencia con el año pasado es que hay menos información, porque el año pasado sabíamos cuántos habían sido recomendados y de esos sabíamos que habían entrado 300, este año lo que los mismos afectados están intentando reconstruir es cuántos son los que quedaron doblemente recomendados para tener una idea de la magnitud del ajuste. El conflicto sigue, lo que pasa es que hay una mayor fragmentación.
M.H.: Y hay un trasfondo en cuanto al presupuesto que se le ha asignado al Conicet que lejos de haberlo aumentado como se había prometido en campaña electoral, se redujo.
En su momento abordamos Vaca Muerta, las modificaciones que después se extendieron a varios sectores de petroleros, ya no como un caso excepcional, pero a la vez a lo largo de este año se han dado modificaciones de las condiciones de trabajo en varios gremios. ¿Qué nos podés comentar al respecto?
La movilización popular que enfrentó la reforma previsional, marcó un punto de inflexión en el paquete de leyes que el gobierno envió al Congreso y tenía planeado sacar con mucha rapidez
C.M.: Recuerdo que fue en enero pasado que hablamos sobre la adenda de Vaca Muerta. Efectivamente después hubo una serie de sectores, el automotriz, el textil, el lácteo, donde se fueron introduciendo a través de acuerdos específicos, en algunos casos fundados en situaciones de crisis, argumentados desde esa perspectiva, distintas condiciones para promover la competitividad del sector.
Estas condiciones implicaban una mayor flexibilización laboral, en general en estos acuerdos se apuntó a lograr formas de contratación por tiempo determinado o temporal, eliminar ciertos beneficios o condiciones particulares del sector, en el caso de los petroleros tenía que ver con las horas taxi o las condiciones de traslado que tenían pagas por las empresas, se incorporó el presentismo, distintas formas de medición de productividad.
Como charlamos en aquel momento, en muchos de estos sectores no es que estas condiciones no existían previamente sino que quizás tenían otra forma. En el caso de los petroleros el convenio que modificó la adenda, que era un convenio de 2012 incluía formas de flexibilización y lo mismo se puede decir en otros sectores también, el sector automotriz es un caso paradigmático desde la década del ´90. Entró la flexibilización no solo en cuanto a la cotidianeidad fabril sino también a nivel de los acuerdos y eso durante la postconvertibilidad y el kirchnerismo se mantuvo.
Y en algunos sectores se avanzó, por ejemplo, desde el punto de vista de las patronales, en el sector estatal donde incorporaron una cláusula de presentismo que no existía. Es una cláusula que además desconoce el régimen de licencia de los trabajadores estatales, con lo cual viola el Convenio Colectivo de los Trabajadores estatales y también se incorporó como parte de los artículos la posibilidad de establecer premios por productividad.
Ahora bien, me parece que acá la cuestión es que el gobierno buscó profundizar esta ofensiva a través de la reforma laboral, que entró en crisis por distintos motivos, el escándalo de Triacca fue uno de ellos. Creo que también fue bastante determinante en esta etapa más reciente donde la reforma se venía posponiendo, primero se divulgó un borrador del proyecto que incluía una serie de medidas que avanzaban mucho más profundamente sobre las condiciones de trabajo, después se envió al Congreso un proyecto donde se eliminaban algunas de estas condiciones pero permanecían cambios bastante significativos, en artículos vinculados a las condiciones de trabajo y al blanqueo de trabajadores.
Pero sin dudas me parece que ahora este proyecto entra en crisis, más allá de cómo el gobierno va a intentar introducir ese contenido, ya sea a nivel sectorial o con leyes distintas, creo que la apuesta es a generalizar esos cambios que estuvimos viendo durante 2017 en acuerdos de sectores supuestamente en crisis; la apuesta sería a profundizar esas condiciones.
Hay que decir también que la movilización popular y la oposición que se logró dar, la forma en que se enfrentó la reforma previsional también, marcó un punto de inflexión en el paquete de leyes que el gobierno envió al Congreso y tenía planeado sacar con mucha rapidez. Logró sacar la reforma previsional a un costo político muy alto, y eso sin dudas cambió el tablero e incluso acuerdos políticos para la reforma laboral con el triunvirato de la CGT empezaron a tambalear.
M.H.: Ahora no se hace cargo nadie de esos acuerdos.
C.M.: Claro.
M.H.: ¿Cómo vienen las paritarias? Hay una firme decisión del gobierno de que los acuerdos no sobrepasen el 15% sin cláusula gatillo, invento del gobierno el año pasado para poder firmar los acuerdos salariales. Se habla del modelo implementado para los trabajadores municipales de Neuquén, pero ya ha habido pronunciamientos de diferentes dirigentes sindicales en contrario de esta decisión, inclusive hay algunas dificultades con la implementación de la cláusula gatillo del año pasado, el gremio de Comercio tiene un conflicto por este tema porque los empresarios le plantean a Cavalieri que implementarían la cláusula gatillo pero bajo el compromiso de un acuerdo del 15% sin cláusula gatillo para este año.
C.M.: Efectivamente, el gobierno ahora planteó esto de un techo del 15% sin cláusula gatillo en un contexto donde ellos ya reconocieron que la inflación que tenían prevista iba a ser superior, donde el tipo de cambio sigue subiendo, con lo cual me parece que ahora tenemos un escenario donde los distintos sectores de trabajadores van a dar batalla, difícilmente van a aceptar este 15%.
Ahora bien, acá también hay un arrastre de caída del salario real de los últimos años, en el 2016 la inflación rondó el 40% y más o menos en promedio los aumentos salariales bajo convenio, estamos hablando solamente de los trabajadores en blanco, rondaron el 30%.
En 2017 la inflación rondó el 27% y las negociaciones en promedio estuvieron en torno al 20%, entonces se viene arrastrando una caída del salario real donde evidentemente el 15% sin cláusula gatillo es difícil que cierre en un contexto donde hay una crisis política o una pérdida de consenso del gobierno por algunas medidas que viene tomando, el aumento de las tarifas, el aumento de los transportes va a impactar también, con lo cual creo que va a haber conflicto y que seguramente va a haber sectores que logren negociar por encima de ese 15%.
El tema de la cláusula gatillo es que en muchos convenios del año pasado incluso aparecía como una cláusula más testimonial que efectiva, en algunos casos la redacción aparece bastante flexible porque habla del compromiso de volver a reunirse para analizar el aumento de los precios, en otros está más especificada.
En Comercio quieren aplicar la cláusula pero en cuotas, con lo cual habría que hacer una cláusula gatillo de la cláusula gatillo, porque se aplicaría en 3 cuotas del 2%. Por otro lado hay despidos, hay sectores sobre todo privados donde hay conflictos importantes y eso surte un efecto disciplinador que hace aceptar condiciones a la baja y pérdida de salario real.
Pero yo creo que las jornadas de diciembre en contra de la reforma previsional marcaron cierta potencialidad de los movimientos y organizaciones sociales y del movimiento sindical que se movilizó para enfrentar estas políticas. Veremos cómo esto se desarrolla pero en principio creo que está dado un panorama de conflicto donde además la CGT también está aparentemente enfrentada ahora al gobierno en algunas políticas, no el sector más dialoguista de Daer, pero por distintos motivos, ya sea activación de causas judiciales contra ciertos burócratas sindicales como Barrionuevo, Moyano, o bien esta amenaza recurrente de “vamos a enviar un proyecto de modernización sindical”.
Por ahora el enfrentamiento está planteado entre buena parte de los líderes sindicales y el gobierno, creo que eso desactivó inicialmente esta idea del gobierno de meter la reforma laboral a como diera lugar, pero vamos a ver cómo se reposicionan estos sectores sindicales que han sido y son funcionales al gobierno porque fueron parte necesaria de esta profundización del avance patronal durante estos últimos años.
M.H.: Sobre todo creo que fue clave el papel que jugaron hacia finales del 2016 dándole una suerte de estabilidad al gobierno no solamente los sectores sindicales sino un sector de las organizaciones sociales que ahora también han tomado distancia. Porque este gobierno muchas veces firma y promete cosas y después no cumple, que es aparentemente lo que ha pasado con los acuerdos a los que habían arribado hacia finales de 2016.
Mario Hernandez
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