El intento oficial de fijar una referencia a la baja para el resto de las negociaciones salariales
El diario oficialista Clarín mostró los verdaderos intereses de Macri y Vidal respecto de las paritarias docentes. “El plan es mostrar dureza para condicionar otras paritarias”, porque “Macri quiere que la negociación docente marque la pauta” (Clarín, 11/2), para establecer salarios a la baja y al mismo tiempo avanzar en una reforma laboral por la vía de destruir los convenios colectivos de trabajo.
Toda la campaña de desprestigio contra la docencia, que el macrismo lleva a cabo desde su llegada al poder, especialmente la gobernadora Vidal, tiene el espurio objetivo de propinar una derrota histórica a uno de los colectivos laborales más importantes del país, para “que marque la cifra que el presidente espera para el resto de las discusiones salariales de trabajadores estatales y, cuando se pone maximalista, (también) de los privados” (ídem).
La gobernadora Vidal acusa a los maestros y profesores de defender “privilegios”, pero quiere que los docentes se conformen con un aumento del 15 por ciento, sin cláusula gatillo. Pero sólo las naftas ya han aumentado más de un 16 por ciento en el mes y medio que va de este año.
El gobierno también “pretende debatir otros temas ásperos, como el régimen de licencias y el nivel de presentismo de los maestros” (La Nación, 11/2) y “hasta los requisitos para ejercer la docencia” (La Tecla), para lo cual Vidal reunió a los legisladores oficialistas para hacer tabla rasa con el convenio colectivo docente mediante un golpe parlamentario. A esto lo llama Reforma Educativa.
El presentismo es una cifra en negro, de monto desconocido, que sólo se cobra con asistencia perfecta, a costa de trabajar enfermo, embarazada, a pesar de hijos enfermos o familiares fallecidos y, por supuesto, a condición de no estudiar para perfeccionarse. Es el ítem aula de Mendoza.
La gobernadora avanza en estos atropellos bajo la falsa justificación de que no tiene plata.
Vidal miente una vez más.
Buenos Aires es la provincia más beneficiada por los fondos que va a recibir, robados a los jubilados, luego de la nefasta reforma previsional de diciembre. A lo que se suma “una situación algo más aliviada por la reposición de fondos que estaban asignados a la reparación histórica del Conurbano” (Clarín, ídem).
A costilla del lomo de docentes y estatales Vidal va a untar el bolsillo de los intendentes y punteros pejotistas del conurbano que quiere cooptar, y financiar la obra pública en beneficio de la patria contratista.
Además de la campaña sucia contra los docentes, Vidal se apoya en el desprestigio de la burocracia sindical, especialmente de la dirección de Suteba y de Roberto Baradel, a los que acusa de defender sólo sus intereses políticos.
¡Dime de qué te jactas y te diré de qué adoleces!, María Eugenia.
Para Ctera, el estatuto “no es una vaca sagrada”
El atropello al estatuto docente no es una novedad que haya inaugurado el macrismo. Durante los 12 años de kirchnerismo, los cargos por fuera del estatuto (Fines, Plan Mejoras, etc) precarizaron masivamente las condiciones laborales y salariales de la docencia.
Con la actual reforma de la escuela secundaria, la precarización laboral y educativa se ha profundizado, con el aval de todos los gobernadores del Pacto Fiscal, que firmaron con Macri.
El pasado 6 de diciembre, los ministros de Educación de todas las provincias, sin excepción, aprobaron, en la octogésimocuarta edición del Consejo Federal de Educación, la “Secundaria 2030”, versión nacional de la “Escuela del Futuro” de la CABA. Igual que aquella, elimina el último año de la secundaria para implementar prácticas profesionalizantes en las empresas, modifica la normativa laboral de los docentes y devalúa los contenidos educativos.
Antes de los recientes anuncios de Vidal, la gobernadora de Santiago del Estero, emitió una resolución que desconoce la normativa vigente del estatuto de esa provincia, dejando cesantes a miles de docentes titulares de sus cargos provisionales o suplentes, estableciendo que sólo podían cubrirlos los recién iniciados. Lo mismo ocurre, pero al revés, en Santa Fe. Allí, el gobernador “socialista” Miguel Lifschitz, a través de un decreto, permite la acumulación mayoritaria de cargos en detrimento de los menos antiguos, afectando el acceso al cargo y las condiciones laborales de un número cercano a la mitad de la docencia provincial.Todo esto pasó y pasa con la aceptación de Ctera.
La dirigencia celeste ha declarado públicamente que para ella el estatuto del docente “no es una vaca sagrada”, reconocimiento de que está dispuesta a “sacrificarlo”. Es lo que está haciendo Alicia Kirchner en Santa Cruz.
Entre bueyes…
El ministro nacional de Educación, Alejandro Finocchiaro, es la “fuerza de choque” de Macri y de Vidal. Ha sido acusado con razón por la secretaria general de Ctera, Sonia Alesso, de patotero. En el tira y afloje con Ctera, acusa a los gremios de “tener actitudes intimidatorias” y “de rechazar lo que nunca se les ofreció” (La Nación, ídem).
Finocchiaro también miente.
La dirección celeste del sindicato UDPM (sindicato docente misionero) acaba de firmar, cuando los docentes todavía no se reintegraron a las aulas, un "simulacro de paritaria" por un aumento salarial de bolsillo de 15,5 para todo el año, tal cual exige el gobierno macrista. La secretaria general es Stella Maris Leverberg, integrante también de la comisión directiva de Ctera.
El propio Roberto Baradel ha declarado que “parten de considerar que la inflación de este año trepará hasta el 20 por ciento”, cuando es unánime para las consultoras que no bajará del 25-27 por ciento.
Baradel está muy cerca del ofrecimiento de Vidal, y no reclama tampoco la cáusula gatillo: “exigen que el arreglo incluya algún mecanismo por el cual el salario se actualice” (La Nación, ídem).
Lejos de intimidar al gobierno, la dirección celeste le ha tendido un puente para acercar posiciones. Consecuente con eso, el plenario de secretarios generales de Ctera reunido el 6 de febrero no anunció medida de fuerza alguna, a pesar de las provocaciones de Macri y de Vidal.
Para defender el estatuto y el salario, necesitamos un Congreso de delegados con mandato y plan de lucha, que organice el paro activo nacional de No inicio del 72 horas y decida la continuidad de las medidas.
Daniel Sierra
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