miércoles, 7 de febrero de 2018

Durán Barba y el marketing de la pena de muerte



El asesor de Macri aseguró que "la inmensa mayoría de la gente en la Argentina quiere la pena de muerte". El consultor cambiemita hace de la doctrina Chocobar un marketing político criminal.

Tal como afirmo Patricia Bullrich Luro Pueyrredon, el gobierno ha decidido imponer el gatillo fácil como doctrina en materia de seguridad. Ministros y funcionarios han hecho fila para justificar el encuentro de Luis Chocobar con el Presidente. Recordemos que la ministra Bullrich Luro Pueyrredon fue la avanzada de esta decisión oficial con el fusilamiento de Rafael Nahuel y la desaparición y muerte de Santiago Maldonado.
Jaime Duran Barba, el responsable del marketing político del macrismo, ha salido a justificar la violencia institucional contra los pobres reivindicando un supuesto clamor popular a favor de la mano dura policial: "La gente pide que se reprima brutalmente a los delincuentes. Hemos hecho encuestas y la inmensa mayoría quiere la pena de muerte". Evidentemente para el ideólogo de la "revolución de la alegría" la misma sería más alegre y volveria a concitar apoyo social, manchada de sangre.
El manodurismo policial reivindicado por Cambiemos con la doctrina Chocobar es una señal política fuerte, que también apunta contra los trabajadores que luchen contra el ajuste con una represión brutal. Ya se vio como el 14 y el 18 de diciembre últimos, la Gendarmeria, la Policía Federal y la Policía de la Ciudad fueron utilizados para votar la reforma jubilatoria a punta de pistola. Duran Barba propone hacer del gatillo fácil un medio para recomponer base social prometiendo garrote a diestra y siniestra. Transformar la debilidad de un gobierno que solo puede acallar la movilización popular con la militarización de las calles en una actitud decidida es el trabajo de Duran Barba.
El estratega macrista intenta desviar el foco de la crisis: "Yo llevo encuestas en la Argentina desde 2004. Y la imagen sube y baja, es normal eso. Hay una caída, es cierto, pero mucho menor a la que yo había previsto, lo que me llamó la atención. Si un político vive de la imagen es un irresponsable, porque la imagen fluctúa, cambia. Un político serio sabe que ciertas políticas van a ser impopulares y van a afectar su imagen, y sabe cómo prepararse para esa situación".
Poco importa, en la visión del ecuatoriano saber los hechos: "no tengo mucha idea de lo que pasó, si el policía corrió o no, no sé, no es un tema muy importante. La caída de esta semana en Wall Street, ese sí es un tema importante". Toda una confesión, la vida de los pobres no importa nada, solo importa la suerte de los ricos.
Cabe decir que el rechazó popular al crimen contra la vida y la propiedad se basa en el temor real a perder sus escasos bienes o arriesgar la integridad física. Pero la gran mayoría de los delitos están organizados o “regulados” desde las fuerzas de seguridad del Estado burgués, para quienes "trabajan" en última instancia esos jóvenes pobres utilizados como carne de cañón. A esas fuerzas, que organizan el delito a gran escala mientras protegen el orden y la propiedad de los capitalistas, se les quiere dar más atribuciones para ejercer su violencia contra la juventud, los trabajadores y el pueblo pobre. El gatillo fácil no va a solucionar la inseguridad sino que la va a agravar en extremo. Tampoco la represión va a terminar con la resistencia al ajuste, solo va a hacer más dura la lucha de clases.
Para Duran Barba todas las muestras de abuso hacia el pueblo trabajador deben ser reivindicadas, en busca de la complicidad de todo un sector de la burguesía y las clases medias acomodadas que se identifican con determinadas conductas: "El caso del ministro Triaca no afecta en absoluto la imagen del Gobierno. Lo que hizo fue una tontería, pero suponer que en un país donde existen tantas personas metidas de cabeza en la corrupción en serio lo más importante es que un ministro ha tenido una empleada en negro es una ridiculez". Olvida el consultor macrista que se trata del ministro de Trabajo llamado a negociar el blanqueo laboral y quien es además, el que trata con la "mafia sindical", haciendo uso de los sindicatos intervenidos para los negociados de la mafia de la derecha empresarial en el poder.
Duran Barba, hace del sometimiento nacional al imperialismo en Davos, el fraude laboral y el gatillo fácil, los pilares del marketing de la democracia policial que busca imponer la derecha argentina en el poder.

Facundo Aguirre

No hay comentarios:

Publicar un comentario