miércoles, 7 de febrero de 2018
Las razones de fondo del conflicto del Inti
Los ataques de Marcos Peña, los planes privatistas y la aguda y continuada lucha de los trabajadores.
Las declaraciones del jefe de gabinete Marcos Peña frente a la pregunta en el programa de Mirtha Legrand han dejado al desnudo la ausencia de argumentos para proceder con 254 despidos en el Instituto Nacional de Tecnología Industrial. Allí, Peña señaló que los despidos están destinados a quienes el kirchnerismo habría ingresado al Instituto en los últimos años de gobierno. Los despedidos serían “amigos” del gobierno anterior que fueron colocados allí frente a la inminente derrota en las elecciones nacionales. Lo que dice Peña es falso ya que los despedidos tienen muchos años de trabajo en el Inti y cuentan con una calificación acorde a la tarea que desempeñan.
Mentiras
Al revés de lo que dice el jefe de gabinete, los despedidos son quienes han forjado una gran organización de trabajadores luchando, precisamente, contra muchas de las políticas que el kirchnerismo quiso implementar a lo largo de todos sus mandatos. El gobierno de Cristina Kirchner dejó en el Inti 2.500 trabajadores calificados bajo una forma contractual precaria (el 85% del total de la planta) evitando el pase a planta permanente. Con años de lucha, se logró imponer que esta enorme masa de trabajadores precarizados formen parte del mismo escalafón que los trabajadores de planta y tuvieran casi todas las condiciones laborales de las que gozan estos. Sin embargo, la contratación precaria dejada por el gobierno anterior permitió al macrismo no tener que pasar por la realización de sumarios para proceder con los despidos. De haber tenido que realizarlos, se hubieran caído los argumentos sobre faltas y licencias recurrentes y todas las mentiras e infamias que han lanzado en los medios de comunicación los funcionarios del gobierno macrista.
Los despedidos no son “ñoquis” o “vagos kirchneristas”. La agrupación más afectada por los despidos –la agrupación Naranja- es un agrupamiento clasista, y todas aquellas agrupaciones que se encuentran luchando por la reincorporación, no forman parte o se reivindican siquiera del riñón kirchnerista. Pero es preciso rechazar cualquier tipo de acusación por “portación de ideología”, argumento que es sólo utilizado por los funcionarios del gobierno de Macri para ganarse un lugar en los sectores de la opinión pública donde el kirchnerismo cuenta con un profundo descrédito. En los despidos del Inti no está en discusión la ideología política de cada trabajador, sino los planes que tiene el gobierno de Macri para este instituto que juega un papel clave en el metabolismo de la industria y el comercio en la Argentina. Para poder avanzar con la privatización de los servicios que brinda el Inti, el primer paso del gobierno ha sido intentar sacarse de encima a los científicos y trabajadores que están a cargo –como trabajadores del Estado- de estos servicios. El ataque a la organización sindical (se encuentran despedidos delegados electos) persigue este objetivo.
"Reorganización"
Pocas semanas atrás, los trabajadores se movilizaron masivamente a la presentación de la “reorganización” del instituto realizada por las autoridades macristas del Inti junto con la consultora de origen vasco Tecnalia, contratada a estos fines. Este plan dirige al Inti a la privatización de servicios, el dislocamiento del trabajo científico, el acrecentamiento de la burocracia –aumento de gerencias– y la reducción masiva de personal especializado. El rechazo de los trabajadores a esta “reorganización” es la clave para entender el porqué de los despidos masivos.
El gobierno kirchnerista utilizó al Inti como una enorme subsidiaria de las empresas -tanto nacionales como extranjeras- cobrando sumas irrisorias por servicios de altísimo costo. Ahora, el macrismo pretende llevar a fondo el plan de beneficios al capital, intentando borrar de un plumazo la labor de control que ejerce el organismo. Para esto tiene que sacarse de encima a los trabajadores que, defendiendo su trabajo, defienden el interés general de la población.
Una de las tareas principales que desarrollan los trabajadores del Inti es la certificación de productos para ser colocados en el mercado y ser utilizados o consumidos por la población. Para citar un ejemplo, una de las trabajadoras despedidas se ocupa de la certificación de pilas junto con los equipos profesionales que analizan cada producto que utilice esta fuente de energía; otros controlan la contaminación en los envases, y así de corrido. ¿Cómo sería un control privatizado sobre productos como estos, producidos también por empresas privadas? Estaríamos en presencia de la imposición de un interés capitalista, entre empresas privadas capitalistas, dejando en sus propias manos la salud y cualquier otro interés de la población trabajadora, quien sería necesariamente la que cargue con las consecuencias de esta política. Esto es lo que también denuncian los trabajadores del Senasa, también en lucha contra despidos, quienes indican que la propia Sociedad Rural pretende adueñarse de los controles que debería ejercer el Estado.
Todos con los trabajadores del INTI
La incesante organización de los trabajadores del Inti en la última década ha dado como resultado un masivo activo de lucha. En 2012 los trabajadores encararon una extensa lucha por sus reivindicaciones, en especial, por el pase a planta permanente –que fue negado por el gobierno- y contra el vaciamiento del instituto que ya comenzaba a operar el gobierno de Cristina Kirchner, con la escasez de insumos de todo tipo. En 2014, incluso se presentó en la Cámara de Diputados nacional un proyecto que especificaba y rechazaba el vaciamiento.
El triunfo de los compañeros del Inti es, en estas circunstancias, estratégico para todos los trabajadores del país. La adhesión popular que reciben los despedidos y trabajadores del Inti crece con los días mientras las direcciones de las centrales sindicales dilatan una respuesta que esté acorde con el ataque que reciben los trabajadores de todo el país. Todos con los trabajadores del Inti hasta lograr su victoria. Paro activo nacional y plan de lucha. Por un congreso de bases de todo el movimiento obrero para derribar el ajuste del macrismo. Precisamente estos son los planteos votados en la asamblea de los trabajadores.
Juan Pablo Rodríguez
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