Luego de una lucha de más de una década, la Corte Suprema falló a favor de Luis Calarota, delegado gremial despedido por luchar.
A diez años del fallo con que la Cámara Federal de Apelaciones de Rosario habilitase el despido de un delegado docente con tutela sindical, bajo el argumento de que su desempeño era deficiente, la resolución fue rechazada el pasado 15 de febrero por la Corte Suprema de la Nación.
El nuevo fallo en favor de Luis Raúl “Cacho” Calarota, delegado gremial de la COAD (sindicato de docentes de la Universidad Nacional de Rosario) y militante del Partido Obrero, constituye un triunfo en la lucha por el reconocimiento de la tutela sindical en las universidades nacionales.
Es, a su vez, un caso testigo que sirve como referencia y antecedente en otros sindicatos en la defensa de la tutela sindical, en un contexto de un feroz ataque del gobierno de Macri hacia los luchadores, como es el caso del despido de decenas de delegados gremiales en el INTI.
Una larga lucha
La sentencia, firmada por los jueces Ricardo Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco y Juan Carlos Maqueda, revocó el fallo de 2008 que arbitrariamente privaba al docente de la garantía legal de estabilidad laboral mientras dure su mandato como delegado. Contó con el voto concurrente del juez Horacio Rosatti, y con la disidencia del juez Carlos Rosenkrantz –conocido por beneficiar represores y cuestionar los fundamentos utilizados para dar nulidad a las leyes de Obediencia Debida y Punto Final.
Esta nueva resolución llega luego de una larga lucha contra la persecución sindical a Calarota, que comenzó ya en 1986 al ganar este el concurso como Auxiliar de Primera, y se hizo patente cuando le quitaron ese cargo en 2004 por calificación negativa en la Evaluación de Carrera Docente –yendo luego contra su cargo como Titular con Dedicación Simple.
La tutela sindical es una protección legal para aquellos trabajadores y trabajadoras que ejerzan la actividad sindical. Significa que no se les puede modificar las condiciones de trabajo, ni sancionar ni despedir sin causa. Tal fue el caso de “Cacho”, perseguido políticamente por el (ex) Rector radical de la UNR Darío Maiorana por su activismo sindical y asambleario y su lucha por la defensa de los derechos de los trabajadores docentes universitarios. Esta persecución, que pretendía ser un caso testigo de disciplinamiento de los docentes, fue convirtiéndose en una causa común de muchos compañeros. Pero fue la perseverancia, la convicción que primó para que se ganara esta batalla en el terreno legal.
Este triunfo es parte de la enorme campaña unitaria, las afichadas, movilizaciones, el apoyo de delegados, estudiantes, activistas de la clase obrera, comisiones internas y directivas gremiales como Amsafe, AGD-UBA, Conadu Histórica que fueron fundamentales para ganar esta pelea. Una lucha que logró unir un gran frente único de distintas corrientes que componen la COAD y que se oponen a las camarillas universitarias de ayer y de hoy.
Por eso, en el marco de los tarifazos, el ajuste, la inflación y la lucha salarial contra el techo del 15% que pretende imponernos el macrismo a los docentes de las universidades nacionales y de todos el país, la resolución a la lucha consecuente y obstinada del docente de la Escuela de Artes de la Facultad de Humanidades y Artes iniciada hace ya 10 años, representa una referencia enorme para el resto de los delegados y activistas.
Una muestra de convicción militante de “Cacho”, quien deja ver a las jóvenes generaciones que la lucha es el camino.
Lucho de la Naranja (COAD)
No hay comentarios:
Publicar un comentario