viernes, 16 de febrero de 2018

Reforma previsional: comienza a sentirse el saqueo



Ayer fue oficializado el nuevo aumento de apenas 5,71% en las jubilaciones. La responsabilidad de una parte del peronismo en este burdo saqueo.

En el día de ayer el Ministerio de Trabajo, mediante la resolución 2/2018 publicada en el Boletín Oficial, formalizó el miserable aumento en los haberes de los jubilados y pensionados que comenzará a aplicarse a partir del mes que viene. La jubilación mínima pasará de $ 7.246 a $ 7.660. En marzo sería menos de la mitad de lo que hubiesen recibido de no haberse aprobado la reforma previsional.
Así, la jubilación mínima seguirá cubriendo menos de la mitad de la canasta básica de un jubilado, estimada en $ 17.523.
Quienes tengan 30 años de aportes, continuarán recibiendo $ 7.790 (el 82 % del Salario mínimo).
Este nuevo cálculo afecta los haberes de más de 17 millones de personas, entre los que se encuentran los jubilados, aquellos que reciben la Asignación Universal por Hijo (AUH) y pensiones no contributivas, como las que perciben las personas con discapacidad.
Se estima que la pérdida anual, por el cambio en la movilidad, para un jubilado que cobra la mínima y tiene 30 años de aportes será de $ 6.327. Para los que tienen moratoria (en su mayoría mujeres, amas de casa, trabajadores no registrados) la pérdida alcanzará a $7.335 anuales. Mientras que para aquellos que cobren más de $ 10.000 será de $11.250 anuales y para los beneficiaros de la AUH será de $ 1.052.

Los responsables del saqueo

Hay claros responsables de este saqueo. En primer lugar, el Gobierno nacional, campeón del ajuste y de los ataques antipopulares. Y en segundo lugar, quienes les prestaron ayuda: un sector del peronismo.
Los primeros en avalar el reaccionario proyecto fueron los gobernadores oficialistas y peronistas (incluida Alicia Kirchner, que gobierna y ajusta la provincia de Santa Cruz desde diciembre de 2015) que decidieron acordar con el presidente Mauricio Macri el Pacto Fiscal, que incluía la reforma previsional.
Le siguieron los senadores, comandados por Miguel Ángel Pichetto. “Nos toca la ingrata tarea de votar esta ley porque acompañamos a los gobernadores”, dijo el senador por la provincia de Río Negro, cuando ya era evidente el repudio y para compartir responsabilidades y no convertirse en el único merecedor de la bronca popular. Para aquellos que no sabían, explicó desde su banca: “estas tres leyes formaron parte del acuerdo (del Gobierno y 23 gobernadores), que nadie se haga el distraído porque dentro estaba la cláusula previsional”. Y para terminar de evacuar las dudas sobre la buena predisposición del peronismo agregó: “nadie fue sorprendido ni le pusieron un arma en la cabeza. Todos sabían lo que firmaban”.
Luego de los senadores vinieron los diputados. Con el medio dictamen a su favor, el gobierno se envalentonó y quiso convertir el saqueo en ley el 14 de diciembre, pero la bronca popular, no solo de los jubilados, sino de miles de trabajadores y jóvenes, los futuros jubilados, se lo impidió. Con el Congreso vallado y con una represión feroz que dejó decenas de heridos y detenidos, Cambiemos tuvo que admitir que no tenía el quórum suficiente y la sesión fracasó.
El gobierno de Macri recalculó y volvió a la carga el 18 de diciembre. Y con la ayuda de las fuerzas represivas, que otra vez hicieron de las suyas, más un sector de diputados peronistas, logró su cometido. En ese momento, la ayuda vino de parte de aquellos diputados que votaron a favor (de 19 diputados opositores, la abrumadora mayoría eran peronistas) y de los 10 que se ausentaron, (cuya abrumadora mayoría también era peronista) y entre los que se encontraba nada más ni nada menos que el ex candidato a presidente, Daniel Scioli.
El Frente de Izquierda se opuso desde un primer momento a este proyecto reaccionario. En las calles y en el Congreso, formando parte de las movilizaciones y con sus diputados, como Nicolás del Caño y Myriam Bregman, denunciando el saqueo y la represión.
Este año comenzó con resistencia de los trabajadores a los despidos, resistencia que viene siendo acompañada por los legisladores del Frente de Izquierda, que incluso hasta donan parte de sus dietas. Este año, también comenzó con la “rosca peronista” que incluye al kirchnerismo, el randazzismo y el massismo, que tímidamente se califica como “veedor”. Los hechos demuestran que no podemos depositar en ellos ninguna esperanza porque fueron y serán cómplices de los avances del macrismo.

Celeste Vazquez

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