Tarifazo: el macrismo anunció como buena noticia que el gas aumentará hasta 400 %

Frigerio y Aranguren anunciaron ayer ese tope para los aumentos de la tarifa de gas para los hogares. Descubrieron que la gente “no la estaba pasando bien” y lo presentaron como una buena noticia.

Después de casi seis meses de ajuste en “shock”, parece que el macrismo descubrió ayer que la gente “no la estaba pasando bien”. Así lo afirmó el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, al oficializar la decisión de introducir modificaciones en las subas de las tarifas energéticas, disponiendo un tope de aumento para el gas que a nivel residencial será del 400% en todo el país, y del 500% para los comercios, Pymes y establecimientos hoteleros.
La resolución forma parte del acuerdo alcanzado entre los ministros de Energía, Juan José Aranguren y del Interior, Rogelio Frigerio, con gobernadores de provincias de todo el país.
Según declaró Frigerio, tras la reunión con los mandatarios provinciales "surgieron modificaciones en la política tarifaria que pueden llevar más tranquilidad a los usuarios, somos conscientes de que no la estaban pasando bien. En estos cinco meses de gestión hemos dado claras muestras de que somos un gobierno que dialoga, que escucha y que cuando se equivoca, corrige”.
Por su parte, Aranguren afirmó que "las medidas que hemos consensuado con los gobernadores tienden a llevar tranquilidad a la población y a generar las condiciones para recuperar la oferta energética en la Argentina".
Las afirmaciones de los ministros cayeron como una broma de mal gusto. No sólo porque van casi seis meses de malas noticias para el pueblo trabajador mientras las medidas a favor de los empresarios se suceden una tras otra, sino porque quisieron hacer pasar como una buena noticia que los aumentos del gas serán “solamente” de hasta el 400 % para los hogares, en momentos en los que el frío castiga a muchas familias que no pueden afrontar semejantes incrementos de las tarifas.
Por más que los funcionarios hablen de “llevar tranquilidad”, la realidad es que los aumentos de salarios en las paritarias oscilan alrededor del 30 %, lejísimos de los porcentajes de aumento en el gas, la luz, el transporte o los alimentos.
Consciente de que sus argumentos no causarían simpatía, el ministro Frigerio recurrió una vez más al argumento de la “herencia recibida” para justificar lo impopular de sus medidas: "durante 12 años se le mintió a la gente", porque "mientras los precios aumentaban más del 700 por ciento, en muchos casos las tarifas estuvieron congeladas", a la vez que alertó sobre el riesgo que corre la provisión de gas: "la posibilidad de que la Argentina se quede sin energía es cierta".
Sus afirmaciones buscaron ser un chantaje para intentar convencer de que la alternativa es el tarifazo o el caos. Frigerio no se privó para eso de asustar con el fantasma de Venezuela.
El ministro del Interior calificó la situación como "dramática" porque el país no puede "importar más, no están dadas las condiciones técnicas y físicas para que la Argentina pueda importar gas, eso genera el peligro de que la Argentina se quede sin gas y por eso la urgencia de las medidas que tomamos".
Mientras el kirchnerismo en la actualidad critica demagógicamente la política económica del macrismo sólo buscando rédito electoral para el 2017, la realidad es que ambos gobiernos son cómplices de los negociados de las empresas privatizadas y responsables de los padecimientos del pueblo trabajador.
En el caso de los gobiernos kirchneristas, durante años premiaron a las empresas privatizadas son subsidios millonarios, permitiendo un festival de ganancias sin inversiones, que redundó en una inédita crisis energética para el país. Actualmente, el macrismo busca cambiar ese esquema pero descargando un fuerte tarifazo, mientras las empresas mantienen sus formidables ganancias. La única solución posible en beneficio de las grandes mayorías es la estatización bajo control de los trabajadores de todo el sistema energético, para una utilización racional y planificada de la energía acorde a los intereses populares y no a los fines empresariales.

Fernando Scolnik
@FernandoScolnik