lunes, 27 de junio de 2016

El paro nacional petrolero se cumple masivamente



Pereyra acortó la medida luego que Triaca anunció el 30 %

A estas horas, los petroleros de toda la Patagonia, Mendoza, Salta, Jujuy y Neuquén cumplen masivamente una huelga a partir de las 20 horas del domingo 26 en rechazo a una propuesta de aumento salarial del 20%, la mitad de la inflación real.
Los pulpos petroleros quieren, además, reducir puestos de trabajo (hasta 20 mil), bajar el salario pasando de turnos de 12 a 8 horas, y flexibilizar las normas de seguridad para evitarse cualquier freno de la actividad por inclemencias climáticas, como parte del esquema de una “paritaria por productividad”.
La medida se lanzó por 48 horas en todo el país, pero antes de arrancar, Guillermo Pereyra, secretario general del Sindicato del Petróleo y del Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa, en esa cuenca, la redujo a 24 y con guardias mínimas, con lo que el paro quedó dividido. Pereyra saludó que el ministerio de Trabajo haya intervenido, siendo que el aumento fijado es del 30% en cuotas más una suma puente de $ 15.000 sin compromiso alguno en cuanto a los despidos producidos y en puerta. No es aventurado pensar que Pereyra negoció este acuerdo con el gobierno, para lo que preparó el terreno planteando que el aumento salarial no debería estar por debajo de un 30%.
El paro se produce luego de las heroicas huelgas de mayo de todo Comodoro, del posterior paro petrolero en Chubut y Santa Cruz y del empuje por abajo que ejercen los obreros sobre los delegados.
Jorge Ávila, secretario general del Sindicato del Petróleo y del Gas Privado del Chubut, cuando anunció el paro en la radio La Petrolera, no tuvo más remedio que señalar el impulso que le ha dado a esta convocatoria el bloqueo que ejercieron durante 48 horas los obreros de Pecom – una tercerizada de Pan American Energy, comprada por Skanska – contra 380 despidos. Las acciones contra los despidos no han cesado en la cuenca de San Jorge.

Qué se apresta a cerrar la burocracia sindical

El reclamo original de los sindicatos era del 40% de aumento, una suma puente de $ 50.000, que cubra desde abril a junio, la suba de equipos y el freno a los despidos. Pero Pereyra ha tomado la iniciativa para quebrar este pliego.
El Ministerio de Trabajo de la Nación, a horas de comenzar el paro, fijó por decreto un aumento salarial del 30% en tres cuotas, 18% desde el 1 de julio, otro 5% en noviembre y un 7% en enero, más una suma fija de 15.000 pesos. Además de que estos números fueron aportados por Pereyra, Jorge Ávila (secretario general del Sindicato del Petróleo y Gas Privado del Chubut) mostró también su vocación de aceptar este porcentaje que es incluso menor que el del año anterior (32%).
El gobierno no objeta la reducción salarial vía la jornada de 8 horas y el resto de la flexibilidad que quieren las petroleras, y tampoco se habla del impuesto al salario.
Que la burocracia sindical no haya podido aún cerrar un acuerdo a la baja, responde al límite impuesto por los trabajadores. Corresponde defender la huelga, exigir la convocatoria a asambleas para tratar (y rechazar) la propuesta del gobierno y debatir un plan de lucha hasta arrancar el pliego original.

Silvia Jayo

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