lunes, 27 de junio de 2016
Jugando por una ilusión
Reflexiones de obrero sobre el fútbol y las miserias del capitalismo.
A horas de la final de la Copa América Centenario, en las calles de las ciudades -por lo menos en esta- niños y niñas juegan fútbol, queriendo que la final la gane argentina. Esto se expresa en el grito de los goles o de las jugadas que realiza el más habilidoso nombrando algún jugador de la selección. No me quedan dudas de que los hermanos chilenos estarán con la misma euforia y si no están todas las calles llenas de niños y niñas jugando por algún motivo será, cada uno puede pensar el suyo. Pero lo que no es distinto son las cosas reales, que pasan suceden o sucedieron atrás del fútbol.
Lo más sentido para la Argentina ha sido aquel Mundial jugado en estas tierras en pleno proceso militar dejando miles de compañeros asesinados y desaparecidos, como unos de los hechos más relevantes de este lado del continente. Si cruzamos el océano hoy mismo se está desarrollando la Eurocopa, donde uno de los países participantes se está retirando de la eurozona, país que fue el origen del futbol (Inglaterra) y un continente donde llegan decenas de miles de persona adultos y niños a refugiarse y buscar una vida mejor que la de su país de origen y que nada le da garantías de que en estos será tan distinta y menos cuando algunos países cerraron sus fronteras. Esos niños no estarán jugando al fútbol tal vez, pero quizás pensando que algún día lo podrán hacer. Uno de los deportes que más pasión despierta, para los que jugamos o jugábamos o decimos que jugamos o “dirigimos” los partidos de la televisión… deporte que sería este o cualquier otro una forma de ocio para los trabajadores y de esparcimiento de los niños.
¿Quién no recuerda haber hecho una pelota de trapo o similar, con las medias de la casa sin que nadie se entere para llevar a la escuela y no mandarla para que te la quiten? ¿quien no tuvo un potrero cerca de la casa, donde armar algún partido desafío con los vecinos de la otra cuadra jugando por el jugo, por la gaseosa o la coca como se sigue diciendo? Hoy una tarjeta auspiciante de la selección tiene un concurso “un gol de la selección, un potrero” ¡¡¡chan!! Si por cada gol, un potrero esa campaña viene bastante lenta, a no ser que quieran no hacer más de dos docenas de potreros.
Qué distinto si dijeran miles de pesos de sus ganancias o miles de pesos de la AFA , o miles de pesos de los futbolistas o miles de pesos del gobierno para potreros eso sí que sería bastante distinto y usando un término de la época “PONELE” que lo hicieran; que distinto sería que miles de niños y niñas que les guste el fútbol lo pudieran hacer más cotidianamente, y no entusiasmarse sólo cuando se mueven grandes negocios alrededor del fútbol. Cuántos centros de recreación deportiva se podrían generar donde los trabajadores pudieran realizar sus horas de ocio quien eligiera hacerlo a través del deporte.
A estas horas no se sabe quién es el campeón de la Copa América Centenario seguramente andarán dando vueltas algunas cábalas, porque ¡¡cabuleros hay!! Como la de un compañero simpatizante de este equipo cómo se llama… ah sí me acordé… Central- este se acordaba que “Argentina va a salir campeón del mundial porque en el 86 cuando Argentina salió campeón también lo hizo Rosario Central” que venía de ascender un año antes se estaba dando cosas similares, Rosario ascendió pero Argentina no salió campeón del mundo, cábalas puede haber, lo que nada dice que se cumplan. Lo que sí se podría cumplir es con las necesidades de miles de niños y niñas que tengan sus espacios de recreación, algunos lo serían simplemente con un plato de comida, para poder transitar una niñez feliz y alegre y sus padres también, unos pocos toman del fútbol sus ganancias, otros miles lo tomamos para la diversión, las cargadas y el esparcimiento, otros muchos miles nada. Sólo cuando sean los trabajadores los que administren los recursos podrán saldar estas necesidades.
Natalio Navarrete
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