jueves, 23 de junio de 2016
¿Burla o cinismo? Aranguren “explica” los tarifazos
Ayer afirmó en el Senado que en estos meses “no hubo aumento de las naftas”. Un mal chiste para los millones que sufren el mazazo de los tarifazos impuestos por el ministro-empresario.
El ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, asistió ayer a la cámara alta ante las comisiones de Minería, Energía y Combustible y de Derechos Humanos y Garantías para defender la decisión de las subas de tarifas de gas y electricidad.
Como no podía ser de otra manera, Aranguren justificó los aumentos. Los mismos que tuvieron que limitar después del tarifazo inicial ante la presión de los gobernadores de la Patagonia y el masivo rechazo a escala social. Su excusa fue que “estamos aprendiendo sobre la marcha”.
El ministro defendió las subas y señaló que “el objetivo no es reducir el déficit fiscal, sino que haya más energía". Según él, hubo una “caída en la calidad del servicio por no reconocer los costos”.
Además sostuvo que “si manteníamos el plan energético anterior, nos íbamos a quedar sin energía muy pronto”. Lo hizo sin ninguna mención al vaciamiento y la falta de inversión de las empresas que proveen los servicios, que mes a mes recibieron abultados subsidios por parte del kirchnerismo durante más de una década. El macrismo, lejos de castigar a las empresas por la escasa inversión, las premió permitiendo que suban las tarifas.
Aranguren también celebró ayer el lanzamiento de la “tarifa social”, subsidiada, para una minoría de la población y afirmó que hay una “política activa para poder proteger a aquellos sectores que están en una situación delicada y que merecen una tarifa especial”. Lo que omite el ministro es que la tarifa social sólo incluye a un pequeño sector, y deja afuera a una gran mayoría de trabajadores que tiene ingresos menores a $ 8.000 donde el impacto de las tarifas también fue alto.
El ministro justificó el precio de las naftas, que tuvo cuatro aumentos desde que asumió Macri, hasta totalizar un incremento del 30 %. Como si fuese un chiste de mal gusto, afirmó que “no hay subas en las naftas; hay un reconocimiento del costo de la materia prima que mantiene el nivel de actividad”.
Parece que Aranguren tiene su propio método para calcular el costo de la materia prima porque mientras el barril de petróleo caía a nivel mundial, en Argentina las naftas aumentaban. El ministro debería haber agregado a su explicación que el costo lo estimó para favorecer el bolsillo de las petroleras, que recibieron el barril subsidiado cuando el precio mundial se deprimía.
¿Ocupación? ministro de Energía y accionista de Shell
El funcionario macrista está cuestionado, no sólo por los tarifazos. También tiene denuncias de incompatibilidad con la función pública por las acciones que tiene en la petrolera Shell, de la que fue CEO hasta junio del año pasado.
Aranguren, el ministro de “lujo” como destacó Marcos Peña ante los rumores de renuncia, es el más rico del gabinete de Cambiemos. Posee bienes por $ 86 millones en 2015 según su declaración jurada. Aclaremos que es el más rico…después de Macri.
Su paso como CEO de Shell ha dejado sus frutos. Como buen CEO, durante sus tres décadas en la petrolera despidió y persiguió a los trabajadores y en 2015 duplicó su patrimonio gracias a la indemnización que recibió de la empresa. Hoy tiene acciones en Shell por US$ 1,2 millones, según la cotización del 31 de diciembre de 2015, es decir poco más de 16 millones de pesos.
Como si esto fuera poco, el ministro fue criticado por la compra directa de gas a Chile que resulta un 53 % más costoso que el GNL que llega por barcos y un 128 % más caro que comprarlo a Bolivia. Pero, oh sorpresa, la proveedora de gas de Chile es British Gas que pertenece “casualmente” a la petrolera Shell. Un negocio redondo para todos los accionistas, incluido Aranguren.
Amigos son amigos
Laura Alonso, que dirige la Oficina Anticorrupción, está por estos días analizando un posible conflicto de intereses por la tenencia de acciones de la empresa Shell por parte del ministro de Energía. La funcionaria afirmó ayer, en declaraciones radiales, que el tema "es complicado", y estimó que "en algunas semanas" darán a conocer un dictamen.
Alonso aclaró que "la tenencia accionaria no es un conflicto de interés" por sí mismo, y puso como ejemplo que el propio presidente Mauricio Macri tiene participación "en distintas compañías". Alguien debería sugerirle que mejor no aclare que oscurece.
La Oficina Anticorrupción le hará a Aranguren una “recomendación preventiva” por ser accionista y ministro que debería controlar los combustibles y sus precios. Un control bastante “light” por no decir una burla lisa y llana. De todos modos, poco se podía esperar de la funcionaria que salió a defender a Macri a las pocas horas de conocerse su implicación en el escándalo financiero de Panama Papers.
Macri llegó al gobierno defendiendo la “transparencia” en política. A poco más de seis meses de gobierno, tiene un ministro que decide medidas que favorecen ganancias de la empresa de la cual es accionista y tiene una funcionaria en la Oficina Anticorrupción que le dará consejos “amigables” a ese ministro. Esto es la CEOcracia en acción.
Aranguren solo es el caso más extremo de estos CEO y empresarios llegados al gobierno. Si verifican al resto de los ministros no queda uno, todos vienen de grandes corporaciones, muchos ex CEO que tienen estrecha relación con sus ex empleadores: bancos y empresas que han gerenciado durante mucho tiempo. Bienvenidos al Gobierno de CEO, donde el país es atendido por sus propios dueños.
Mónica Arancibia @monidi12
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