martes, 7 de junio de 2016

Hambre en las escuelas públicas bonaerenses



En abril María Eugenia Vidal anunció inversiones para los comedores escolares de la provincia de Buenos Aires. El dinero no está. Hay miles de niños y jóvenes que tienen hambre.

“Para que los chicos coman mejor, duplicamos el presupuesto en todos los comedores escolares”, rezan los afiches enormes con los que Vidal, la gobernadora PRO de la provincia de Bs. As, empapeló los empobrecidos barrios del conurbano bonaerense.
¿A quién va dirigida esta propaganda? Seguramente el efecto que intenta lograr es hacer creíble para la población trabajadora que el gobierno de los Ceos, los “buitres”, los despidos y los tarifazos, también tiene política social y se preocupa por los que menos tienen, incluido los que tienen hambre.
El gobierno bonaerense paga $ 12. 50 por estudiante. Con este presupuesto de miseria no alcanza para solventar el costo de los alimentos básicos que garantizan una buena dieta nutricional para una población en crecimiento y desarrollo cognitivo-afectivo.

¿Profe, vos no tenés un pedazo de pan?

No es “amarillismo” como puede opinar una Señora “bien” de Recoleta. Es la realidad de miles de familias que asisten a las escuelas públicas del conurbano. La inflación no da tregua, en las casas no hay para “parar la olla” y en las escuelas públicas los $ 12. 000.000 para duplicar el presupuesto para el cupo de los comedores no están.
La realidad de la falta de cupos, no llegó con la “era Vidal”. Durante el gobierno de Scioli (FpV) se vivía la misma situación: fideos, arróz, mate cocido y pan con dulce de dudosa calidad nutricional. A esta condiciones ya conocidas por los docentes y auxiliares de la provincia, se le sumaron este año unos cuántos dígitos más a los índices de inflación y la carestía de la vida. La “herencia” que dejo el Fpv, como gusta llamar Vidal a la política del Kirchnerismo, se combinó con las políticas neoliberales del macrismo, que dan como resultado que haya hambre en las escuelas públicas.

Calidad educativa versus pauperización de la vida

El “relato” de la calidad educativa relacionado con la “meritocrática” posición política e ideológica que tiene el PRO sobre la Educación, choca de frente con las cada vez más decadentes condiciones materiales de vida de los niños y jóvenes de la provincia.
Como le contestó el actor Joaquín Furriel a Durán Barba - el asesor de las políticas de la “felicidad” de Macri - en la mesa (muy nutritiva) de Mirtha Legrand: “el que no tiene la panza llena, no puede disfrutar ninguna función”, en alusión a las posibilidades de entretenerse con el cine, el arte y el deporte cuando no están garantizadas una buena alimentación y condiciones dignas de existencia.
Joaquín no es un filósofo marxista, pero como él, alcanza y sobra con recorrer, vivir o trabajar en la zona sur o el partido de La Matanza para observar que más de 350.000 jóvenes de la provincia no estudian ni trabajan y que hay bolsones de pobreza enormes para los que la “felicidad” de una vida de country no llegó, ni llegará.

Ofensiva PRO e inmovilismo de los sindicatos K

Paritarias a la baja, despidos y aumento del transporte y de las tarifas en más de un 100%; represión brutal a los docentes de Tierra del Fuego, ordenada por la gobernadora Kirchnerista Rosana Bertone, vienen siendo la agenda política del gobierno del PRO y el FpV.
Mientras tanto, los sindicatos con peso de dirección como el Suteba de Baradel lo miran por TV en algún país del mundo, mientras hace shopping y sacan comunicados de prensa “exigiendo que haya políticas públicas y recursos que puedan dar respuesta a los conflictos del entramado social” ¿Qué esperan la CTA, Ctera y Suteba para convocar un plan de lucha y paro general que le ponga un freno a las políticas de ajuste educativas de Macri y la gestión PRO?
Mientras los sindicatos dan tregua al gobierno de los Ceo, por abajo, los docentes, auxiliares, estudiantes y estatales resisten y se organizan contra estos planes.

Claudia Añazco San Martín Delegada SUTEBA Ensenada

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