miércoles, 8 de junio de 2016

Educación pública solo para la foto



La convocatoria a diversas escuelas públicas porteñas a realizar la promesa de la bandera en un acto junto al Jefe de Gobierno en Parque Sarmiento ha desatado el rechazo entre familias y docentes

El pasado 2 de junio familias de las y los estudiantes de 4to grado del ENS N° 2 hicieron públicauna carta en donde rechazaban la invitación a realizar la promesa a la bandera en un acto en Parque Sarmiento junto al Jefe de Gobierno. Acusan de cinismo al gobierno por negarse a financiar micros para salidas didácticas mientras no tienen problema en conseguirlos e incluso prometer “regalitos” para este acto de tientes proselitistas.
Patricia, madre de Santino de 4to grado, explicó a La Izquierda Diario que firmóla carta junto a la mayoría de las familias “porque, tal como expresa la nota, nuestra escuela tiene graves deficiencias edilicias: no hay mantenimiento de los ascensores, la caldera no funciona así que no todas las estufas andan, hay puertas que faltan, todavía no llegaron los manuales que generalmente se recibían, nos preocupa que todavía no estén esos materiales disponibles para trabajar. Para poder convocar a las escuelas públicas, laicas, gratuitas y estatales de la ciudad tendría que haber un compromiso real con su mejoramiento. Como esto no pasa, prefiero que la imagen de mi hijo no sea empleada con la finalidad de dar una imagen positiva de este gobierno que lo único que está haciendo es vaciar y destruir la educación de nuestros hijos”.
En otras de las escuelas porteñas invitadas el rechazo es similar. Una madre de la escuela 25 del DE 18 nos contó que junto a su marido decidieron “desde el primer momento no mandar a nuestro hijo al Parque Sarmiento, entendimos que se trataba de un acto político partidario. Con muchas otras madres nos preocupamos por la seguridad de nuestros chicos, ya que según se dice irán muchas escuelas de la capital. Algunos compañeros de mi hijo tienen problemas respiratorios y no pueden estar expuestos al frío de manera continua, como se pretende en este acto. Nadie piensa en nuestros hijos.Nuestra escuela tiene algunos problemas edilicios y más a nivel general, son muchos los problemas que atraviesa la educación pública, por eso creo que es un chiste de mal gusto esta invitación cuando, por ejemplo, el natatorio de nuestro distrito no puede utilizarse por problemas de infraestructura, entre muchos otros”.
Otras de las denuncias que hacen las madres y padres del Acosta son “el vaciamiento que vienen haciendo, desde hace años, de los equipos de orientación escolar. De modo que no se cuenta con recursos para abordar situaciones de aprendizaje o de conducta, asistiendo a las familias y a los niños. También me preocupa que el gobierno se viene desentendiendo de su responsabilidad en la apertura de escuelas que garantice las vacantes necesarias para los que se inscriben todos los años. Más de 7000 niños y niñas se quedan todos los años sin vacantes y la única respuesta que se obtuvo hasta ahora son los CPIs, que no son escuelas sino centros asistenciales privados que dependen de Desarrollo social. Me preocupa también la calidad de la comida en los comedores escolares”.
Los reclamos continúan y no terminan en la General Paz. El uso de actos escolares para mejorar la imagen de un gobierno que ajusta sobre la educación pública no es exclusividad porteña. En Morón, la intendencia de Cambiemos hizo llegar a las escuelas una convocatoria al acto de promesa de lealtad a la Bandera en la Séptima Brigada Aérea, lugar que funcionó como centro clandestino de detención, tortura y exterminio durante la última dictadura cívico militar.Con este caso incluso se buscaría reconciliar a la sociedad con las fuerzas genocidas y fortalecer de este modo el aparato represivo. Todo muy a tono con las medidas de ajuste.
Los gobiernos de Cambiemos vienen golpeados por las fuertes movilizaciones contra el ajuste y en defensa de la educación pública del 4 de abril y del 12 de mayo. No es para menos. Sólo en esta semana ha salido a la luz la falta de boletines en la Ciudad de Buenos Aires, la más rica de Latinoamérica, y el caso de un estudiante catamarqueño que faltaba a la escuela porque su familia no tenía para pagar el boleto. En Santa Cruz, donde gobierna Alicia Kirchner, las familias también han salido a las calles para denunciar el ajuste sobre la educación pública.
Como se ve en este artículo, fuerzas hay. Por eso para defender la educación pública hay que forjar una gran unidad entre las familias y los trabajadores de la educación, salir de la tregua garantizada por Ctera con Macri y los gobernadores. Para fortalecer esta demanda cada lucha debe triunfar, como la que están dando los docentes y otros sectores de trabajadores en Tierra del Fuego y Santa Cruz. Resulta necesario debatir de abajo hacia arriba un plan de lucha que comience con una medida contundente para enfrentar tantos atropellos a este derecho elemental, como un gran paro nacional en el que se expresen todas estas demandas.

Hernán Cortiñas
Congresal Unión de Trabajadores de la Educación (UTE)Camila Martínez

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