El foro indígena sintetizó un pedido de respeto por la identidad de cada comunidad, por sus derechos y la plena convivencia en una sociedad en deuda, desde hace 500 años.
"A veces la discriminación nos duele, nos lastima, pero no debemos bajar los brazos". Ututo Martinez, del pueblo Diaguita Calchaquí de la provincia de Tucumán, miembro del Consejo Mundial de Pueblos Indígenas con asiento en Toronto, Canadá, sintetizó con esta frase, el sentir de miles de comunidades en América Latina, que unieron sus voces en Posadas, sede del foro denominado, “Camino al bicentenario, por la memoria y la verdad”. La lucha por la reivindicación del pasado histórico de estos pueblos, fue una de las conclusiones a las que arribaron.
El eje central del encuentro, fue pedir respeto por la identidad, el reconocimiento de sus derechos y la plena convivencia dentro de una sociedad que plantea el debate desde lo discursivo, pero que pocas veces logra llevarlo a la práctica. Se pidió la creación de un parlamento para discutir el desarrollo de las comunidades, no desde el punto de vista mercantilista sino a través de la ciencia y la sabiduría. La soberanía alimentaria desde lo cultural, ecológico y orgánico. La creación de una universidad indígena con varias carreras como, la medicina ancestral, derechos de los indígenas, turismo de los indígenas y alimentación.
Víctor Machaca, presidente del Consejo del Amautas de indígenas de Tauantinsui, de Bolivia, relató que la realidad en otros países no dista demasiado de la Argentina, el espíritu es el mismo: libertad y respeto. “Hay una lucha permanente por defender la identidad pero lamentablemente hay una intromisión, por eso creemos que se debe respetar la historia”. Coincide con otro miembro de la comunidad en que el respeto por la identidad debe comenzar por los gobernantes. “En más de 500 años nuestra identidad nunca fue respetada”. Otro de los testimonios expresaba que “a mí, mi DNI no me sirve como indígena porque no dice mi verdadero nombre, sólo dice que soy argentino, pero no que soy indígena, hemos presentado varios proyectos a la Nación para que se cumpla con esto, falta una decisión política de identidad de los pueblos. Nuestra identidad es autentica, aunque nos discriminen, esa discriminación a veces duele, lastima porque no somos aborígenes, que quiere decir sin origen, que sí lo tenemos, tenemos identidad”. La cumbre se desarrolló en el Centro de Convenciones, con la participación de docentes de todos los niveles y modalidades, estudiantes universitarios, secundarios y primarios, miembros de las fuerzas de Seguridad, comunicadores sociales, y representantes de las naciones originarias Maka y Mbya. Además estuvo presente la hermana Ivonne Pierron y el ministro de Derechos Humanos, Edmundo Soria Vieta.
“La única manera de ser libres es respetar a las demás personas”
Luchadora incansable por los derechos y la igualdad, la religiosa Ivonne Pierron asegura que quiere pasar sus últimos años de vida, al lado de los pueblos indígenas, apoyando su lucha y bregando por el respeto a los más humildes.
Pasó mucho tiempo desde que la hermana Ivonne Pierron, de 81 años, abandonó Francia y dedicó su vida a misionar, en la Argentina. En 1977, durante la dictadura, se tuvo que exiliar como otros tantos amenazada por el temor de los años oscuros de nuestro país. En 1984 regresó para continuar su causa, el apoyo y la defensa de los que menos tienen. Enfermera internacional y maestra, desde Pueblo Illia, Pierron despierta cada día para trabajar por la educación de más de cien chicos. Sus ojos, cansados por el paso del tiempo y la historia que ella misma escribió, le dan autoridad para observar y cuestionar a un mundo al que todavía le falta aprender de respeto.
Participó del foro por los derechos indígenas, qué análisis de este pedido por el respeto a la identidad.
Es tiempo de conocerlos, mi último tiempo de vida quiero pasarlo con ellos. Son un ejemplo, cuando fueron masacrados, fueron ellos solos quienes siguieron adelante.
¿Porqué cuesta tanto que se los reconozca?
_ Se cree siempre que los únicos héroes son los blancos, los mártires no son solo los blancos. En Pueblo Illia hubo tres masacres en manos de gente ambiciosa que hasta hoy sigue la explotación, porque lo único que le interesa es el poder, la ambición convierte a un ser humano en un animal, no son seres humanos son monstruos, hay un desequilibrio en ellos porque la ambición los vuelve ciegos.
_ ¿La lucha diaria por los derechos humanos es igual en todo el mundo?
_ Si sos verdaderamente humano, debes comprender que en el mundo sea quien sea, todos, tenemos el mismo derecho. Hay quienes se hacen monstruos a nivel económico o por el poder a costa de la vida de gente inocente. Yo estuve por todo el mundo y puedo contar que en todos lados es lo mismo, el que tiene ambición le hace pagar a otros por esa ambición. Desde chiquita me acuerdo que todos los procesos de matanza fueron por el poder, dominar al otro. Hay que comprender algo, al final todos mueren y después de la muerte hay otra vida
¿Cuál es el mensaje que siempre transmite a las personas que ayuda?
La mejor forma de liberarse es preocuparse por el otro. Es la mejor forma de ser libres, dejar la falsa vanidad y ayudar más a aquellos que sufren. Yo valoro mi vida y lo que hago porque pude escapar de la dictadura y eso es un testimonio de vida.
La hermana Ivonne Pierron, colaboró con el libro del periodista David Bornstein, “Misionera durante la dictadura”. El documento revela la experiencia de Pierron, Alice Domon y Léonie Duquet en manos de los militares del gobierno de facto en la Argentina. Las dos últimas, fueron torturadas y arrojadas vivas al mar.
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