Unos 53 millones de latinoamericanos y caribeños padecen hambre debido a las crisis alimentaria y económica, según estimados de la FAO divulgados en una edición especial del Observatorio del Hambre.
Según la publicación especializada, que cumple su primer aniversario, esa cifra significa "el regreso a los niveles de subnutrición existentes a principios de la década de 90 en la región".
Analiza asimismo la situación de la seguridad alimentaria y nutricional en la región desde el 2008 y destaca que la "combinación de la crisis alimentaria con la crisis financiero-económica está aumentando la vulnerabilidad alimentaria".
Agrega que está afectando, igualmente, el acceso a los alimentos de los hogares pobres, especialmente en territorios rurales.
Si la crisis alimentaria se relacionó originalmente a precios altos, la crisis financiera está asociada a menores ingresos y a un aumento del desempleo los cuales tardan muchos años en recuperarse, subraya la publicación.
Por otro lado, citó a José Graziano da Silva, Representante Regional de la FAO, en el sentido de que "el deterioro de la seguridad alimentaria se vincula con la disminución del poder de compra de las familias, luego de los drásticos aumentos en los precios de los alimentos el año pasado y la creciente cesantía".
La seguridad alimentaria es prioridad en Bolivia
La ministra de Desarrollo Rural y Tierras Julia Ramos señaló que el gobierno boliviano logró que los países miembros del Consejo Agropecuario del Sur (CAS), reunidos en La Paz, incluyan en su agenda la seguridad alimentaria.
La autoridad explicó al diario Cambio que la propuesta tuvo la finalidad de garantizar el abastecimiento interno regional ante los efectos de la crisis financiera mundial y la amenaza de los fenómenos climáticos.
Representantes de carteras homólogas de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay celebraron su XVI reunión para buscar políticas conjuntas de prevención y atención a los daños ocasionados por los embates climáticos en el sector productivo.
En Bolivia la seguridad alimentaria, cuya finalidad es garantizar la producción de alimentos sanos para el consumo interno, es impulsada por el Gobierno nacional a través de diferentes programas como la dotación de semillas al sector agrícola, además de la mecanización con el apoyo de equipos como tractores, agrego Ramos.
De acuerdo con la autoridad, este hecho se constituye en un paso importante para que pronto el tema alimentario sea motivo de debate entre los países del mundo.
Por su parte, el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca de Uruguay, Ernesto Agazzi, máximo dirigente del CAS, afirmó que también determinaron cooperar técnicamente para enfrentar las amenazas naturales como inundaciones, heladas, lluvias y sequías.
Para ello se conformó un grupo de técnicos de cada uno de los países miembros del CAS para realizar una síntesis de las medidas que cada Estado viene adoptando ante los eventuales desastres naturales.
"Veremos si se puede llevar posiciones comunes a la Convención del Cambio Climático que se reunirá en Copenhague (Alemania), en noviembre de este año", adelantó.
Los seis países miembros del Consejo Agropecuario del Sur (CAS), entre los años 2004-2005 registraron daños evaluados en aproximadamente 20 mil millones de dólares, ocasionados por los fenómenos climáticos.
En Bolivia las adversidades climáticas como inundaciones, riadas, granizadas y heladas, que afectaron al sector agropecuario entre los años 2006 y 2008, ocasionaron pérdidas por miles de millones de dólares.
Bolpress
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