domingo, 23 de agosto de 2009
MOJADA DE OREJA DEL GOBIERNO Al GRUPO CLARÍN
La televización en directo de una de las actividades más populares será gratuita y eso supone una mejoría respecto de la situación anterior. El acuerdo entre la Asociación del Fútbol Argentino y el gobierno nacional puso fin al monopolio del Clarín sobre la transmisión de los partidos de fútbol.
Los actores en cuestión, con un innecesariamente relegitimado Julio Grondona a la cabeza, dejan abierta la puerta a cualquier especulación de verdad a medias o traspaso de un grupo a otro. El terrible fallido de Cristina Fernández al comparar el “secuestro” de los goles con los 30 mil desaparecidos de la última dictadura redondea fatídicamente la épica a la que apeló para presentar la medida.
El millonario negocio de la televisación del fútbol de primera se le acabó al gran pulpo Clarín, que había obtenido la exclusividad hace más de 20 años mediante un acuerdo millonario firmado con la Asociación del Fútbol Argentino(AFA). Los diez partidos de primera división ya están siendo transmitidos por la televisión pública. El estado y la AFA serán los encargados de comercializar los partidos de primera con las cadenas privadas. El canal 11 propiedad de la Telefónica española suena como un posible beneficiado.
“En ninguna mesa de negociaciones había una calculadora haciendo números sino sensibilidad para comprender de lo que estábamos hablando. Es decir, para que la gente de cualquier rincón del país pudiera ver futbol gratis" dijo Julio Grondona luego de rubricar lo que siempre rubricó en sus décadas al frente de la AFA: un jugoso negocio, esta vez de 600 millones anuales por una década. Sus asesores, ampliaron asegurando que la medida suponía “democratizar el fútbol”. La figura del secretario general de la AFA, José Luis Meiszner fue clave en la negociación.
Meiszner, además de abogado de la Cervecería Quilmes y ex candidato a intendente por el PJ quilmeño, es el histórico presidente, oficial y en la sombras del Quilmes Atlético Club. Azul y Blanca es la agrupación que impulsa internamente en su club. En ella también participa el quilmeño jefe de Gabinete, Aníbal Fernández. Bajo su batuta el club va por la enésima privatización de sus divisiones inferiores y casi no tiene pases de los juveniles ni profesionales en propiedad de los socios. El club los fue cediendo en favor de dudosos “inversionistas”. Esta situación se repite en la mayoría de los clubes que no “están” pobres como aseguró Cristina Kirchner en Ezeiza al presentar el acuerdo, sino que fueron saqueados.
Cristina expresó que el contrato gobierno – AFA “es más que un hecho deportivo. Dimos un paso grande en la democratización de la sociedad argentina”. “Porque secuestran los goles hasta el domingo, las imágenes, porque secuestran los derechos y las palabras. Como antes secuestraron y desaparecieron a 30.000 argentinos. Yo no quiero más secuestro. Quiero una sociedad libre" se desbarrancó más tarde y por absoluto la presidenta.
El financiamiento de la transmisiones, aspecto clave para la continuidad de la medida, podrá ser posible dado el enorme negocio del fútbol, fuertemente permeable al lavado de dinero que se aprecia públicamente en las cifras pagadas por figuras todavía en formación, de las que Grondona y la mayoría de los principales dirigentes del fútbol, muchos de ellos con dilatada participación política, son por lo menos cómplices. El negocio del fútbol podrá ampliarse mediante apuestas legalizadas, un viejo deseo de Grondona.
Cualquier erogación del estado para financiar clubes quebrados o con apuros económicos por los negociados entre “empresarios”, políticos y dirigentes, en ocasiones resumidas en la misma persona, Mauricio Macri por mencionar solo uno, sin investigación de las responsabilidades dirigenciales, sin modificar la estructura que permite esos entuertos, marcará a las claras la tendencia a confundir que significa distribuir la riqueza según el kirchnerismo y no cumplirá con el objetivo de recuperar los clubes por su importancia social.
La posibilidad de observar gratis los goles cuando se hacen y no tener que esperar a que Clarín y Canal 13 se decidan a pasarlos, supone una mejoría respecto de la tendencia histórica hacia la monopolización y privatización de una actividad que, bien que negocio cuantioso, forma parte de la cultura popular argentina. Ver los goles es poder ver los goles, para “democratizar” el fútbol deberían revisarse previamente numerosos aspectos, cuestión que, con los actores mencionados, se presenta como lejana.
Prensa de Frente
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