domingo, 27 de abril de 2014

Unen: se presentó en sociedad y empezó a romperse



El Unen es un mosaico de contradicciones. La perspectiva de una alianza con el PRO. Embrionario pacto político entre los K y el ‘socialismo’ de Santa Fe. Plan B: Binner y sus conversaciones con la CTA disidente.

En las 48 horas previas a la presentación en sociedad del frente FA Unen (UCR, PS, CC, PSA, Proyecto Sur, Frente Cívico de Córdoba), se produjeron los siguientes hechos: 1) Cobos reafirmó su política de alianza con el PRO de Mauricio Macri; 2) Stolbizer denostó esta política y a Lilita Carrió, que la impulsó antes que nadie; 3) Ernesto Sanz, que había declarado su acuerdo con el PRO en una segunda vuelta electoral -es decir votar al más votado en la primera de ambos- planteó, frente a la posibilidad de una crisis en el acto mismo de lanzamiento, posponer la discusión; 4) la UCR de Córdoba resolvió enviar al acto de presentación una delegación de segundo nivel, prólogo a un pronunciamiento en contra del Frente Cívico (Luis Juez) al que impugnan para cualquier construcción política común a nivel local; 5) Gustavo Vera (La Alameda) anunció que no participará del acto, como tampoco lo hizo de las reuniones previas del Unen, por no haber sido invitado; 6) al momento de iniciarse el acto en el Broadway, no había acuerdo sobre si Martín Lousteu y Alfonso Prat Gay iban a estar en el escenario -en este último caso con el apoyo entusiasta de Libres del Sur.
Como puede verse, la coalición que se presenta como una alternativa coherente frente al peronismo y la derecha, y una superación política de la vieja Alianza, es un mosaico de contradicciones a punto de estallar.
La perspectiva de una alianza con el PRO ha sumado adhesiones en cascada y ha dejado una crisis expuesta. La propuesta (hasta ahora) solitaria de Carrió tuvo el apoyo de Julio Cobos y del mismísimo presidente de la UCR, Ernesto Sanz, que expresa un desplazamiento político previo -en el que se alinean los intendentes que siguen a Cobos; la fracción de Aguad, y hasta cierto punto, Mestre en Córdoba; el aparato fiel a Nosiglia en la Capital.
Pero, además, “hasta los mismos socialistas, por boca de Binner, han hecho saber esta semana que Macri dejó de ser el límite tenebroso que habían jurado jamás cruzar” (Clarín, 19/4).
El silencio de Carrió podría ser expresión de este vuelco. Su negativa a incluirse entre los presidenciables podría deberse a una negociación con el PRO, con desenlace abierto, para ser candidata a jefa de Gobierno en la Ciudad.
Existe, sin embargo, otro flanco de crisis del que poco se habla. La presencia de los gendarmes en Rosario aparece como formando parte de un embrionario pacto político entre el gobierno K y el socialismo de Santa Fe, cuyas votaciones comunes en la Legislatura de la provincia son cada vez más frecuentes. Bonfatti, el gobernador (PS), saludó la presencia de los gendarmes y la colaboración del gobierno nacional, mientras Binner la consideró tardía e inútil. Al mismo tiempo, “empiezan a escucharse voces socialistas que reclaman darle prioridad a conservar el gobierno de Santa Fe, apretado por la inseguridad y el narcotráfico, y donde Antonio Bonfatti no tiene reelección” (ídem anterior).

Plan B

Para el caso de que se produzca una ruptura de lo que hoy se inicia, Binner -según Ambito Financiero estaría organizando un plan alternativo. Esto explicaría conversaciones reservadas con el secretario general de la CTA opositora, Micheli, a quien le ofrecerían encabezar la boleta a diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires. “Las negociaciones entre Binner y Micheli son el extremo de un principio de acuerdo más amplio con la CTA disidente en caso de que la UCR logre blanquear su apetito macrista”. Esto incluiría, según el analista, la posibilidad de lanzar la candidatura a vicepresidente de Víctor de Gennaro (2/4).

¿Qué programa?

Una encuesta a cuatro de los presidenciables del Unen arrojó un resultado que es una caracterización en sí misma. Sobre la primera medida que tomaría frente a la inflación: Binner planteó “cerrar la brecha fiscal”, es decir el ajuste; Cobos, “asumirla del todo”, es decir un golpe a lo Rodrigo; Sanz y Solanas, generalidades. Sobre la intervención de las Fuerzas Armadas en la lucha contra el narcotráfico, Cobos estuvo de acuerdo, Solanas y Sanz en contra y Binner se refugió en un críptico “no estaría de acuerdo con mi pensamiento de lo que fueron (sic) las fuerzas armadas”. Sobre la legalización del aborto, hubo unanimidad: Sanz y Cobos rotundamente no; Solanas, ídem pero más hipócrita -”ya tenemos el aborto no punible”; Binner: “es un tema controvertido” (La Nación, 22/4). No por casualidad, han logrado unanimidad en los temas caros para el Vaticano.
El FA Unen nace con la posibilidad cierta de autodestruirse y pulverizarse políticamente.

Christian Rath

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