“No puede haber nada más lindo (que un piropo), por más que esté acompañado de una grosería, que te digan qué lindo culo que tenés, está todo bien”, dijo el jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, el pasado martes 22 de abril en una entrevista concedida a la radio FM Masters de Ushuaia, luego de haber expresado que "a todas las mujeres les gustan que les digan un piropo”. La respuesta no se hizo esperar.
¿Son los “piropos” una forma de violencia normalizada e invisibilizada contra la mujer? ¿Sería mejor llamar acoso callejero machista a los “halagos”?
Con estas preguntas y reflexiones a partir de las respuestas invitábamos a los y las lectoras de ANRed desde el artículo ¿Y si me permites caminar tranquila? a cuestionar las prácticas cotidianas, las sutilezas que pasan desapercibidas que Luis Bonino denominó “micromachismos”.
Pero el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, evidentemente no analiza que un piropo o una grosería es una "práctica de dominación masculina cotidiana e imperceptible que se dan en el orden de lo micro”. Por el contrario, avala públicamente ese tipo de prácticas, basándose en el argumento de que a las mujeres nos gusta que nos digan cualquier cosa, hasta algo que nos agrede o denigra.
Ninguna mujer está gustosa de recibir palabras descalificadoras, intimidantes o insultantes alusivas a su cuerpo por parte de un desconocido en la calle o de conocidos en el lugar de trabajo, de estudio o en el barrio. Pero el sistema patriarcal nos enseña que esas palabras son sólo halagos o mecanismos para subir la autoestima.
"El Jefe de Gobierno que realizó esas retrógadas y machistas declaraciones, es el mismo que administra una cuidad donde las mujeres somos denunciadas en los hospitales en situaciones de aborto, explicita mente denunciadas y humilladas públicamente por él mismo; donde somos privadas del derecho a la salud en hospitales con faltantes constantes de anticonceptivos, instrumental médico para realizar los controles y hasta insumos básicos que imposibilitan el ejercicio de este derecho." manifiestan desde el Frente Popular Darío Santillán.
En un comunicado de repudio prosiguen "una ciudad donde las mujeres sufrimos maltrato en las oficinas donde deberíamos ser asesoradas en casos de violencia familiar y/o sexual, donde además somos expulsadas por la constante burocracia y sólo contenidas por el trabajo a pulmón de quienes sostienen los programas que no son eliminados, como en el caso del programa de atención a víctimas de delitos sexuales, eliminado por el Gobierno de la Ciudad a principios de este año; dejando sin asistencia estatal a mujeres sobrevivientes de abusos sexuales. Una ciudad donde también nuestras familias son excluídas de nuestros barrios, por los negociados inmobiliarios que ejecuta impunemente, que sólo enriquecen sus bolsillos y los de las empresas con las que negocia. Una ciudad de Buenos Aires donde nuestros hijos e hijas quedan excluidas del sistema educativo público, sin guarderías y con ausencia total del estado."
Por su parte el Movimiento Cultural Hagamos Lo Imposible difundió un video, donde salen a la calle a buscar las opiniones de los ciudadanos de Buenos Aires, "ya que no es la primera vez que vemos al jefe de gobierno en su peor faceta machista", afirman.
En tanto, ayer, jueves 24 de abril, el legislador porteño del Frente de Izquierda y de los Trabajadores, Marcelo Ramal, presentó un Proyecto de Ley en donde se plantea "el rechazo a manifestaciones despectivas del Jefe de Gobierno Mauricio Macri al género femenino así como la desautorización de las mujeres que rechazan esas expresiones."
Ramal agregó: "Esa justificación de agresiones verbales apelando al recurso de desacreditar a la mujer que las rechaza es una forma de violencia de género."
Desde diversos lugares le hacen notar a Mauricio Macri que la violencia de género y el machismo avasallan los derechos humanos.
ANRED
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