sábado, 19 de abril de 2014
Nonogasta: El pulmón que no respira
La lejanía del pueblo de Nonogasta respecto de la urbe metropolitana permitió mantener en silencio tres décadas de contaminación y muerte
Escasez de agua, aire contaminado y tierra viciada de químicos mortales, son sólo algunas de las condiciones de vida que padece el pueblo riojano de Nonogasta, a las que ahora se suma la “limpieza” empresarial de un predio para plantación de árboles no autóctonos y que, según denuncian los vecinos, servirá para enviar los efluentes que desecha la fábrica de cueros Curtume CBR, aumentando sus negocios y destruyendo aún más la salud de esa población.
La lejanía del pueblo de Nonogasta respecto de la urbe metropolitana permitió mantener en silencio tres décadas de contaminación y muerte, debido a la instalación y al funcionamiento ininterrumpido de la fábrica Curtume CBR Ltda. (ex Yoma), que utiliza Cromo, Plomo y Ácido Sulfúrico, entre otros productos, para el procesamiento de los cueros.
Los efluentes generados van directamente a unos 120 piletones situados a metros de los pueblos aledaños, dañando la salud de las personas, provocando mal formaciones, cáncer y muerte en bebés antes de nacer, o incluso, nacimientos de bebés con órganos afuera, ya que estos contenedores de agua mezclados con químicos están a cielo abierto y esos efluentes, en realidad, deberían contar con una planta de tratamiento para evitar el olor y la contaminación, que fue anunciada en 2009 pero aún no está terminada.
“Un pulmón para Nonogasta”: el negocio oculto de los efluentes
Los integrantes de la Asamblea El Rétamo denunciaron que en esta última semana, “grandes máquinas enviadas por Curtume CBR (VER: Por un error de la Justicia, los Yoma podrían recuperar una curtiembre) nuevamente arremetieron en terrenos colindantes a esta fábrica (algunos de ellos pertenecientes a vecinos) para continuar con la deforestación de los campos de Nonogasta”, arrasando “con toda la flora autóctona que estaba a su paso como jarillas, rétamos, algarrobos y otros arbustos de la zona”, y con el pretexto de generar “un pulmón para Nonogasta”.
Todo esto sucedió en medio de una fuerte presencia de policías que avalaban el accionar de los tractores manejados por empleados de la curtiembre supervisados por quien se encuentra a cargo del sector de Recursos Humanos de la empresa, Gustavo Cejas.
El anuncio oficial
En esta semana, además, vecinos y asambleístas escucharon a Raúl Moreno, sobrino del gobernador de La Rioja, Luis Beder Herrera, convocar a periodistas únicamente de Nonogasta para que visiten la planta de tratamiento de la curtiembre, que “en unos días estaría terminada para llevar tranquilidad a la población” y para anunciar que el agua de la planta ya tratada pueda ser destinada hacia el regadío del pulmón.
Este anuncio genera dos inquietudes puntuales en los vecinos: una convocatoria limitada y en voz baja a periodistas de la zona para evitar difusión y conflictos en el marco de la visita del Jefe de Gabinete, Jorge #Capitanich, al departamento de #Chilecito (cabecera de Nonogasta) y a la curtiembre misma y, por otra parte, la limpieza de campos cercanos a la curtiembre para plantación de unos 3.000 eucaliptos (y probablemente palmeras), donde se derivarían los desechos químicos de Curtume para acelerar el crecimiento de estos árboles y, a su vez, obtener un rédito económico más veloz, ya que, según afirma María Flores, integrante de la Asamblea, “la empresa podría utilizar la madera del eucalipto para venderla”.
Contradicciones
En el marco de esta visita, Moreno declaró a los medios que volverá a plantar los algarrobos que arrancó y también plantarán pinos y álamos para solucionar la contaminación producida por Curtume, pero acto seguido, habló el gobernador y afirmó que se hará una plantación de olivos. “No se ponen de acuerdo ni para mentir”, expresó Flores.
La planta de tratamiento no está terminada
Por otra parte, y en medio de cientos de quejas por los olores y las consecuencias contaminantes derivadas de la fábrica, Flores expresa que, según pudo saber, “los empleados que trabajan en la planta de tratamiento no tienen el material para la obra; que les ordenan hacer cualquier cosa así los ven que se está trabajando cuando en realidad no tienen nada para seguir; que el ingeniero de la obra habría dicho que la construcción de la planta no es ni la mitad de lo que está en los planos”, en definitiva, que “la planta no está terminada”.
También denuncia que “el gobierno (riojano) ahora saca una propaganda y comunica que en estos terrenos están por hacer un pulmón para Nonogasta, que ayudará a evitar la contaminación, pero ahí está la mentira, es todo falso. Engañan para hacer el negocio tranquilos”.
Meses atrás, el secretario de Medio Ambiente de La Rioja, Nito Brizuela, declaró que la planta tiene 3 pasos y sólo se terminaría con el primero, que implica sacar el olor dejando los químicos y el agua en la mismas condiciones. Pero los vecinos niegan que el olor se haya ido como también niegan que la planta esté finalizada.
Usurpación de terrenos y responsabilidad política
Flores cuenta que los terrenos sobre los que avanza la empresa pertenecen a tres vecinos, obtenidos por derecho de posesión y eran usados para pastoreo, pero a causa de la influencia de las aguas de la curtiembre, sacaron a los animales de allí, dejando sólo sus viviendas.
Por último, los vecinos de Nonogasta adjudican sin dudar la responsabilidad de esta situación (tanto de los desechos químicos sin tratar como de los terrenos arrasados para ampliar los negocios), al gobernador de La Rioja, al secretario de Medio Ambiente de esa provincia; al intendente de Chilecito, Nicolás Lázaro Fonzalida; y a los referentes de la curtiembre, cuyo gerente general es Roberto Perino, quien ya ejercía su cargo cuando la fábrica pertenecía a Emir Yoma, cuñado del ex presidente Carlos Ménem.
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