El gobierno se apresuró a cerrar la huelga docente que se prolongó por 17 días, situación sin precedentes en ninguna paritaria ni privada ni estatal, amenazado por la fortaleza de la unidad y la movilización de las bases apoyadas por la comunidad educativa. Un análisis de lo pendiente y un cambio que parece no detenerse.
Paralelamente a las grandes concentraciones que nuclearon aproximadamente a 50 mil docentes en La Plata y 30 mil frente al Ministerio de Educación de la Nación, se realizaron durante los 17 días en que se prolongó el paro docente, centenares de movilizaciones en ciudades y pueblos del interior del país y la provincia de Buenos Aires, que recibían la solidaridad de la población y condicionaban la actitud de las cúpulas sindicales que se vieron obligadas a convocar a asambleas con las bases para levantar la medida. Esta situación denotó el fracaso de la conciliación obligatoria impuesta por los gobiernos nacional y provincial y las medidas judiciales contra el derecho de huelga de trabajadores y trabajadoras docentes y la propuesta de un salario inicial de $ 5 mil para agosto, el pago de los días de huelga y el retiro del presentismo, medida defendida por la Presidenta de la Nación, Cristina Fernández, en la apertura de sesiones legislativas, el 1 de marzo pasado.
Según el Secretario General del Sindicato Único de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (SUTEBA), Roberto Baradel, de las 129 asambleas realizadas, 120 se expresaron a favor de aceptar la nueva propuesta “superadora”. Pero según delegados que participaron de las mismas, la discusión fue muy pareja y muchos trabajadores aún se pronunciaban a favor de la continuidad de la medida de fuerza. En este sentido, la Secretaria General de SUTEBA Quilmes, Lidia Braceras, informó que las nueve seccionales opositoras –Bahía Blanca, Berazategui, Ensenada, Escobar, La Matanza, La Plata, Marcos Paz, Quilmes y Tigre-, rechazaron la propuesta del gobierno provincial por considerarla insuficiente. En este sentido, no es menor el dato que indica que el salario docente de las y los trabajadores de Buenos Aires cayó del puesto 12 al 18, en el período 2008- 2012, en un ranking que ordena a las provincias a nivel nacional.
En La Matanza, el distrito mayoritario, el viernes pasado más de 10 mil docentes, madres, padres, centros de estudiantes, organizaciones sociales y comisiones internas de la salud, ferroviarios, jaboneros y gráficos, entre otros, se movilizaron hasta la Plaza de San Justo en apoyo al reclamo docente y en defensa de la educación pública. Luego de la movilización, 1091 docentes afiliados y 212 no afiliados reunidos en asamblea rechazaron la propuesta salarial; aunque sus votos fueron anulados porque habían participado no-afiliados. Lo mismo sucedió en La Plata donde 500 docentes rechazaron el acuerdo. En Almirante Brown, los micros se llenaron con docentes autoconvocados para ir a las marchas pero no les permitieron entrar en las asambleas, ni siquiera a escuchar los puntos de la nueva propuesta. En Ensenada, rechazaron la propuesta gubernamental por 199 votos en contra y 17 a favor. En una segunda votación, realizada con afiliados de SUTEBA, 111 votaron por el rechazo y 2 a favor. Mientras que desde la Unión de Docentes de la provincia de Buenos Aires (UDOCBA), el gremio desplazado del Frente Gremial Docente Bonaerense, denunciaron que les avisaron una hora antes de la reunión paritaria para que no estuvieran presentes y aseguraron que el gobierno provincial estuvo reunido previamente con SUTEBA y la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB).
En la actitud de los gobiernos nacional y provincial y la dirección del SUTEBA, de la oficialista CTA de Hugo Yaski, sin dudas influyó la posibilidad de que la movilización docente se extendiera en el tiempo y confluyera con el paro nacional convocado para el próximo 10 de abril que promete ser masivo. Esto, sin olvidar que hasta el momento la gran mayoría de los gremios no han arribado a acuerdos salariales que permitan recuperar el terreno perdido por el golpe devaluatorio, la remarcación salvaje de precios y el aumento de tarifas de los servicios públicos.
En el panorama nacional, aun continúan sin clases las provincias de Entre Ríos, Neuquén, Chaco, Jujuy, Misiones, Mendoza y La Rioja; mientras que en Tierra del Fuego y Río Negro llegaron a acuerdos salariales por encima del porcentaje bonaerense, donde además se suma la resolución pendiente de la situación de infraestructura escolar.
Mario Hernández
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