Cómo se mueve el tablero político de cara al 2015, entre la revisitada alianza de UNEN, la proyección de Massa y los dilemas del PRO. Los desafíos de consolidación de la izquierda y el recambio institucional del año próximo.
Durante las últimas semanas, y con inusitada anticipación, todo el tablero político comenzó a mostrar movimientos y reposicionamientos en función del traspaso presidencial de 2015. Las tensiones entre viejas alianzas electorales se combinaron con especulaciones que hasta incluyen los planes para un hipotético ballotagge. En la presente nota ofrecemos una panorámica de los bloques políticos más consolidados y algunas de las claves que atraviesan a cada uno.
El futuro del oficialismo
En las últimas elecciones legislativas, el Frente Para la Victoria confirmó que es la primera fuerza a nivel nacional, lo cual implica que si logra cohesionar sus votos detrás de una figura aglutinadora, no tendría problemas en entrar en el primer puesto a una segunda vuelta en 2015. El claro inconveniente que encuentra el oficialismo reside en que, al estar contenido en una estructura personalista, y con su líder imposibilitada de buscar un nuevo mandato, se encuentra ante una situación inédita en su historial en el poder. Es así como el dilema por la figura ‘sucesoria’ vislumbra una fácil resolución.
El precandidato del espacio que cuenta con la mayor intención de voto es, sin dudas, el gobernador de Buenos Aires Daniel Scioli, que después de una relación tirante con la casa rosada en los últimos años, donde decidió no romper vínculos con Cristina y aferrarse al barco oficialista en la ultima campaña. Pero el perfil de este ex ministro menemista no es del agrado de los sectores más combativos del kirchnerismo, que se inclinarían por algún otro candidato que represente un "cristinismo" más puro.
A partir de ello, una andanada de nombres comenzaron a barajarse y algunos de ellos ya han dicho presente en la carrera presidencial desde el bloque oficial: el que lo hizo de manera más frontal fue Sergio Uribarri, gobernador de Entre Ríos, que aprovechó la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso de este año para encabezar una movilización de respaldo a Cristina, bajo la consigna "Uribarri presidente 2015".
Pero otros funcionarios kirchneristas como Florencio Randazzo, Julián Domínguez, Amado Boudou, y Aníbal Fernández, también manifestaron sus intenciones de acceder a la carrera presidencial; es evidente que la estrategia del bloque oficial parece ser presentar un conjunto muy amplio de posibilidades, que logren aún no consolidar un candidato único del oficialismo, sino mostrar una interna del peronismo donde se definiría la elección.
El salto del tigre
Luego del amplio triunfo en las legislativas de la Provincia de Buenos Aires, y con una importante proyección a nivel nacional, Sergio Massa del Frente Renovador (FR) aparece como la figura de crecimiento más rutilante y con cierta ventaja respecto del resto de los hipotéticos candidatos en diversas encuestas. A principios de año, una de ellas, la de Hugo Haime & Asociados, mostraba a Massa como el candidato presidencial con mayor intención de voto, con el 25.5%, sacándole una diferencia de 10 puntos al segundo, Daniel Scioli. Otra consulta realizada por Raúl Aragón & Asociados lo ubica por sobre los 30 puntos, sacándole una ventaja Scioli y Macri de casi 17, mostrándolos en un virtual empate por el segundo lugar.
Recientemente el líder del FR se reunión con el gobernador de Córdoba, Juan Manuel dela Sota, quien también aparece como presidenciable por parte del peronismo opositor. Otro aval con el cual cuenta Massa para sus aspiraciones presidenciales es el del ex gobernador de Santa Fe, Carlos Reutemann, quien se mostró junto al ex intendente de Tigre en diversos acontecimientos en los últimos meses.
Proyectando el experimento porteño
Mauricio Macri ya había lanzado su candidatura presidencial el mismo día que se conocieron los resultados legislativos en 2014, en una jugada que se podría leer como una táctica destinada a quitarle protagonismo al gran ganador de la fecha, Sergio Massa. En esta línea adelantó que en su gabinete no quería “a nadie que haya formado parte de un gabinete nacional”, reforzando su idea de instalar ‘lo nuevo’ en la política argentina, y descartando posibles alianzas con el peronismo y sus derivados. La que no está aún descartada es una hipotética unión con el frente UNEN, alimentada por el sector mas conservador del mismo.
Entre los debates actuales del PRO, una tarea difícil resulta la cuestión de la inserción en el conurbano que, como fue dicho, es el puntal clave para pensar una proyección nacional. Semanas atrás, el periódico La Nación reveló conflictos internos en el espacio que conduce Macri, siendo que María Eugenia Vidal, quien aparece como posible candidata a gobernadora de Buenos Aires, se habría quejado de no recibir el suficiente apoyo de su partido para el desafío bonaerense.
Si bien la actual vice jefa de gobierno salió a desmentir la nota, las aspiraciones del PRO allende la Gral. Paz parecen difíciles de llevarse a cabo, aunque repitan desde las filas del partido que la intención es concretar la proyección y estructuración a nivel nacional; en capital, el tendal de internas que dejaría la salida de Mauricio Macri, involucran a Larreta, Santilli, Ritondo y Michetti que se diputan la sucesión.
La Alianza revisitada
En lo que refiere al sector de la centro-derecha, el martes pasado en el teatro Broadway hizo su lanzamiento público el Frente Amplio UNEN, con miras al 2015. Este espacio aglutina a la UCR, Proyecto Sur, Libres del Sur y Coalición Cívica-ARI, y figuras como el ex ministro de Economía Martín Lousteau.
El debate que está atravesando actualmente al Frente UNEN, como se mencionó anteriormente, se llama Mauricio Macri. Varios referentes, principalmente de la UCR, como Oscar Aguad y Ernesto Sanz, lanzaron la polémica iniciativa de que el jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires sea parte de la alianza con vistas al 2015, lo cual fue rechazado por los representantes de extracción mas progresista, como Victoria Donda de Libres del Sur, Pino Solanas, y también por algunos radicales como Ricardo Alfonsín.
A pesar de estas objeciones, la presión del conjunto radical parece ser fuerte en función de promover esta alianza. Algunos miembros de la UCR creen que la alianza debe hacerse desde el inicio de la campaña mientras que otros, como Julio Cobos, abrieron la posibilidad a la fusión para un hipotético Ballottage, posición compartida por el "socialista" Hermes Binner.
Los caminos de la izquierda y la transición
Por su parte, la izquierda sigue haciendo sus armas en la política institucional, con la asunción de diputados nacionales y provinciales. Mientras esta semana asumió Noelia Barbeto como primera senadora trostkista en Mendoza, las bancadas del FIT se empiezan a consolidar en distintos distritos y saben que la relación entre su actividad parlamentaria y su base social, será central para poder superar la marginalidad que las opciones de izquierda suelen representar en las elecciones presidenciales. Seguramente Jorge Altamira del Partido Obrero, vaya por una nueva candidatura, esta vez con un plafond institucional más grande que otros años.
Como vemos, la distancia que nos separa de las presidenciales de 2015 es corta e intensa en materia de alianzas políticas. Ese corto tiempo parece estar signado, entre otras medidas por la ley antipiquetes, la quita en los subsidios de algunos servicios, el sinceramiento respecto de la inflación y la apertura a los capitales del club de Paris.
Estas recientes medidas, se muestran como puntos de transparencia que dejan ver que el gobierno kirchnerista está dispuesto a transitar un fin de ciclo con las menores turbulencias posibles respecto de las demandas de la oposición. Las declaraciones del lunes de la Presidenta, cuando auguró que: “el próximo Presidente va a recibir un país mucho mejor del que nos tocó a nosotros”, instalaron un halo de fin de ciclo difícil de revertir.
Los caminos de este proceso de transición se irán aclarando en los próximos meses, y seguramente se configurará a partir de la correlación que pueda establecer el bloque gobernante con las diferencias alternativas, por centro, derecha e izquierda, que pretenden subirse al escenario nacional.
Francisco Longa y Edgar Juncker.
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