Los empleados del casino Puerto Madero decidieron continuar con las medidas de fuerza porque una medida judicial impidió que 81 personas regresaran a sus puestos, a pesar de que el ministerio de Trabajo había dictado la conciliación obligatoria. Servini de Cubría habría ordenado el cierre del casino.
Por ANRed - S (redaccion@anred.org)
Anoche, empleados de los tres turnos del Casino Puerto Madero se hicieron presentes frente a las puertas del complejo, en la Dársena Sur, para aguardar el inicio a las 00 horas de la conciliación obligatoria, que permitiría el ingreso de los despedidos.
Las puertas del estacionamiento estaban valladas y protegidas por prefectos y custodios privados. Finalmente, Prefectura Naval recibió hoy una orden judicial para vedarles el ingreso, dictada por la jueza federal María María Romilda Servini de Cubría quien dio lugar a un amparo presentado por la empresa y los 6 sindicatos que intervienen en el barco.
Esta mañana, los dos buques-casino que estaban fuertemente custodiados por efectivos de la Prefectura Naval, funcionaban en un diez por ciento, gracias a que unos pocos empleados y los clientes eran llevados a bordo en lanchas y catamaranes que partían desde el tradicional paseo Caminito, en La Boca.
"Estamos siendo víctimas de un nuevo escándalo. No puede ser que se desconozca la protección que la ley le otorga a los delegados, ni que una jueza en lo penal intervenga en un tema netamente laboral", expresó Leonardo Bonanni, uno de los delegados de los trabajadores.
"Apareció un listado de nombres, y nosotros nos presentamos para que se acate la resolución del ministerio. Hemos resuelto retomar la medida de fuerza que levantamos el jueves pasado cuando se dictó la conciliación obligatoria".
Según el delegado, los 1500 empleados del casino acataron la decisión de la asamblea, porque "estamos siendo víctimas de un escándalo político a nivel nacional. Somos víctimas de patotas, despidos arbitrarios, represión ilegal, y una resolución de la justicia que no tiene parangón. Esta empresa tiene mucho poder".
Los delegados informaron que la misma jueza Servini de Cubría ordenó esta tarde cerrar el casino flotante, para evitar así "quedar involucrada en el conflicto sindical", dijeron.
Los trabajadores abrieron un fondo de huelga para sostener los días de paro y ratificaron que la protesta en el casino "va a continuar hasta tanto se reincorpore a todo el personal".
El conflicto en el casino flotante se inició el 9 de noviembre cuando integrantes del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) ingresaron a una asamblea que realizaban los trabajadores por la reducción de la jornada y destrozaron las instalaciones del comedor, argumentando que los empleados debían encuadrarse en su sindicato y no en ALEARA.
Por ese episodio, la empresa remitió 61 telegramas de despido a los trabajadores, bajo la causa de "desmanes en las instalaciones", lo que generó el paro activo con bloqueo en los ingresos para reclamar sus reincorporaciones. Durante el paro, la empresa despidió a 20 trabajadores más, con el motivo de "abandono del puesto de trabajo". Los trabajadores señalaron a ANRed que temen que sea la primera "tanda" de despedidos los que la empresa se niegue a reincorporar.
Otro brutal episodio protagonizado por la empresa concesionaria del casino (Cristóbal López) sucedió la noche del martes 4 de diciembre cuando la prefectura Naval desalojó sin orden judicial a los trabajadores que aguardaban en las puertas de acceso al Casino Flotante de Puerto Madero. La violenta represión fue repudiada con una movilización hacia el Ministerio de Trabajo el miércoles 5 donde comenzaron las negociaciones con el Ministerio de Trabajo que deribó en la conciliación obligatoria vigente a partir de hoy.
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