sábado, 8 de diciembre de 2007

COMENTARIO DEL DOCUMENTAL “SICKO”, DE MICHAEL MOORE

“Sicko”, el último documental del cineasta estadounidense Michael Moore, adosa un nuevo elemento para convencernos de que la realidad de la más arrogante y “democrática” nación, está muy lejos de ser ejemplificadora para otros pueblos y que la patológica conducta de sus dirigentes echa por tierra la ilusión del “sueño americano”.
El documental se encarga de mostrar cómo funciona el sistema de salud, y en particular las empresas de seguro médico, en la superpotencia capitalista. Arranca con un par de datos que abruman hasta al más despierto y conciente de los espectadores: casi 50 millones de los 300 millones de estadounidenses no cuenta con un seguro médico; alrededor de 18 mil de ellos mueren al año por esa causa. Esto ya impresiona y revuelve las vísceras.
Pero el jugo lo consigue al ocuparse de aquellos 250 millones que sí tienen seguro médico. Estas personas están asociadas a alguna de las siguientes empresas: Kaiser Permanente, United Healthcare, Humana, Blue Cross/ Blue Shield of Luisana, Aetna, Cigna, Assurant Health, PS Family Healthcare, Horizon, BCS, las cuales, de la manera más siniestra, se encargan de no cubrir los gastos a sus asegurados.
Así avanza el film, hasta llegar a revisar algunos hechos históricos que comienzan con esta práctica descarnada de lucrar con lo más elemental del ser humano, exponiendo cómo fue que el 18 de febrero de 1971 se lanza el plan ideado por Richard Nixon y Edgar Kaiser para lograr una menor atención médica y más ganancia para Permanente de Kaiser, o los anuncios de Hillary Clinton de aplicación de un sistema de salud bajo el precepto de medicina universal y socializada, que no llegó a concretarse por las coimas recibidas por la ex primera dama por parte de las empresas.
Pero Moore no se queda sólo con lo que sucede en los Estados Unidos, sino que recorre Canadá y algunos países de Europa para comparar sus sistemas de salud. El resultado es contundente para su crítica. Tanto Canadá, como Inglaterra y Francia, aún siendo países capitalistas, distan enormemente de ubicar a la salud de la población como mera mercancía, al menos no al nivel de los EE UU de George Bush. Sorprende, ¿no?
Finalmente, y lo que no sorprende es el viaje a Cuba que realiza Moore con rescatistas del 11S con serias secuelas de salud por su tarea en la catástrofe, absolutamente abandonados por el gobierno. Y esto es lo más emocionante y dignificador del documental, ya que los ciudadanos estadounidenses son atendidos por los médicos cubanos, en centros gratuitos, con remedios baratísimos que cuestan 5 centavos en Cuba, frente a 120 dólares en los EE.UU. en algún caso, y todo esto en un país del Tercer Mundo bloqueado por su país de origen.

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