domingo, 23 de diciembre de 2007

100 años de la matanza de Santa María de Iquique

Autor: Luis Advis

Hace 100 años, el 21 de diciembre de 1907 en Iquique (Chile) fueron
asesinados 3.600 obreros de la industria del salitre (de propiedad
inglesa) junto a sus mujeres e hijos por parte del ejército que
recibió órdenes del Gobierno de Pedro Montt.

Los obreros de las oficinas salitreras de la región de Tarapacá
iniciaron la huelga y marcharon con sus familias a Iquique, para
conseguir mejoras en sus condiciones de vida y de trabajo. Sus
demandas eran más que justas: Eliminación del pago con fichas,
comercio libre para evitar especulación de las pulperías (tiendas
donde tenían que cambiar las fichas por alimentos), mejorar las
condiciones de seguridad en el trabajo, la creación de escuelas
nocturnas para los obreros y la prohibición de destituir o remover a
los dirigentes de los trabajadores entre otras.

Llegaron a Iquique el 16 de diciembre. 6.000 huelguistas acamparon en
la escuela Santa María. A medida que avanzaba la huelga, más y más
pamperos se unían a ella, llegándose a estimar que para el 21 de
diciembre eran cerca de 10.000 (algunos incluso estiman 14.000).

Los trabajadores pidieron al Gobierno que actuara de mediador con los
patrones de las firmas salitreras extranjeras (ingleses) para
solucionar sus demandas pues la patronal exigía la vuelta al trabajo
antes de sentarse a la mesa de negociaciones.
La respuesta del Gobierno no se hizo esperar: declaró el Estado de
Sitio y suspendió las libertades constitucionales, enviando al
regimiento O'Higgins y al crucero Esmeralda. El General Roberto Silva
Renard junto al Coronel Ledesma tenían la misión de desalojar a los
trabajadores en huelga y hacerlos volver a las minas.

El 20 de diciembre de 1907 los dirigentes obreros mantuvieron una
reunión con el intendente Carlos Eastman Quiroga. Mientras la reunión
se efectuaba en la oficina salitrera Buenaventura, un grupo de obreros
con sus familias trataron de abandonar el lugar y fueron acribillados
en la línea férrea. Como resultado de esta acción 6 obreros murieron y
los demás terminaron heridos.

El 21 de diciembre de 1907 se efectuaron los funerales de los obreros,
e inmediatamente después de concluir las ceremonias se les ordenó a
todos los trabajadores que abandonaran las dependencias de la escuela
y sus alrededores y se trasladaran a las casuchas del Club Hípico
(Hipódromo). Los obreros se negaron a ir, temiendo ser cañoneados por
los barcos que apuntaban el camino que deberían recorrer hacia el Club
Hípico.

Ante la negativa, el jefe militar ordenó a los soldados disparar. La
multitud, desesperada y buscando escapar, se arrojó sobre la tropa y
ésta repitió el fuego al que se le añadió el de las ametralladoras.

Los sobrevivientes de la matanza posteriormente fueron llevados
literalmente a sablazos hasta el local del Club Hípico, y desde allí a
la pampa (zona desértica del norte de Chile, comprendida entre las
regiones de Tarapacá y Antofagasta), donde se les impuso un régimen de
terror.

El impacto social que produjo este acontecimiento obligó al gobierno
de la época a dictar leyes sociales para comenzar a mejorar las
condiciones laborales de los obreros.

Esta huelga tiene trascendencia histórica porque marcó el comienzo del
movimiento obrero organizado de Chile.

No hay comentarios:

Publicar un comentario