La convocatoria del “Perro” Santillán a "sumar el esfuerzo de todos los sectores hacia el camino político iniciado por el Frente de Izquierda para que el próximo año tenga todavía mejores resultados" (portal "Prensa Jujuy", 23/12), constituye un síntoma claro de que el Frente de Izquierda continúa siendo el canal político de un ascenso de los trabajadores por la vía de la independencia de clase y un medio de diferenciación política, por un lado, y de reagrupamiento político, por el otro, al interior de los sectores más activos de la clase obrera. "Sería importante, agrega, poder sumar esfuerzos a esta gran herramienta que ha demostrado ser buena para los trabajadores, para darle más impulso todavía". Estas son conclusiones de quien fuera hasta ahora un rival político del Frente de Izquierda y un vocero destacado de una estrategia política antagónica. El “Perro” destaca, en la misma entrevista, el desarrollo del Partido Obrero en Salta, como "resultado de un trabajo consecuente y coherente que ahí vienen haciendo hace años. ¿Y si la Izquierda gana la intendencia de Salta?, se pregunta, "sería algo sin precedentes". Los planteos del “Perro” deben ser entendidos también como un giro en la apreciación política general de una variedad de agrupaciones de izquierda que lo tienen como referente. Establecen, hasta cierto punto, un nuevo escenario político. Son la expresión de una tendencia aún más amplia, que se pondrá de manifiesto con el desarrollo de la crisis política.
El acercamiento del “Perro” al Frente de Izquierda zanja, sin atenuantes, las divergencias que se produjeron en el Frente de Izquierda con relación al llamado Encuentro de Atlanta, que fuera predicado, por su impulsores, como un polo "de lucha" que acercaría a sectores que no comulgaban con el Frente de Izquierda -esencialmente, en alusión a la corriente del “Perro”. Ese Encuentro naufragó hace tiempo como consecuencia de sus contradicciones insalvables -en especial la tentativa de querer disimular con un planteo sindical la formación de un polo político alternativo al Frente de Izquierda. Pretendía, asimismo, desarrollar una "coordinación de las luchas", con un planteo de rechazo al frente único en los sindicatos -o sea que ponía como prioridad el faccionalismo. Las declaraciones del “Perro”, a favor de "sumar" al Frente de Izquierda, constituyen una victoria de nuestra defensa principista y metodológica del Frente de Izquierda -como el canal del desarrollo político independiente de la clase obrera en todos los terrenos.
El “Perro” señala que "los que más han llegado a poder plasmar las necesidades de los trabajadores en las elecciones son los compañeros que integran el Frente de Izquierda". La insistencia en la lucha electoral, en diversos tramos del reportaje, obedece probablemente al rechazo al ‘electoralismo' que el “Perro” ha expresado (con excepciones) en su larga trayectoria y que se registra en diversos sectores que lo tienen como referente.
El Frente de Izquierda no se distingue, sin embargo, al menos para el Partido Obrero, por su planteamiento electoral, sino por los términos de su estrategia política, que se resume en la palabra de orden: gobierno de los trabajadores -precisamente la consigna que rechazaban todo los promotores del mencionado Encuentro de Atlanta. Nuestro método es el desarrollo de una conciencia y organización de clase que prepare a los trabajadores para asumir su propio poder. La política electoral está subordinada a este objetivo y a la comprensión de las condiciones políticas que permiten efectivizarlo. En la agenda de discusiones con quienes se acerquen al Frente de Izquierda o busquen colaborar con el Frente de Izquierda, este debiera ser el punto central.
Los planteos del “Perro” Santillán inauguran una nueva etapa para el Frente de Izquierda, porque destacan su rol de polo de atracción política. Refuerza la necesidad de actuar como un frente único político contra las fuerzas políticas del capital y de los explotadores.
Jorge Altamira
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