miércoles, 28 de enero de 2015

La lucha de Interpack gana la calle



Extraordinario corte en La Matanza

El conflicto de Interpack es, a esta altura, el más crudo y extenso que haya conocido el gremio en muchos años. Desde la ocupación de esta misma planta en el 2007 no se asiste a una confrontación tan extrema.
Luego del regreso de las vacaciones, el plan de lucha iniciado a principios de diciembre fue retomado desde el punto al que había llegado. Los once días de paralización absoluta de la fábrica siguieron con otra jornada de paro total (esta vez en rechazo al desmantelamiento parcial de una máquina pegadora que se ejecutó aprovechando el receso) y luego con una rebaja de la producción. La patronal respondió con suspensiones, lo que a su vez dio lugar a nuevos paros generales.
La denuncia realizada por la interna y el gremio frente a la maniobra vaciadora de la patronal motivó que -una semana después- el Ministerio de Trabajo de Nación dictara una conciliación obligatoria. Sólo entonces las líneas de producción empezaron a normalizarse.
Además de retirar la máquina mencionada, la patronal entregó en cada domicilio una carta dirigida a las familias en la que informa sobre el dinero perdido (días caídos) y nos exhorta a la “reflexión”. El propósito fue generar una tensión en el seno familiar. Por el contrario, levantó una ola de indignación y motivó una contundente refutación bajo la forma de un afiche.
Por otro lado, la patronal decidió elevar el monto del bono, pero “no para el personal afectado a la huelga” sin reparar que esta acción -aunque su pérfida finalidad sea prevenir que los reclamos se extiendan a otras plantas- constituye un triunfo indirecto de nuestra lucha.

No sólo el salario

El desarrollo de la lucha elevó la comprensión de el conflicto involucra no solamente la cuestión salarial, el encuadramiento de algunos trabajadores y el reclamo de más incorporaciones: detrás de la negativa cerrada del directorio del Grupo Zupan a acceder a estos reclamos, se esconde su intención de golpear a la organización sindical del taller -por lejos la más avanzada del gremio- y desbrozar el camino para sus planes de flexibilización.
Como parte del plan de lucha se ha puesto de marcha una intensa campaña de difusión del conflicto. En esa orientación se inscribe el extraordinario corte de ruta que tuvo una repercusión nacional y generó la apresurada intervención del ministerio provincial de Trabajo. La otra iniciativa será una movilización a la intendencia de La Matanza, el viernes 23, con el objeto de lograr una entrevista con el intendente Espinoza y exigir que como máximo responsable político del distrito disponga los recursos necesarios para alcanzar una solución.


Interpack adelanta una tendencia

Esta lucha, junto a otras como la de Mascardi o Aluar, adelanta una tendencia -que cobrará seguramente mayor relieve en los próximos meses- a luchar por recomponer el salario disminuido por la inflación. El sindicato gráfico pretende “tirar” hasta abril o mayo con el acuerdo de 1.800 pesos (en tres cuotas) que acaba de firmar con la cámara empresaria. Desarrollar, entonces, la agitación por un plenario de delegados para impulsar una inmediata reapertura de la paritaria y rodear de solidaridad a Interpack, Vulcano, Donnelley, es la tarea de la hora.

Miguel Bravetti Secretario general de la comisión interna de Interpack (planta I)

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