jueves, 18 de enero de 2018

Crece la resistencia: hay fuerzas para enfrentar los despidos



Los fabriqueros de Fanazul confluyeron junto a los despedidos de Senasa y UEP La Plata frente al Ministerio de Defensa. En el Hospital Posadas comienzan a organizar la resistencia. Ejemplos de solidaridad y unidad de los trabajadores para enfrentar al Gobierno.

Karina Almirón comenzó a trabajar en el Hospital Posadas en el año 2002. Por aquel entonces, muchas técnicas se habían ido del país por la crisis de 2001 y ella ingresaba al nosocomio. Técnica de anatomía patológica especializada en inmunohistoquímica, es la única profesional que puede determinar qué tratamiento realizar a cada paciente con cáncer y otras enfermedades. A pesar de las condiciones precarias de contratación y los bajos salarios, siempre priorizó mantener su trabajo en el hospital por encima de otras propuestas laborales mejor remuneradas. Esa era su forma de comprometerse y defender la salud pública, gratuita y de calidad, “un derecho básico y universal que a ningún ser humano puede ser negado” asegura. Desde este lunes, Karina es una de las tantas trabajadoras que fueron cesanteadas y engrosan la lista de despidos.
Durante el transcurso de la mañana del miércoles, los trabajadores despedidos se reunieron en el hall principal del hospital y resolvieron continuar organizando a todos aquellos que quieran rechazar este nuevo ataque del Gobierno.
Luis Sucher, camillero de diálisis, trabaja hace 19 años en el hospital, fue delegado durante ocho de ellos y forma parte de la Agrupación Marrón (PTS) en el Movimiento de Agrupaciones Clasistas. Al finalizar la reunión aseguró que “detrás de este ataque quieren empeorar aún más las condiciones de trabajo. Hay trabajadores de distintos sectores que tienen hasta 25 años de antigüedad, legajos intachables y que son referentes de sus servicios. Si este ataque pasa: ¿qué le queda al resto?”. En diálogo con La Izquierda Diario informó que los trabajadores resolvieron convocar una asamblea para este viernes a las 9 de la mañana junto a los gremios CICOP y STS. “También acordamos invitar a otros trabajadores solidarios con nuestra lucha, ya que hay muchos conflictos en dependencias estatales o fábricas y constantemente nos llegan mensajes de apoyo. También esperamos la participación de organismos de derechos humanos, que ayer denunciaron la presencia de fuerzas de seguridad nacional que responden a Patricia Bullrich” agregó.
La necesidad de comenzar a unificar las luchas frente a los despidos por parte del macrismo empieza a quedar cada vez más clara y así decidieron llevarlo adelante los despedidos del Posadas. Por la tarde una delegación acompañó la movilización de los trabajadores de Fabricaciones Militares de Azul, quienes protestaron contra los despidos frente al Ministerio de Defensa. Lo hicieron también junto a los despedidos de la UEP La Plata y de Senasa, que enfrentan 130 despidos y desde temprano realizaban un piquete en la autopista Ricchieri. “Reincorporación de las 220 familias de Fanazul” decía una de las banderas que encabezaba la caravana de los fabriqueros, acompañada por otra a su lado que decía: “Nos solidarizamos con la UEP La Plata”. Distintas delegaciones de seccionales de ATE como Berazategui, Lanús, Ezeiza, Berisso acompañaron el reclamo.
Pero mientras desde abajo viene una tendencia para unificar los conflictos, las directivas mantienen los conflictos separados y negociando uno por uno. El empuje que viene desde abajo y que se expresó hoy en la movilización unitaria es el camino para dar un golpe certero del conjunto de los trabajadores estatales y pararle la mano a Macri, Vidal y los intendentes. Solo esa unidad es lo que puede permitir fortalecer las luchas actuales, frente a un Gobierno que pretende seguir avanzando con despidos masivos.

Mucha tropa…

Si frente a los cientos de despidos que se vienen repitiendo en cada dependencia estatal, lo que prima es la falta de respuestas de las autoridades y del Gobierno, distinta es la respuesta oficial cuando los trabajadores se organizan para enfrentarlos.
Durante la mañana del miércoles se pudo ver en la autopista Ricchieri un fuerte operativo de la Gendarmería Nacional contra la movilización de los trabajadores del SENASA. Los gendarmes estaban acompañados por efectivos de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), ambas fuerzas enviadas por el ministerio que dirige Patricia Bullrich para intimidar a quienes reclaman por sus fuentes de trabajo. A pesar de eso, no pudieron acallar un reclamo que viene creciendo y que encuentra en las calles a los trabajadores unidos y peleando codo a codo.

Es posible enfrentar los despidos

El ajuste que impulsa el macrismo en el Estado no sólo recorre todos los rincones, sino que envalentona a las patronales para atacar las condiciones de la clase trabajadora e intentar disciplinarla. Pero lejos de amedrentarse, los trabajadores comienzan a mostrar una mayor predisposición para enfrentar estos ataques, a pesar del rol que cumplen sus direcciones en muchos de los casos.
En ese sentido fueron las palabras de Myriam Bregman, que en la movilización de los fabriqueros de Azul aseguró: “No nos podemos confundir ni un segundo. No podemos pensar que Macri es invencible. El apoyo que ustedes tienen en Azul y ese apoyo de todo el pueblo de la provincia de Buenos Aires. La lucha de ustedes y la disposición a la lucha de todos los conflictos que se están desarrollando demuestran que al Gobierno se le puede torcer el brazo. Porque este Gobierno salió muy debilitado de la reforma previsional. Con pestes y tranzas la lograron, pero se ganaron el rechazo popular”.
Al mismo tiempo que se acrecienta la resistencia en el Estado, varios son los conflictos que cruzan fábricas en la Provincia de Buenos Aires. Uno de ellos es el que vienen atravesando los trabajadores de la metalúrgica Stockl, quienes anunciaron que este viernes se movilizarán al municipio de Almirante Brown tras la falta de respuestas del intendente Cascallares.
En Aldo Bonzi los trabajadores de Clorox bloquean el ingreso a la planta, que se encuentra paralizada desde el domingo a raíz de la falta de pago de salarios, horas extras, vacaciones, premios y suspensiones injustificadas. Similar situación atraviesan los metalúrgicos de RapiStand en La Matanza, quienes este lunes recibieron la solidaridad de los trabajadores jaboneros que colaboraron acercando litros de leche largavida y mercadería para fortalecer la lucha de los obreros y decirles que no están solos.
Pero los ejemplos de solidaridad obrera y popular no sólo se limitan a la Provincia de Buenos Aires. A 1500 km de distancia, más de 500 personas participaron en la plaza principal de San Pedro, en Jujuy, del festival en apoyo a los obreros del Ingenio La Esperanza. Desde las 18 hasta la medianoche, las familias juntaron firmas para el desprocesamiento de los obreros y por la reincorporación de todos los despedidos, mientras todo lo recaudado era destinado a fortalecer el fondo de lucha de los valientes trabajadores.
La política de ajuste y despidos del macrismo viene mostrando un creciente rechazo popular, evidenciado en la caída de la imagen positiva del Gobierno. En paralelo, comienzan a multiplicarse los conflictos y la resistencia de los trabajadores, dejando en claro que hay fuerzas para torcerle el brazo.
Ante la inacción de las centrales obreras y el rol que vienen llevando adelante las direcciones sindicales, la disposición a la lucha que muestran cada uno de ellos marcan el camino. Es indispensable unir fuerzas y rodear de solidaridad todas y cada una de estas experiencias, avanzando en la coordinación y acciones unificadas para golpear de manera contundente y derrotar los ataques del Gobierno.

Juan Manuel Astiazarán
@jotaemejotaa

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