Aumento del 33% retroactivo a enero y reincorporación de los despedidos
El masivo paro y la movilización de 20 mil bancarios que recorrió ayer el Microcentro porteño terminó de quebrar la resistencia oficial y de las patronales del sector que debieron dar marcha atrás con los despidos en el Central y el Provincia y firmar un aumento del 33% retroactivo a enero, con un salario inicial que supera los $20.500 y con una cláusula de reapertura de las negociaciones si la inflación se dispara por encima de ese porcentaje.
El antecedente inmediato de la jornada de ayer había sido el masivo paro de 24 horas de la semana pasada y la movilización de 10 mil bancarios que lo acompañó. Y un paro y movilización contundentes de los trabajadores del Provincia contra el ajuste y por la reincorporación de los despedidos.
Era evidente que el movimiento iba en ascenso y asomaba la perspectiva de un nuevo paro general, anunciado por 72 horas para la semana próxima.
El gobierno nacional en el Central y el de la gobernadora María Eugenia Vidal, en el Provincia, recularon con las cesantías y a la mandataria bonaerense se le complica el plan de ajuste con cierre de sucursales que preveía implementar.
Un punto muy negativo del acuerdo es que no establece ninguna obligación para las patronales de hacerse cargo del Impuesto a las Ganancias que, ahora, alcanzará a prácticamente todos los empleados bancarios. Es un reclamo que la directiva del sindicato abandonó sin explicación, cuando la contundencia de las medidas y su proyección daban para avanzar en este punto que licúa un porcentaje no menor del aumento conseguido.
También es un aspecto negativo que sigue formando parte del salario acordado el ítem en negro de “participación en las ganancias”, que ahora asciende a casi $900 y que puede ser eliminado por los bancos si “disminuyen” sus ganancias.
Nelson Marinelli
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