El gobierno ha empezado a aplicar este 8 de abril el tarifazo en el transporte: se duplican las tarifas en el tren y en el colectivo. Y es inminente el aumento en el subte. Si la administración kirchnerista favoreció a los pulpos del transporte con subsidios multimillonarios, la administración macrista los premia con este aumento.
El gobierno ha empezado a aplicar este 8 de abril el tarifazo en el transporte: se duplican las tarifas en el tren y en el colectivo. Y es inminente el aumento en el subte. Si la administración kirchnerista favoreció a los pulpos del transporte con subsidios multimillonarios, la administración macrista los premia con este aumento.
Las largas colas para acceder a la “tarifa social” indican el impacto que la medida tiene sobre los bolsillos de los trabajadores. Pero inclusive la más que restringida tarifa social tiene aumentos de hasta el 50%.
El aumento no es un rayo en cielo sereno, porque el gobierno habilitó también un tarifazo en la luz (hasta 600 por ciento), el gas (triplicación) y hasta el agua.
Si los subsidios no aseguraron inversiones en el servicio (al revés, fueron desviados mientras se producía un vaciamiento), estos aumentos tampoco lo garantizan. Sólo persiste el negocio que ha enriquecido a empresarios vaciadores y responsables de masacres como la de Once.
A su turno, este aumento demuestra la farsa del gobierno cuando dice que combate la inflación. La única ‘variable’ que se esmera en controlar es el salario de los trabajadores.
El tarifazo en el transporte cuenta con la defensa de la burocracia de la UTA, que ha cerrado además un acuerdo salarial ruinoso para los choferes.
Abajo el tarifazo. Que se abran los libros de los privatizadores, para que salten sus desfalcos a costa de los usuarios y trabajadores.
GM - Prensa Obrera
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