Entrevistamos a Patricio del Corro, legislador porteño (PTS-FIT) luego de la reunión de la Comisión de Desarrollo Económico, donde intentó dar explicaciones Matías Álvarez Dorrego, director de la Agencia Gubernamental de Control.
¿Qué sucedió en la Comisión donde compareció Matías Álvarez Dorrego de la Agencia Gubernamental de Control?
Lo primero es que si los funcionarios del PRO aparecieron para dar explicaciones es porque otra vez, como pasó con Cromañon y el boliche Beara, tenemos que lamentar otro crimen social que se llevó la vida de cinco jóvenes. Y estas muertes no han sucedido por lo que están denunciando los funcionarios del PRO por TV que cargan las culpas en la juventud. Los responsables no están entre las víctimas. Hay que buscarlos en el entramado corrupto, en la connivencia entre funcionarios, grandes empresarios de la noche y narcotráfico donde lo que hay es un negocio y la vida de los jóvenes no vale nada.
¿Estaba habilitado Costa Salguero para este tipo de eventos?
No. O en todo caso estaba mal habilitado. Costa Salguero debería funcionar como un polideportivo y no como un centro dónde hacen enormes negocios empresarios de la gastronomía y de la noche. Todas estas actividades lucrativas están violando abiertamente la concesión. Además, la empresa Telemetrix paga un canon ridículo a la Ciudad de $ 263.576 por mes por todo el predio. Son aproximadamente 17 hectáreas donde existen 23 sub-concesionarios (como Costa Salguero S.A.) que explotan distintos emprendimientos. Es decir, el GCBA está cobrando $ 1,5 por m2 por mes. Un canon en extremo irrisorio si comparamos que en la zona más cercana se está pagando por el alquiler de 1m2 desde $ 160 a $250. La concesionaria paga, por lo menos, 100 veces menos de acuerdo a lo que el mercado establece” según denuncia la Asociación por la Justicia Ambiental. El gobierno de la Ciudad ya ha apelado varias sentencias en su contra por este motivo y extendió en tiempo récord las habilitaciones a las 23 sub-concesiones ante las órdenes de clausura dictadas por la justicia en 2009. También ha negado la información sobre la facturación del Centro Costa Salguero, requerida por la justicia. El negociado entre los funcionarios del PRO y estos empresarios es un hecho que nadie puede ocultar.
¿Qué dijo en su informe?
El informe fue una vergüenza. El PRO presento un power point que explicaba que no hubo ningún problema y estuvo “todo bien”. Después de una larga explicación dedicada a mostrar cómo funciona el sistema para otorgar el permiso para la realización de este tipo de eventos pasó a detallar todo lo que habían hecho desde la Agencia para justificar a su gobierno y que según él todo se cumplió en tiempo y forma. “Se han dado y cumplimentado toda la información requerida para otorgar el permiso para la habilitación previa y durante el evento” dijo el funcionario. No dio ninguna respuesta satisfactoria ¿Cómo puede ser entonces, si estuvo “todo bien” que hayan muerto 5 jóvenes y que otros 4 estén peleando por su vida en los hospitales de la Ciudad?
¿Qué cuestionamientos recibió el director de la AGC?
Álvarez Dorrego no pudo responder una sola de las preguntas. Para él, no hubo temperaturas de calor extremo, no hubo hacinamiento, el aire acondicionado funcionaba correctamente, así como la ventilación y la circulación de aire. ¿Cómo puede ser verdad esto cuando todos los testigos denuncian que los pabellones eran un “sauna”, un “horno” donde “no se podía respirar”? Insistió en que no hubo sobreventa de entradas.
A las 3 de la mañana, informó el funcionario, constataron que había 10.900 entradas vendidas cuando el predio estaba habilitada para 13.000 Cómo lo hicieron no lo pudo responder. Evidentemente, la explicación no cierra porque todos los testigos denuncian que no se podían mover de la cantidad de gente que había. Tampoco según el funcionario se habría cortado el suministro de agua cuando muchos asistentes denunciaron lo contrario.
¿Qué medidas dijo haber tomado la empresa organizadora del evento?
El evento contaba con apenas 10 socorristas, dos ambulancias, un puesto de atención. Es indignante. Cómo puede ser que esa cantidad de personal sea suficiente para asistir un evento donde según ellos mismos había 10.000 personas. Los mismos hechos desmienten al funcionario. Tuvo que ir el SAME porque no alcanzaba la cantidad de ambulancias ni de socorristas que brindó la empresa encargada.
Además pregunté dónde estaba el equipo de socorristas porque un joven que asistió a la fiesta me había acercado la denuncia que estaban entre los dos pabellones en un espacio verde, en un pequeño patio y era muy difícil que pudieran moverse para ayudar a alguien debido a la enorme cantidad de gente que había. No se podía caminar. Me dijo que para ir al baño llevaba más o menos media hora poder llegar. ¿Cómo iban a hacer los médicos para poder asistir a las personas? Es grave, dos de los pibes murieron antes de que apareciera la atención médica.
Contra lo que dicen los testigos el funcionario defendió que nunca se cortó el agua. Sin que se le cayera la cara de vergüenza evitó opinar sobre si realmente se podía considerar suficiente un solo dispenser para las 13.000 personas habilitadas.
Tampoco se refirió a que debían haber 150 lavatorios con agua pero los mismos no llegaban a la docena y estuvieron gran parte de la noche sin agua. Otro joven que asistió a la fiesta me informó que el dispenser en cuestión se trataba de “uno de esos bidones que están en las oficinas”.
Ese bidón para 10.000 personas. Es escandaloso. Además los bidones de agua purificada de los puestos de hidratación (gratis y a cargo de la organización) se acabaron a mitad de la noche. Las botellas de agua mineral se comercializaban a precios exorbitantes en la barra según lo declarado por testigos, la mayoría de los baños eran químicos, y por lo tanto no tenían canillas. Sólo los asistentes del sector VIP tenían acceso al agua corriente de los baños.
LID
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