sábado, 14 de junio de 2014

Nicolas Del Caño:“Boudou es una cabal expresión de la parasitaria burguesía nacional”

¿Qué opinás sobre el proceso penal que pesa sobre el vicepresidente Boudou?
En primer lugar no nos tiene que extrañar que en medio de la retirada kirchnerista del gobierno, de un fin de ciclo como el que estamos viviendo, empiecen a aparecer casos como el de Boudou. Es una expresión más de la decadencia de todo un ‘proyecto´ que se reivindica progresista, nacional y popular, pero termina festejando un acuerdo oneroso para pagar la deuda al Club de París -una deuda que en su mayoría contrajo la dictadura genocida-, aprueba un mega-pago para los vaciadores de Repsol, ajusta las tarifas públicas, reprime y criminaliza las luchas con sus Berni y gobernadores del palo como el de Chaco y cierre filas con lo más podrido de la burocracia sindical como lo es Pignanelli y Romero del Smata como parte de su alianza estratégica con lo más concentrado de multinacionales como Gestamp. En medio de ese colpaso del ‘proyecto’ y sin una sucesión clara, arrecian las internas y los pases de facturas dentro del oficialismo. El llamado a indagatoria de Boudou se inscribe en ese proceso.
¿Creés que Boudou es culpable?
A muchos les llama la atención que el vicepresidente de un gobierno que se preciaba de haber superado “por izquierda” a la década neoliberal de los noventa, sea un yuppie que no tiene nada que envidiarle a los jóvenes menemistas de los noventa o los ‘sushi boys’ de De la Rúa. No casualmente él viene de la UPAU, los jóvenes derechistas de Alsogaray. Pisos en Puerto Madero, autos y motos de alta gama, decenas de empresas con su amigo y socio Núñez Carmona , viajes al exterior, cenas diarias en los más caros restaurantes... No me extraña para nada que haya cometido no uno sino cientos de ilícitos para llegar a ser un empresario millonario. Ahora le quiere soltar la mano a Núñez Carmona, porque no se habría enterado de muchas cosas... Nadie le puede creer. Boudou es una cabal expresión de la parasitaria burguesía nacional.
Una de las líneas de defensa de Boudou y de los K es que se lo llamó a indagatoria para opacar el éxitoso acuerdo con el Club de París...
A veces me pregunto si afirmaciones como esas son en serio o malos chistes... Pregunto, ¿la burguesía financiera de todo el mundo está mejor o peor con que la Argentina acuerde con el Club de París? Todos los diarios financieros internacionales y los grandes capitalistas acá festejaron el acuerdo. Los únicos que lo repudiamos fuimos nosotros, la izquierda. ¿Qué sector de las clases dominantes va a querer voltear semejante entrega nacional? Ahora bien, no se nos tiene que esconder que hay sectores de la oposición patronal, desde el FA-Unen hasta el PRO, que quieren sacar provecho de la situación de Boudou para mejor posicionarse en vistas a las elecciones presidenciales del año que viene. Son unos hipócritas, todos tuvieron, tienen y tendrán su ‘Boudou’. Da cosa ver apuntar con el dedo, por ejemplo, a quienes participaron del gobierno de la Alianza como la misma Carrió o Patricia Bullrich, un gobierno que se destacó por imponer la flexibilización laboral contra toda la clase trabajadora con la ‘Ley Banelco’, para no hablar de rebajarle el 13% de los salarios a los jubilados y estatales. ¿Lo hicieron por ‘amor al arte’? No creo. Son parte de una casta política que vive como gerenciadora de los banqueros y grandes capitalistas. No tienen ningún derecho moral de hacer ‘leña del árbol caído’ con el caso Boudou.
¿El vicepresidente tendría que renunciar?
Lo mínimo que debería hacer es pedirse una licencia, una cuestión elemental para que no esté en ejercicio del poder mientras se lo juzga. Ya sabemos que toda la casta de jueces falla en general siempre a favor de los poderosos y contra los explotados y oprimidos que son quienes pueblan las cárceles. De la Rúa salió absuelto por la Banelco y por los asesinatos del 19 y 20 de diciembre de 2001. A Menem lo acaban de absolver por la explosión de Fabricaciones Militares en Río Tercero que provocó muertos, cientos de heridos y la ruina de muchas familias que perdieron todo. En Once tuvimos 51 muertos y después de dos años no hay ningún preso. Pero es evidente que la presión sobre los jueces es muy superior si se trata de un personaje que está ejerciendo ni más ni menos que la vicepresidencia de la nación, y por eso, como mínimo, Boudou debería tomarse una licencia hasta que finalice el proceso.

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