domingo, 11 de marzo de 2018

Presupuesto INCAA 2018: más ajuste en el cine



El “fomento” será para los monopolios de la industria.

El Consejo Asesor del INCAA aprobó el Presupuesto 2018 que consagra la política que inició el gobierno con el Plan de Fomento 2017y que supone un ajuste brutal sobre el fomento al cine independiente y una triplicación de los montos a otorgar a los grandes monopolios capitalistas de la industria. El gobierno prepara la entrega del control de los créditos a la banca privada y un nuevo Plan de Fomento, más favorable aún a los grandes monopolios.
El Consejo Asesor del INCAA integrado por representantes de las regiones, de los sindicatos de la rama (Asociación Argentina de Actores (AAA) y Sindicato de la Industria Cinematográfica (SICA), de las cámaras de productores y de las asociaciones de directores y tiene la facultad de aprobar o rechazar los actos realizados o propuestos por el ejecutivo del INCAA. En su última reunión, la gestión sometió a votación el Presupuesto 2018 logrando su aprobación con un solo voto en contra.

La relevancia política de la votación

El 2017 fue, sin dudas, el año de mayor movilización de la comunidad audiovisual. El desplazamiento en abril pasado de Alejandro Casetta y Pablo Rovito, pero fundamentalmente de los funcionarios heredados de la gestión anterior al mando de la administración de las cajas, puso de manifiesto la necesidad que tenía el gobierno de tomar el control ejecutivo del Instituto para llevar adelante la política expresada en su Plan de Fomento.
Frente a este avance oficial, la primera asamblea convocada por los alumnos de la ENERC (que dirigía Robito), que congregó a mil personas en el cine Gaumont, planteó dos cuestiones nodales: el rechazo al Plan de Fomento y la necesidad de una democratización de la gestión del INCAA.
La orientación del movimiento fue confiscada por el kirchnerismo y el pejotismo, los cuales desviaron el eje para emplear la movilización en beneficio de la negociación de sus intereses de camarilla (control de las cajas de derechos de autor y otros negocios).
Así, el gobierno logró estabilizar su gestión hasta octubre, cuando anunció a través de una resolución la privatización de los créditos, lo que produjo un nuevo levantamiento.
Entre octubre y noviembre en el debate del movimiento de la comunidad audiovisual se terminó imponiendo el reclamo por de una representación en el Consejo Asesor, en oposición a la lucha concreta para frenar la política de concentración y privatización y para conseguir las reivindicaciones del cine independiente a través de la movilización.
Advertimos varias veces sobre los límites de esa política llamando a que “los realizadores independientes” debían “abandonar la ilusión de que el canal para obtener estas conquistas sea la puesta en funcionamiento del Consejo Asesor” (Ojo Obrero, 2/10/2017).
Mientras se sucedían las asambleas que votaban tanto la lucha por reivindicaciones concretas (derogación de la resolución 942 sobre financiamiento, el rechazo del Plan de Fomento, etcétera), así como el reclamo de la designación del Consejo Asesor y su puesta en funcionamiento, la “mesa de directores” se empeñó exclusivamente en integrarse al mismo.
Pronto, transformó las asambleas en “jornadas informativas” y rechazó el método de la movilización a cambio de la expectativa en los acuerdos de camarillas en el CA. En la última “reunión informativa” se anunció el pronóstico de que triunfaría el rechazo al presupuesto y se desechó la idea de rodear la reunión del CA con una movilización.

Retomar las asambleas y la movilización

Las “expectativas” no pueden explicarse por fuera de filiación política de los miembros que conforman el CA. Traducen una esperanza en que los representantes de las provincias (los gobernadores) y los de los trabajadores (kirchneristas de la CTA Yasky) vayan a ponerle un freno al ajuste de Macri. Lo que no sucede en el Congreso, ni en las luchas sindicales, no sucedió en el CA. Los kirchneristas y pejotistas votaron el presupuesto ajustador del macrismo en el INCAA.
El gobierno ha reunido de este modo condiciones políticas para ir a una nueva ofensiva. Es urgente un balance en el movimiento de la comunidad audiovisual. Sólo retomando los métodos de la asamblea, de la elección de su representación y de la movilización podremos parar una nueva ofensiva, así como imponer nuestras reivindicaciones.

Ojo Obrero

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