Protesta en las cinco líneas por la presencia en los trenes de asbesto, un material cancerígeno
La red fue paralizada desde las 20 hasta el cierre. En el centro del reclamo están los vagones adquiridos a España. El gremio pide analizar qué ocurrió con trabajadores y pasajeros que estuvieron en contacto con ese material. También hubo paro en Madrid.
La Asociación Gremial de Trabajadores del Subterráneo y Premetro (AGTSyP) promovió el martes, desde las 20 y hasta la finalización de la jornada, un paro en todas las líneas, en reclamo de medidas de seguridad ante la presencia de asbesto en tres formaciones compradas a España y ya retiradas de circulación. Este paro es simultáneo con uno que desde ayer hasta el viernes llevan adelante los maquinistas del metro de Madrid, que exigen la dimisión de su consejero delegado, Borja Carabante, por “no asegurar la salud de los trabajadores ni de los viajeros” del transporte público por la presencia de amianto. Carabante fue citado ante la Comisión de Transportes, Vivienda e Infraestructuras de la Asamblea de Madrid para informar sobre la presencia de amianto en el suburbano madrileño.
En el centro del reclamo sindical de los trabajadores porteños están las formaciones de la Línea B adquiridas al Metro de Madrid. El 20 de febrero pasado, Subterráneos de Buenos Aires y Metrovías anunciaron su retiro de circulación, luego de que desde España confirmaran “la existencia de amianto”, un material cancerígeno prohibido en ambos países.
Este conflicto sindical se generó a un día de la convocatoria a la paritaria de la actividad, de la que está excluida la AGTSyP por no tener personería gremial. La convocatoria a la paritaria fue realizada por la Subsecretaría de Trabajo de la Ciudad, que no ocultó su “sorpresa” por la medida de fuerza gremial, ya que, según afirmaron, “existe un diálogo permanente con los metrodelegados”. Sin embargo, a la mesa paritaria de hoy se sentarán por los trabajadores sólo representantes de la Unión Tranviarios Automotor.
En la Subsecretaría de Trabajo analizaron los pasos a seguir ante la huelga, por el impedimento legal de declarar la conciliación obligatoria ya que la AGTSyP no tiene personería.
En la conferencia en la que anunciaron el paro, los metrodelegados pidieron “la creación de un protocolo que indique qué deben hacer los trabajadores que manipularon estas formaciones y la realización de exámenes médicos a todos”. Asimismo, exigieron la “creación de una comisión especializada” para que analice otra tanda de trenes comprados al Metro de Madrid, los CAF6000, “que cuando pedimos que se investiguen el Gobierno de la Ciudad lo investigó en papeles pero no hizo los estudios correspondientes”, explicó Roberto Pianelli, dirigente de la AGTSyP. La agrupación exigió inmediatamente el retiro de circulación, y cursó presentaciones en la Subsecretaría de Trabajo para que se realicen estudios en ambos modelos, pero no recibió respuesta.
Enrique Rositto, secretario de Prensa del gremio, dijo que los “CAF5000 eran vendidos como chatarra o se usaban para pruebas de explosivos en España, y fueron adquiridos por el entonces jefe de Gobierno Mauricio Macri en una compra directa, algo que es ilegal, dado que por el monto en cuestión debía haberse llamado a licitación”. “Además de estas irregularidades, por lo que esta compra está judicializada con denuncias de los legisladores Gustavo Vera y Facundo Di Filippo, también se detectó la presencia de asbesto en tres formaciones”, agregó.
Rositto dijo que “dos de los trenes CAF5000 circulaban en la línea B y uno fue destinado a repuestos, por eso también hay que revisar al menos 11 formaciones más para detectar la presencia de este mineral”.
El gremialista aseguró que luego de que la empresa española Metro de Madrid “reconociera que al menos tres empleados contrajeron cáncer tras manipular estas formaciones con asbesto”, material prohibido en Argentina desde el 2001, les pidieron a los trabajadores que “dejen de mover o trabajar en los mismos”.
Respecto del riesgo a los pasajeros que viajaron en su momento en las formaciones, Rositto afirmó que “es mucho menor, pero no es nulo” dado que las partículas “de este mineral son pequeñas y entran en vías respiratorias enquistándose en los pulmones y los síntomas” pueden manifestarse “hasta 15 años después de la exposición”.
Por su parte, fuentes de Sbase adelantaron que iniciará acciones legales contra el Metro de Madrid por la presencia de asbesto en tres formaciones compradas a España. En este sentido, dijeron que “se están evaluando” qué acciones legales se tomarán, “cómo serán y demás detalles”, y señaló que “el escenario legal” lo tuvieron en agenda “desde el primer momento”.
Página/12
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