sábado, 10 de marzo de 2018
El laberinto del 2x1: la Corte y sus maniobras en torno a la impunidad de los genocidas
El martes los supremos emitieron un fallo en el que le negaban el beneficio a un represor condenado. Pero el jueves aclararon que ese fallo no es aplicable a otras causas. Dos pasos atrás y uno adelante.
La Corte Suprema de Justicia de la Nación está decidida a sembrar confusión entre propios y extraños. Aunque algo está claro: a sus cinco miembros (a quienes la población no votó y deciden sobre 44 millones de personas) no les interesa que se sepa qué piensa el máximo tribunal judicial del país sobre los pedidos de impunidad que realizan los torturadores, desaparecedores, violadores, asesinos y ladrones condenados por los delitos cometidos durante la dictadura cívico-militar.
Como muestra baste un botón. Esta semana, más precisamente en menos de dos días, la Corte hizo gala de su cinismo. El martes falló en contra de un genocida, en una resolución que mantuvo en secreto. Y el jueves aclaró, ahí sí públicamente, que ese fallo no implicaba una toma de posición frente a otros casos similares.
El fallo
El martes, minutos antes de que su presidente Ricardo Lorenzetti encabezara la apertura del “año judicial”, la Corte dictó un brevísimo fallo (apenas un par de líneas) en el que rechazó por “inadmisible” un recurso extraordinario presentado por la defensa de Jorge Appiani, un abogado y exmilitar condenado a 18 años de prisión en una causa por secuestros y torturas contra 27 víctimas en la denominada Área Paraná.
“Considerando, que el recurso extraordinario es inadmisible (artículo 280 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación). Por ello, se lo desestima”, dijo el máximo tribunal, con los votos positivos de Lorenzetti, Juan Carlos Maqueda y Horacio Rosatti.
No pocos analistas y periodistas judiciales creyeron ver en ese fallo una saludable vuelta de página de la Corte respecto a su posicionamiento de un año atrás. Como se recordará, el 2 de mayo de 2017 el mismo tribunal (aunque con los votos positivos de Rosatti, Elena Highton de Nolasco y Carlos Rosenkrantz) había habilitado la aplicación del beneficio del 2x1 al genocida condenado Luis Muiña. El masivo rechazo popular, con decenas de miles de personas movilizadas en la calle durante días, hizo que los jueces se vieran seriamente cuestionados y hasta el Congreso se vio obligado a votar rápidamente una ley que dejara explícitamente planteado que ese beneficio no corría para criminales de lesa humanidad.
Sin embargo, aunque por primera vez desde aquel momento la Corte optó por negarle el beneficio a un genocida, en verdad solo se trató para los supremos de un episodio particular sin mayores derivaciones ni amplificaciones. Es más, ni siquiera publicaron el breve fallo en el Centro de Información Judicial, el órgano de difusión de la Corte. Todo un mensaje.
La “aclaración”
Lo que sí publicaron Lorenzetti y sus pares en el CIJ fue un mensaje “aclaratorio” sobre el fallo emitido el martes. Fue el jueves, luego de que varios medios y juristas realizaron interpretaciones un poco apresuradas sobre lo escrito en esas dos líneas respecto al caso Appiani.
Al ampararse en el artículo 280 del CPCyCN, la Corte se excusó de emitir opinión sobre el pedido del genocida de Paraná, lo que en los hechos significa que se mantiene el fallo de la Cámara Federal de Apelaciones de esa ciudad que le negó a Appiani el fin de su prisión preventiva. En rigor, entonces, los jueces no dijeron que el 2x1 no sea aplicable en otros casos. Por lo tanto, no se desdijeron de lo que habían dictado en mayo pasado en beneficio de Muiña.
En un también escueto comunicado, difundido bajo el título “Aclaración de la Corte Suprema de Justicia”, los cinco magistrados dijeron el jueves que “ante publicaciones periodísticas referidas a la decisión adoptada en el acuerdo del martes 6 de marzo en la causa FPA 13007824/2003 ‘Appiani, Jorge Humberto y otro s/ legajo de apelación’, esta Corte considera oportuno aclarar que en dicha causa solo se había solicitado al Tribunal que se pronuncie sobre la prórroga de la prisión preventiva que le fuera impuesta al recurrente y que fuera confirmada por la Cámara Federal de Apelaciones de Paraná en función de lo normado por el artículo 1 de la ley 25.430 que sustituyó el artículo 1 de la ley 24.390. La Corte no se pronunció al respecto y aplicó al caso la fórmula del artículo 280 del CPCyCN”.
Quedó claro, señorías. Ni sí ni no, ni blanco ni negro. Mantantiru-Liru-Lá.
Injusticias
Con el fallo del martes en perjuicio de Appiani se podía pensar, por ejemplo, que la Corte no desautorizaría a los tribunales inferiores que rechacen el 2x1 para criminales juzgados y condenados por haber participado del genocidio en Argentina. Sin embargo la “aclaración” posterior deja planteada la posibilidad de que, frente a los pedidos aún pendientes de varios represores (condenados o con prisión preventiva), el máximo tribunal decida por el contrario beneficiarlos.
En ese sentido, que Horacio Rosatti haya votado el año pasado a favor del 2x1 para Muiña y ahora lo haya hecho en contra para el caso de Appiani puede pensarse como un mero aggiornamiento, toda vez que entremedio de ambas decisiones se votó una nueva ley (la 27.362) que impide la aplicación del 2x1 a delincuentes de lesa humanidad.
Por eso, de fondo, sigue vigente la total falta de indefinición por parte de los supremos respecto a uno de los hechos jurídicos más trascendentes de los últimos años.
Según informó esta semana en Página|12 la periodista Irina Hauser, “desde diciembre los jueces tenían escritos los votos para revertir el 2x1 a los genocidas con una fundamentación desarrollada”. El caso sobre el que pensaban fallar era el de Reynaldo Benito Bignone, uno de los tantos genocidas que había pedido el 2x1 el año pasado. Pero, ironías de la vida, el viejo represor murió el miércoles de esta semana.
El año pasado, luego de que las plazas del país se llenaran de hombres y mujeres en rechazo a la vocación salvadora de genocidas de la Corte y de que el Congreso se viera obligado a votar una ley express desautorizando semejante afrenta suprema a la Memoria, la Verdad y la Justicia, los miembros del máximo tribunal habían prometido que revisarían su posicionamiento y resolverían los otros reclamos de impunidad en base a la ley modificada.
Es más, dijeron que una nueva decisión se ajustaría a la nueva ley y sería publicada para que toda la población supiera cómo pensaban los cinco magníficos. Pero ya pasaron diez meses. Supuestamente iban a hacerlo aprovechando a Bignone, pero se les murió. Se expidieron respecto a Appiani, pero enseguida aclararon que no el fallo no es para todos.
Así, el 2x1 también bien puede pensarse como un juego de retrocesos alternados de la Corte. Dan dos pasos atrás y luego uno adelante. El resultado está a la vista.
Daniel Satur
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario