miércoles, 12 de julio de 2017

Quién es Sánchez Zinny: un lobbysta empresarial al frente de la educación bonaerense



El nuevo ministro de Vidal es CEO de varias compañías, creó una sociedad anónima junto a Horacio Rodríguez Larreta y provee "servicios educativos" a escuelas y universidades.

Al postularse Esteban Bullrich -hombre del Opus Dei- como senador por Buenos Aires, le dejó su puesto de ministro de Educación nacional a Alejandro Finocchiaro, quien ejercía ese cargo a nivel provincial. En reemplazo de Finocchiaro, María Eugenia Vidal eligió a un empresario y lobbysta de los mercaderes de la educación, con trayectoria internacional. Se trata de Gabriel César Sánchez Zynny, que ya estaba empleado en el ministerio de Salud bonaerense, uno de los fundadores del PRO y de amplio recorrido en el ámbito del lobby empresarial, incluso en los Estados Unidos, país en el que vivió durante la década pasada. Allí trabajó en el grupo Dutko, una empresa dedicada al lobby empresarial en las cámaras parlamentarias, una actividad blanqueada en el país del norte, que implica relaciones públicas y hasta coimas para llevar adelante proyectos de intererés de las distintas corporaciones. Si bien Sánchez Zinny no tiene ningún título ligado a la educación, tiene una amplia experiencia en materia de mercantilización educativa: fue lobbysta del grupo Pearson, poseedor de los derechos de las cuestionadas pruebas Pisa, que evalúan el nivel educativo de las naciones mediante un método altamente dudoso.
Su emprendimiento más relevante, fundado por él mismo y que lo llevó a tener acción en diversos países de América Latina, es la fundación Kuepa, cuya página se autopromociona de la siguiente manera: “Tenemos una metodología para que aprendas en corto tiempo y de manera rápida. Todos nuestros programas están orientados al mercado laboral actual”. Se trata, ni más ni menos, que un entusiasta de la precarización educativa que apunta a devaluar los contenidos para formar mano de obra barata para las empresas. No por nada los principales sostenedores de Kuepa son Techint, La Anónima (empresa de la familia Braun y del secretario de comercio Miguel Braun), Citibank, Paladini, Pluspetrol, entre otras.
Ya como funcionario y director ejecutivo del Instituto Nacional de Educación Tecnológica, Sánchez Zinny firmó convenios con la fundación “Enseñá por Argentina” que introducen a esa institución en la realización de “actividades de cooperación institucional y asistencia técnica en acciones tendientes a fortalecer la calidad de la Educación Técnico Profesional. Con esta acta se busca desarrollar procesos sistemáticos de formación que articulen el estudio y el trabajo, la investigación y la producción”. Una admisión flagrante de la intención de este lobbysta empresario de poner la educación al servicio de los capitalistas que, además, introduce la figura del "codocente", jóvenes sin formación pedagógica que cobran un tercio del sueldo legal docente. Encima de todo, un flexibilizador.
El lobbysta Sánchez Zinny es CEO de Edunexo, empresa que posee. El nuevo ministro de Educación bonaerense la define como una “empresa de software educativo, dedicada a proveer servicios a escuelas y universidades y soluciones digitales para gobiernos, con presencia en 5 países y 50 empleados”. Es decir, el nuevo ministro de Educación bonaerense es dueño de una empresa proveedora de bienes a escuelas y universidades, lo cual se supone reñido con su rol como funcionario.
Sánchez Zinny fundó en 2000, junto al actual jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta, la empresa Edumente Sociedad Anónima, sita en Alicia Moreau de Justo 846, Puerto Madero, dedicada a la “prestación de servicios de portales de Internet”, a la venta de “equipos de informática y programas al por mayor” y que cuenta en su staff con personal autodefinido como “docente y coach”. Edumente también tiene una sede a nombre de Sánchez Zinny en República Dominicana, aunque la documentación no permite dilucidar si comparte la sociedad en la empresa offshore con Rodríguez Larreta.
En definitiva, Sánchez Zinny, el nuevo ministro de María Eugenia Vidal, no es sino un mercanchifle de la educación que quiere convertir a los estudiantes en el material barato para que los empresarios exploten a la juventud y le impidan desarrollar todas sus aptitudes y posibilidades.

Antonia Torrebruna

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