El presidente volvió a disparar contra la organización gremial de los trabajadores y responsabilizó a los abogados laboralistas del “aumento del desempleo”.
El dueño de un restaurante con el que habló el presidente Mauricio Macri sirvió de excusa en su visita a Córdoba para atacar a los sindicatos y reforzar su rabioso discurso contra los derechos laborales. El presunto emprendedor le habría dicho que “no se animaba a tomar más un empleado” y que cerraría debido a “la cantidad de juicios que tiene”.
Cuando recordó la llegada de las aerolíneas "low cost", que ofrecen precios más baratos por un servicio inferior o con condiciones laborales más flexibles, un cambio que fue cuestionado y relativamente resistido por los sindicatos, Macri afirmó: "Si tengo un gremio me conviene que haya mas empresas", y agregó: "Nos estamos abriendo al mundo porque cerrados nos fue mal".
Ante una pregunta que nada tenía que ver con el tema, volvió a calificar a los abogados laboralistas como una “mafia”, comparable con el narcotráfico e increíblemente los señaló como los responsables de la "destrucción del empleo".
En medio de una ola de despidos, el ejemplo de las maravillosas cosas que estamos logrando fue la inauguración de una planta de almendras en Mendoza.
La Izquierda Diario
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