martes, 25 de julio de 2017

Alejandro Finocchiaro: “La batalla cultural es contra los gremios docentes”



El ministro de Educación, a tono con el resto de los funcionarios de Cambiemos, ataca a los trabajadores de la educación y responsabiliza a los gremios por la situación actual.

Con la mira puesta en las elecciones legislativas y ante la ausencia de una fuerte figura a la cual apostar en la Provincia de Buenos Aires, Cambiemos terminó optando por Esteban Bullrich, exministro de Educación. En su reemplazo fue designado Alejandro Finocchiaro, un enemigo de la educación pública que ocupaba el cargo de ministro de Educación bonaerense.
Aunque ya es conocido por los docentes que lucharon para quebrar el techo de las paritarias en el territorio de la gobernadora María Eugenia Vidal, en una breve pero explícita entrevista realizada por La Nación Finocchiaro dio su visión sobre la educación y los objetivos que se propone realizar a nivel nacional.
Sin ningún tipo de autocrítica, el flamante titular de la cartera educativa nacional se lanzó a decir que el problema de la educación pública son los gremios docentes. Lejos de mencionar el bajo presupuesto designado para este año, las salarios que no alcanzan, la deserción escolar por las condiciones en las que se vive en los barrios, los subsidios designados a la educación privada o los múltiples problemas edilicios de las escuelas, su respuesta fue la del manual de Cambiemos: “La batalla cultural es contra los gremios”.
Finocchiaro agregó que “se apropiaron de la escuela pública y se instaló esta escuela pública burocrática, con cantidad de paros por año, que no genera ningún incentivo para la mejora”.
Lo que para decenas de miles de docentes significaba pelear por dejar de tener un salario básico de $ 9.800 y tener un aumento tal que permita poder trabajar y vivir mejor, para el nuevo ministro (que cobra quince veces más que un docente) “la batalla en la provincia de Buenos Aires no tuvo tanto que ver con un punto más o menos en el porcentaje de paritaria, sino con poner en el eje del debate los temas que queremos visibilizar, que son un problema para la educación argentina”.
Sin embargo, su receta para mejorar la educación pública no es otra que atacar a quienes la sostienen día a día: aplicar el presentismo, descontar los días de paro, convocar a “voluntarios” para suplantar docentes en huelga, eliminar la paritaria nacional y dar clases en el receso de invierno.
Además, Finocchiaro aseguró que seguirán insistiendo con el fracasado Operativo Aprender, su “convicción y obstinación” tiene como modelo a Sarmiento y comparte una “mirada hacia un futuro que nadie puede prever”.
Fiel al discurso digitado desde la Casa Rosada, mientras el ministro habla del futuro se desentiende de los problemas presentes. Por ejemplo de la situación por la que atraviesan las y los docentes de Santa Cruz. “El Estado nacional no va a tener una paritaria con los gremios santacruceños”, dijo. Y ante la pregunta sobre si los títulos secundarios tendrán validez en el marco de una extensa lucha por las paritarias, declaró entender “que si no hay clases, no se puede promover si se quiere que los títulos tengan validez nacional”.
Definiciones y más definiciones de uno de los funcionarios que más hizo en la Provincia de Buenos Aires para provocar el veloz desencanto de miles y miles de docentes que habían votado a María Eugenia Vidal como forma de “castigar” a la gestión antiobrera de Scioli y Nora de Lucía. Lo que se dice, “un servidor”.

LID

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