Entrevista a Eduardo Lucita, de Economistas de Izquierda (EDI)
-M.H.: Te pido un breve balance del paro nacional del martes pasado.
-E.L.: El paro fue convocado por reivindicaciones legítimas a pesar de lo que significa la mayoría de los dirigentes que lo convocaron.
-M.H.: Algunos hicieron declaraciones absolutamente repudiables como Barrionuevo.
-E.L.: Muestran lo que son, otros lo esconden más en una locura anti kirchnerista que escapa a cualquier análisis. En cuanto al paro, son legítimas todas las reivindicaciones desde las paritarias libres y sin techo hasta la eliminación del impuesto a las ganancias para los salarios. A mi juicio en las grandes ciudades nada se movió, aunque dicen que tuvo mucho más peso en Buenos Aires y en el conurbano que en ciudades del interior como Córdoba, de todas maneras por Villa Crespo, Chacarita, las calles estaban llenas, el tráfico era muy intenso, todos los negocios abiertos, parecía un feriado, lo que le da una connotación bastante complicada.
Por otro lado, parto de la idea que los transportes se mueven porque los mueven los trabajadores, si ellos deciden parar no hay circulación, pero también es cierto que los grandes gremios industriales no hicieron una declaración de paro, posiblemente en algunas fábricas, principalmente en la metalúrgica básica donde los salarios son muy bajos haya mucha bronca, entonces la gente haya parado a pesar de que el sindicato llamó a no parar.
-M.H.: Hubo dos gremios industriales donde el paro tuvo una repercusión importante, uno el metalúrgico, donde ya hay problemas por la paritaria que se firmó.
-E.L.: El propio Caló dijo en su momento: “la bronca no es con el gobierno sino con los dirigentes”, como diciendo “me están puteando a mi”.
-M.H.: Hay un planteo de reapertura de las negociaciones liderado por la UOM de Córdoba.
-E.L.: Acordaron el 27.8% con adicionales no remunerativos, pero el salario mínimo se va a $ 8.500 frente a los aceiteros que consiguieron $ 14.300, la diferencia es demasiado grande. Si hacemos el cálculo, 27.8% en 2 cuotas es en realidad el 22/24%.
-M.H.: Eso señalás en un artículo que publicaste esta semana. También que este hecho, la búsqueda de imponer límites a los acuerdos por parte del gobierno, tiene una relación directa en la medida que crecen las posibilidades del FPV de ganar en primera vuelta las presidenciales de octubre.
-E.L.: El gobierno descubrió que una economía controlada, aunque sea atada con alambre y con una inflación en baja, porque todo indica que la inflación va a ser un 10% menor a la del año pasado, se siente, y si le sumás los planes pro-consumo, entonces la gente respira, está más tranquila.
-M.H.: ¿Cómo evaluás vos el tema de la pobreza? Lo entrevisté la semana pasada a tu colega Claudio Katz y me señalaba que el índice de pobreza estaba en torno al 20%. ¿Cómo puede haber una diferencia tan grande en relación a los planteos de la Presidenta y el Jefe de Gabinete, Aníbal Fernández?
-E.L.: Los índices de pobreza e indigencia se calculan en función de la canasta básica. Una cosa es la canasta básica del INDEC que te da como resultado un índice del 5% de pobreza y del 1.5% de indigencia. Otra cosa es el Centro de investigaciones de la CTA oficialista que está dirigido por Basualdo, un economista muy serio a quien respeto mucho y que le da una pobreza del 21%, porque la canasta básica que calculan es de $ 8.000 aproximadamente. Luego está lo que calcula el Observatorio Social de la UCA, que da una pobreza del 27% porque parten de una canasta básica mucho más alta. Todos los cálculos son en función de la canasta básica, esa es la discrepancia que hay.
En cuanto a lo que dijo la Presidenta cuando fue a recibir el premio de la FAO, es un error muy grande que puede ser producto de su ignorancia o de un desconocimiento inintencionado porque en realidad no le dan un premio por haber reducido la pobreza, el premio es por la evolución de los 25 años de insuficiencia alimentaria, que se lo dieron a varios países de América Latina porque en conjunto es el primer objetivo del programa del milenio de Naciones Unidas, que era reducir la deficiencia alimentaria en un 50%, si lo calculás desde los últimos 25 años se parte de 1990.
-M.H.: De los ’90, cuando gobernaba Menem.
-E.L.: Claro, un periodo amplio, lo cierto es que los planes sociales que se entregaron durante la época kirchnerista han ayudado a bajar la insuficiencia alimentaria, pero eso nada tiene que ver con la pobreza.
-M.H.: También mezclan los índices de pobreza de Alemania que se miden de una manera con los nuestros que se miden de otra.
-E.L.: Es un cambalache, Aníbal Fernández es muy suelto de lengua, y como son pocos los que se toman el trabajo de analizar las cosas que dice, además que está la campaña electoral de por medio y una fuerte polarización entonces, o tomás al pie de la letra lo que dice el gobierno y el INDEC, o lo que dice la UCA. Nadie le da importancia a los análisis de cifras del Centro de investigaciones de la CTA, que son bastante criteriosos, a pesar de ser oficialista.
Mario Hernandez
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