viernes, 26 de junio de 2015

Masacre de Avellaneda: los responsables de ayer, los candidatos de hoy



Hoy se cumplen 13 años de aquel fatídico 26 de junio de 2002, cuando fueron asesinados Maximiliano Kosteki y Darío Santillán. Los responsables de las represiones de ayer que son candidatos hoy: Aníbal Fernández, del Frente para la Victoria, y Felipe Solá, del Frente Renovador. Masacre de Avellaneda: los responsables de ayer, los candidatos de hoy

Con jornadas culturales y una vigilia, comenzaron ayer los homenajes a Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, al cumplirse 13 años de su asesinato a manos de la Policía Bonaerense. La conmemoración culmina hoy con un acto en el Puente Pueyrredón, bajo las consignas “13 años de impunidad y encubrimiento. El gobierno es responsable. Juicio y castigo a los responsables políticos de la Masacre de Avellaneda”.
El documento que se leerá en el Puente, al que tuvo acceso La Izquierda Diario, dice que “logramos las condenas ejemplares del comisario Alfredo Fanchiotti y del Cabo Alejandro Acosta por los homicidios de Darío y Maxi, pero los responsables políticos de aquella represión criminal, los que crearon el clima de provocaciones contra el movimiento piquetero durante los días previos, los que tomaron las decisiones e impartieron las órdenes, los que ordenaron la movilización de cuatro fuerzas de seguridad y de los servicios de inteligencia, los que dieron carta blanca para disparar plomo contra manifestantes desarmados, los que escribieron el libreto para justificar la masacre; esos responsables continúan impunes hasta el día de hoy (…) Hoy volvemos a este Puente para reclamar juicio y castigo a quienes en ese momento tenían en sus manos el poder del Estado y ejecutaron una represión planificada y organizada. La mayoría de ellos goza de impunidad, amparados a la sombra del poder político”.

Los responsables políticos

La Masacre de Avellaneda fue un crimen planificado que buscaba derrotar y disciplinar a todos los sectores en lucha, en el marco de una aguda crisis económica, política y social que había tenido su pico durante las jornadas del 19 y 20 de diciembre de 2001 que habían acabado con el gobierno de Fernando De la Rúa. Proliferaban entonces fábricas ocupadas, movimientos de desocupados y asambleas populares, en oposición a las políticas de los sectores dominantes que descargaban la crisis sobre los trabajadores y el pueblo, que sufrían cifras récord de desocupación y los costos de la devaluación.
En ese marco, Eduardo Duhalde se decidió a poner “orden”, y anunció la masacre una semana antes de la jornada de lucha prevista para el 26 de junio. El Presidente anunció a la prensa que “los intentos de aislar a la Capital no pueden pasar más, tenemos que ir poniendo orden”. Alfredo Atanasof, Juan Alvarez y Jorge Matzkin, hacían declaraciones más explícitas todavía: “Se van a impedir los bloqueos como sea”.
La amenaza asesina se concretó el 26 de junio con los asesinatos de Kosteki y Santillán, más de 30 personas heridas con balas de plomo, más de 160 detenidos y hasta un local partidario de Izquierda Unida arrasado por la Infantería, como en la dictadura. Todo en una cacería que abarcó más de 20 cuadras a la redonda del lugar de los hechos.
Entre los responsables políticos denunciados por la masacre también está, ni más ni menos, el hoy Jefe de Gabinete y uno de los precandidatos a Gobernador de la Provincia de Buenos Aires por el Frente para la Victoria, Aníbal Fernández (acompañado en la fórmula por el supuesto progresista Martín Sabbatella), quien por ese entonces era Secretario de la Presidencia de Eduardo Duhalde.
Meses atrás, Alberto Santillán, padre de Darío, decía a La Izquierda Diario que “Aníbal Fernández no sólo no tendría que estar ahí, ocupando ese puesto, sino que debería, cuanto menos, estar siendo investigado por la responsabilidad que le cabe en la Masacre de Avellaneda”.
No es el único responsable del crimen que hoy continúa alineado con el kirchnerismo. Otro de ellos es Juan José Álvarez, quien era Secretario de Seguridad e Interior de la Nación durante el gobierno de Duhalde y hasta hace pocos meses hombre clave del massismo, espacio que abandonó para volver al kirchnerismo, como tantos otros, olfateando la derrota del Frente Renovador. Un tercer ejemplo en las filas del oficialismo es Alfredo Atanasof, hoy alineado con el gobierno nacional y por ese entonces Jefe de Gabinete de Eduardo Duhalde y vocero de las provocaciones durante los días previos a la represión.
Por el lado del Frente Renovador, desde el acto en el Puente hoy se denunciará también a Felipe Solá, quien se presenta este año para volver a ocupar el mismo cargo que desempeñaba durante la Masacre de Avellaneda, Gobernador de la Provincia de Buenos Aires. Días antes de aquel fatídico 26 de junio, Solá sostuvo que “vamos a tratar de que todas las fuerzas (de seguridad) sean una”. El crimen estaba planificado.

Clarín y Aníbal Fernández, ocultando a los responsables de la masacre

Mucho antes de las peleas entre el kirchnerismo y la “Corpo”, el diario de Magnetto y Aníbal Fernández coincidían en algunas cosas, como ocultar a los verdaderos responsables de la Masacre de Avellaneda. Mientras Clarín titulaba que “la crisis” había causado dos nuevas muertes, desde el gobierno de Eduardo Duhalde se quiso instalar la teoría de que había sido una “pelea entre piqueteros”. Aníbal Fernández decía también, para poner las culpas en los movimientos de desocupados y no en las fuerzas de seguridad asesinas, que “nosotros conocíamos desde hace 20 días que iba a suceder una cosa de estas características, porque nos habían hecho los comentarios y sabíamos que se organizaba para el 22 y el 23, en el Estadio Gatica, en Villa Domínico, una asamblea de piqueteros en la que se iban a discutir los pasos a seguir. En esa asamblea se habló de lucha armada, en esa asamblea se definió lo que ellos llaman un plan de lucha, que no es otra cosa que un cronograma de hostilidades”.
Pero las evidencias documentales que muestran el rol asesino de las fuerzas de seguridad, y la gran movilización popular que tuvo lugar como respuesta a la masacre, dieron vuelta la historia. Duhalde tuvo que acelerar la transición y convocar a elecciones, eligiendo a Néstor Kirchner como su sucesor. Aníbal Fernández, en cambio, se mantendría en los altos círculos del poder, hasta hoy, de la mano del matrimonio K, y ahora busca ser elegido Gobernador de la Provincia de Buenos Aires.

Al discurso kirchnerista lo desmienten su pasado y su presente

El doble discurso kirchnerista es desmentido por su pasado y por su presente. Si los responsables de las represiones de ayer son los funcionarios y candidatos de hoy, es para atacar la protesta social (como en Lear, al mando del hoy también candidato del FpV Sergio Berni), y prepararse para hacer pasar los mayores planes de ajuste para el próximo gobierno. En esto coinciden Scioli, Macri y Massa. Desde el Frente de Izquierda y de los Trabajadores, junto al sindicalismo y la juventud combativos, también en nombre de Maxi y Darío, nos preparamos para enfrentarlos.

Fernando Scolnik
@FernandoScolnik

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