martes, 9 de junio de 2015
Aniversario del asalto al cuartel de Azul
El 19 de enero de 1974 el Ejército Revolucionario del Pueblo irrumpía en el Regimiento 10 de Caballería Blindada y el Grupo de Artillería Blindado 1 situado en la localidad de Azul, provincia de Buenos Aires. Hacía apenas 5 meses que Juan Domingo Perón había ganado las elecciones generales con casi el 62% de los votos.
Así explicaba la revista Estrella Roja, del ERP el ataque al cuartel: “A las 22.30 hs. del sábado 19 de enero, la Compañía "Héroes de Trelew"- reforzada- del Ejército Revolucionario del Pueblo - ERP-, realizó una incursión en la ciudad de Azul (Provincia de Buenos Aires) y atacó la guarnición del ejército contrarrevolucionario establecido en esa ciudad, compuesto por el Regimiento 10 de Caballería Blindada y el Grupo de Artillería Blindado 1.
Luego de tomada la guardia central y el puesto Nº 3, se generó una resistencia en dos centros secundarios de la guardia (tanque y herrería), que hizo posible la intervención del resto del personal del cuartel e imposibilitó su total copamiento. Entablado el combate, la Compañía Héroes de Trelew, redobló sus esfuerzos y mantuvo la ofensiva durante una hora hasta que se comprobó la imposibilidad de doblegar la resistencia atrincherada de fuerzas superiores.
El Ejército Revolucionario del Pueblo reafirma una vez mas su decisión de continuar sin desmayos la verdadera lucha por la liberación nacional y social de nuestra Patria de nuestro pueblo, por destruir el injusto sistema de explotación y opresión que sufren los trabajadores argentinos y una de cuyas principales fuerzas son sus Fuerzas Armadas contrarrevolucionarias.
¡Ninguna tregua al ejército opresor! ¡Ninguna tregua a las empresas explotadoras!”
La columna de unos cien guerrilleros fue encabezada por Enrique Gorriarán Merlo y su objetivo era proveerse del armamento al interior del Cuartel. Sin embargo la resistencia en el sector de herrería logró repeler la toma donde murieron el jefe del batallón, el Coronel Gay, y su esposa como subrproducto del cañonazo de una tanqueta militar junto a dos guerrilleros del ERP. También fueron secuestrados y desaparecidos en las afueras del cuartel, los combatientes del ERP, Héctor Antelo y Reynaldo Roldan.
El copamiento del cuartel de Azul dio vía libre a los golpes de la derecha peronista contra los gobernadores afines a la Tendencia encabezada por Montoneros, Oscar Bidegain, gobernador de la provincia de Buenos Aires fue destituido por un golpe de palacio encabezado el ala de la burocracia de la UOM de Victorio Calabro (jefe político del nefasto CNU) quien se hizo con la gobernación. Poco después, el 27 de febrero del mismo año van a ser desalojados por un golpe policial, Ricardo Obregon Cano y Atilio López en Córdoba, siendo este un profundo golpe a la vanguardia obrera más combativa e importante de aquellos años.
Como respuesta inmediata al copamiento de Azul, Perón llamó a “aniquilar cuanto antes este terrorismo criminal”, impulsando la Triple A e impulsó la reforma del Código Penal. La otra consecuencia fue la ruptura definitiva con la Tendencia. El 22 de enero de 1974 los diputados de la JP, entre los que se hallaba el ultrakirchnerista Carlos Kunkel, fueron convocados a una reunión televisada. Perón franqueado por José López Rega y Julio Yessi, jefe de los gangsteres fascistas de la JPRA o jotaperra, se dedico a insultar y acusar a los diputados juveniles de infiltrados y agentes de la Cuarta Internacional.
La acción del ERP termino en un fracaso militar, que no logró cumplir sus objetivos, pero sobre todo en un desastre político que dejo expuesta a una furibunda represión al conjunto de los luchadores obreros y populares que se enfrentaban por entonces al Pacto Social urdido por Perón, los empresarios y la burocracia sindical. El plan de copamiento se inscribía dentro de la lógica del PRT de que nos encontrábamos en medio de una guerra revolucionaria y que para llevarla a cabo hacia falta superar la acción independiente de las masas que había mostrado el Cordobazo de mayo de 1969 por un ejercito que le hiciera la guerra a las Fuerzas Armadas de la burguesía. La lucha de clases real era dejada de lado o en el mejor de los casos subordinada a los objetivos de la guerrilla. La conciencia de las masas que aún confiaban en Perón y su gobierno, su organización y el desarrollo de su experiencia a través de la lucha de clases que enfrentaba al Pacto Social tenia escasa importancia para la guerrilla de Mario Santucho (y también de Montoneros). La guerrilla combinaba esta guerra de aparatos con la búsqueda de frentes populares con los personeros de la burguesía progresista.
En la política de estas direcciones se encuentra una de las causas que bloqueó en la década del setenta la tendencia a la independencia política de clase que había marcado el cordobazo y el surgimiento del Sitrac-Sitram.
Facundo Aguirre
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