martes, 16 de junio de 2015
Suba de la AUH, catarata de anuncios, recesión y ajuste
Aumentan 30% la AUH, asignaciones familiares y para embarazadas. También se envía al Congreso un proyecto para que los ajustes futuros se realicen por ley. Inauguración de obras, cesión de terrenos para el Pro.Cre.Ar y préstamos para Pymes. Contrastes entre relato y realidad. El ajuste en curso y el que viene.
A través de un mensaje emitido por cadena nacional desde el Salón de las Mujeres de la Casa de Gobierno la presidenta Cristina Fernández de Kirchner oficializó durante la tarde noche del día lunes un incremento del 30% en la Asignación Universal por Hijo (AUH), para embarazadas y de las asignaciones familiares.
De este modo, la AUH pasará desde su valor actual de $644 a $837 a partir del 1º de junio, beneficiando a 1.870.611 niños y niñas. Aquellos que reciban la asignación en la Patagonia cobrarán un 30% por encima del nuevo valor. Considerando todas las asignaciones, el incremento alcanzará a 4.038.699 beneficiarios.
Se trata de un paliativo para más de 2 millones de familias. Este número es a la vez una medida de la consolidación de un “modelo” con un tercio de la fuerza de trabajo en “negro” y bajos salarios.
Lo que no está garantizado para esas familias es tener un ingreso que como mínimo alcance la canasta familiar que hoy supera los $13.000 por mes. La mitad de los trabajadores ganan menos de $5.500. Kicillof contribuye a mantener los ingresos por el piso con su política de techo en paritarias. Eso para los que tienen la suerte de estar bajo convenio, pero en la Argentina más de la mitad de los asalariados están precarizados. En contraposición al ministro, los aceiteros, bancarios y la clase obrera que se pronunció en el paro nacional elevan las aspiraciones populares.
Si bien la AUH ya es ley en tanto fue creada por un Decreto de Necesidad y Urgencia, la presidenta dio a conocer que enviará al Congreso un proyecto para que los ajustes futuros de las asignaciones se realicen dos veces al año siguiendo el mecanismo utilizado para las jubilaciones y pensiones. Se trata de un guiño que intenta mostrar al electorado progresista la decisión presidencial para que las conquistas trasciendan el recambio de mandatarios que habrá en diciembre. También expresa la desconfianza en que los candidatos oficialistas a suceder a Cristina sostengan esa política.
La presidenta ligó el anunció de aumento de la AUH a su ubicación al lado de las mayorías populares. Unos sencillos cálculos dicen lo contrario. Todas las asignaciones sumarán con la actualización un presupuesto anual de 31 mil millones de pesos. Es apenas un tercio de lo que se gastará este año en pagos de la deuda externa: mucho más de 100 mil millones de pesos. Si se deja de pagar la deuda, los $837 por hijo podrían ser $2.511. No es magia, sino voluntad política. Pero para CFK la dignidad de las madres y padres de esos chicos, de la que habló por cadena nacional, cotiza menos que los bonos de deuda. En Argentina los únicos privilegiados son los especuladores.
Estuvieron presentes acompañado a la presidenta el ministro de Economía de la Nación, Axel Kicillof; el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández; el gobernador bonaerense, Daniel Scioli; el Director Ejecutivo de la Anses, Diego Bossio, el vicepresidente de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE), Martín Reibel, la ministra de Industria, Débora Giorgi, y el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, entre otros. Dieron una buena panorámica de como el Frente para la Victoria busca encarar los comicios de agosto: con todas las alas del kirchnerismo detrás de Scioli, hijo del menemismo, y de Randazzo, hijo del duhaldismo.
Durante la cadena nacional Cristina hizo referencia a los tres años que se cumplen desde el lanzamiento del Pro.cre.ar que benefició con créditos a aquellas personas, principalmente de clase media, que no califican en la banca privada.
Además de informar sobre terrenos cedidos por el gobierno de la provincia de Buenos Aires que dirige Daniel Scioli para nuevas soluciones habitacionales, Cristina Kirchner destacó que 9 de cada 10 préstamos para la compra o construcción de viviendas son otorgados por iniciativa del Estado a través del Pro.Cre.Ar o del Banco Nación. En tal sentido, hostigó a la banca privada porque otorga sólo 1 de cada 10 préstamos hipotecarios. Lo que olvidó promocionar la presidenta son las millonarias ganancias que están haciendo los bancos con la bicicleta financiera que montó el equipo económico.
Cristina también se dirigió al macrismo: “Formalmente, desde la Casa Rosada, le pedimos a la Legislatura porteña que desafecte a calles que eran del Estado nacional para hacer desarrollos urbanísticos que van a beneficiar a miles de porteños", sentenció.
La Presidenta detalló que en estos tres años Pro.Cre.Ar puso en marcha 170.123 viviendas en todo el país. Además, existen 700.000 inscriptos a la espera de ser beneficiados con una solución habitacional.
Si bien es cierto que el Pro.Cre.Ar. permitió el acceso al crédito a familias que antes no tenían posibilidad por los elevados requisitos de los bancos, no es menos cierto que el último Censo Nacional de Población y Vivienda estableció que el déficit habitacional alcanza a más de 3 millones de hogares. Con el ritmo al que avanza el Pro.Cre.Ar y el incremento de la población es altamente probable que el déficit habitacional no tenga solución ni con varias “décadas ganadas” más.
La catarata de anuncios oficiales abarcó la inauguración de obras en varias provincias, nuevos vehículos para el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), préstamos para las Pymes y aportes no reintegrables para parques industriales.
Cristina Fernández de Kirchner llamó a defender lo conquistado y se posicionó enfrentando a las corporaciones: “a quienes creen que el establishment los acaricia porque dicen las cosas que a ellos les gusta, los utilizan y después los tiran, los condenan o los persiguen”, señaló la presidenta en un posible tiro por elevación a Sergio Massa, su ex jefe de Gabinete.
La abrumadora cantidad de anuncios oficiales buscaron dar una imagen de una economía dinámica en momentos que la recesión se instaló en el país producto de las políticas gubernamentales. El contraste entre realidad y relato es cada día más evidente.
Griesa, buitres y burguesía nacional
Hoy se cumple un año desde que la Corte Suprema de EE.UU. rechazó aceptar la apelación de Argentina del fallo de Thomas Griesa a favor de los fondos buitre. En la primera mitad del año pasado el equipo económico se dedicó a hacer los deberes para regresar a los “mercados” en pos de conseguir dólares cada vez más escasos en la economía. En ese camino arregló con el Club de París, el Ciadi y Repsol. La decisión de la corte yanqui puso en impasse el plan de iniciar un nuevo ciclo de endeudamiento.
Después de meses con presiones devaluacionistas e inestabilidad cambiaria, la asunción de Alejandro Vanoli al frente del Banco Central en octubre de 2014 junto con las iniciativas de Kicillof calmaron las aguas. ¿Cómo lo lograron? Imponiendo un enfriamiento de la economía, con pérdida del poder de compra del salario y consiguiendo divisas de diversas fuentes: “swap” con China, endeudamiento de YPF, colocación de Bonar 2024, entre otras.
Durante el lunes, Luis Pagani, titular de Arcor, anticipó que "se vienen dos años de ajuste". Pagani habla en nombre de la burguesía nacional realmente existente. En nombre de su clase busca marcar el camino al próximo presidente. Scioli, Macri y Massa saben bien que quieren los empresarios. Ya sea con gradualismo o con shock, una nueva devaluación que ataque el salario obrero está en la agenda de los candidatos patronales. Lo mismo que ampliar el ciclo de endeudamiento que ya inició el oficialismo y regularizar la situación con los buitres. Sólo el Frente de Izquierda y los Trabajadores se planta contra esos planes.
Pablo Anino
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