En la noche del viernes se llegó a un acuerdo entre los representantes de los trabajadores aceiteros y los empresarios. Los obreros tendrán un salario inicial de $14.300, lo que representa un aumento del 36%. La huelga iniciada el 4 de mayo, los cortes y bloqueos en puertos y en el cordón industrial de Rosario, así como las decisiones en asamblea, fueron medidas decisivas para esta victoria que rompió el techo que pretendía imponer el gobierno.
El obrero aceitero de menor categoría recibirá un sueldo neto de $14.300, lo que representa un aumento del 36%. El acuerdo sería del 27,8% y según el Ministerio de Trabajo, "la organización sindical tratará con las distintas empresas otras cláusulas". Estas cláusulas corresponderían a un adicional por presentismo que permitiría a los trabajadores redondear un aumento del 36%.
"Las aceiteras tienen un costo laboral que va del 0,5 al 1,8 %. Cargill facturó 26.000 millones de pesos en 2013, Dreyfus 19.000 millones y Molinos Río de la Plata, 21.000 millones. El aumento que pedimos llegará a 1.500 millones de pesos, mientras que las empresas van a facturar 250.000 millones este año. Las empresas pueden pagar lo que pedimos y mucho más también", señaló Daniel Yofra, dirigente de los aceiteros. C omo destacaron los trabajadores, no existían “razones económicas para negarnos el aumento salarial exigido”. De hecho, los paritarios denunciaron que luego de alcanzado un acuerdo de palabra con las patronales el viernes 22 de mayo -por el 36% finalmente acordado- fue el gobierno nacional el que sostuvo que no era viable.
Yofra señaló que el conflicto alcanzó a unas 40 empresas instaladas en el país y comprometió a unos 40.000 trabajadores. Según algunos cálculos extraoficiales, había entre 80 y 100 buques parados en el río. "Creo que especularon con la solución del conflicto, pero esto no fue así y están teniendo pérdidas que rondan los U$S 25.000 por barco por cada día que están sin actividad". El perjuicio para las exportaciones rondaría los U$S 400 millones y comenzaba a afectar el abastecimiento de aceite en el mercado doméstico. Además, afectó la liquidación de divisas de la exportación de granos que en la última semana fueron de U$S 609,27 millones, un 16,1% inferior a la misma semana de 2014.
Finalmente, Daniel Yofra agradeció a las organizaciones que vienen “recorriendo el camino junto a los trabajadores aceiteros”, mencionando a la CTA, ATE, AMSAFE, y a los partidos de izquierda “que siempre están junto a los trabajadores y nunca se separaron”.
También se especulaba con una solución similar para los bancarios que realizaron un contundente paro nacional de 48 horas el martes y miércoles pasados, - el Banco Central continuó hasta el viernes-, que acordarían una suba en el básico del 27/28%, pero que al incluir adicionales y alguna participación en el resultado operativo de las empresas se eleve a valores por encima del 30%.
Luego de dos días de paro bancario con movilizaciones de miles de trabajadores por el centro porteño y las principales ciudades del país, la patronal encabezada por la cámara ABAPPRA, el Ministerio de Trabajo y el Ministerio de Economía, se reunió con el sindicato bancario y esperan acordar un aumento salarial y participación en las ganancias del sector. En una concurrida asamblea en el Banco Central votaron continuar con el paro hasta el viernes 29, también por las demandas salariales y las que atañen a la propia institución.
Por su parte, las comisiones gremiales internas del Banco Provincia de Buenos Aires, Banco Ciudad, Banco Central, Nación de Neuquén, Credicoop de Bahía Blanca, entre otros, junto a agrupaciones opositoras, reclaman un acuerdo que no sea menor a un 40%, la anulación del impuesto al salario, el pase a planta de los trabajadores tercerizados, el ingreso de personal, el respeto del convenio bancario y denuncian los despidos y retiros en entidades como el Banco Hipotecario. También, exigen la devolución de los días de paro descontados en el Ciudad.
Si bien se desactivó el conflicto aceitero, la Confederación General del Trabajo (CGT) San Lorenzo resolvió para el lunes próximo un paro de 24 horas para reclamar el salario mínimo regional (ex Copa) para los trabajadores de una decena de gremios. Un plenario de secretarios generales y delegados sindicales ratificó ayer el pedido de aumento salarial de 42% de ese piso de ingresos, hasta un nivel de $ 14.931, similar al reclamado inicialmente por los aceiteros.
Paritarias amigas
Los docentes universitarios, luego del paro nacional de 48 horas, iban a definir el próximo martes una nueva propuesta del Ministerio de Educación que consistía en adelantar el segundo tramo del aumento de octubre a agosto y crear una comisión para discutir el programa de jerarquización docente, los adicionales por posgrado y el nomenclador universitario contemplados en el Convenio Colectivo de Trabajo.
Sorpresivamente, el Gobierno Nacional y los Rectores del CIN firmaron con las conducciones sindicales amigas un aumento salarial del 27,4% en dos cuotas sin consulta a las bases y sin convocar a la CONADU Histórica que declaró: "En una maniobra patronal que no registra antecedentes en nuestro sector y a espaldas de la Docencia Universitaria y Preuniversitaria argentina, en la tarde del viernes el Gobierno Nacional, las y los Rectores del CIN y las conducciones de CONADU, FEDUN, FAGDUT, CTERA y UDA, sellaron la Pauta Salarial que regirá hasta Junio del 2016, convalidando el techo del 27,4% que el Ministro Kicillof pretende imponer en las Paritarias a todos los sectores de la clase trabajadora. El agravante de este accionar, es que la CONADU Histórica no fue convocada, explícita o implícitamente ni tan sólo para conocer los alcances de la “nueva propuesta”.
Por su parte, los trabajadores de obras sanitarias (Aysa), acordaron un incremento que se pagará en dos cuotas de 16% y 10% acumulativo, para los meses de mayo y agosto respectivamente.
Se generalizan los reclamos por encima del 30%
La UTA (colectiveros) rechazó el 27% que propuso la patronal. El miércoles convocó a un paro sorpresa por 24 horas, pero el Ministerio de Trabajo reaccionó rápido y dictó la conciliación obligatoria, acatada por los gremialistas.
La Federación de Obreros y Empleados de la Industria del Papel, Cartón y Químicos anunció un paro de actividades para el viernes. El titular del gremio, Blas Alari, señaló que “los salarios de la actividad se han depreciado por la acción incontrolada de la inflación, lo que obliga a los compañeros a trabajar los sábados, domingos y jornadas nocturnas”.
Los docentes bonaerenses fueron al paro de 48 horas, jueves y viernes. Luego de haber logrado con las anteriores medidas de lucha el adelanto del pago de mayo para más de 30.000 docentes, en asambleas y reuniones de delegados votaron parar este 28 y 29 por los problemas de infraestructura en las escuelas, los comedores que no cubren las necesidades alimenticias de los niños, la propuesta del “código anti educativo” impulsado por el senador K del FPV, Gustavo Oliva -que modifica el Estatuto- , el vaciamiento de la obra social y exigir a SUTEBA, FEB, UDocBA y a los gremios estatales un plan de lucha común contra el ajuste de Scioli y De Lucía a los trabajadores de la educación. El primer día del paro los SUTEBA combativos movilizaron a IOMA Central para denunciar el vaciamiento de la obra social.
La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) también anunció un paro para el viernes, en reclamo de aumento de salarios y para exigir paritarias libres. El sector oficialista de los empleados públicos que lidera Andrés Rodríguez de UPCN ya firmó por un 27% que es rechazado por insuficiente.
El Sindicato Argentino de la Manufactura del Cuero se declaró en “estado de alerta y movilización”, tras el fracaso de la primera audiencia paritaria. Reclama una suba de 38%, pese a ser un gremio de la CTA oficialista de Hugo Yasky.
El miércoles el Plenario de delegados autoconvocado de prensa realizó un acto frente a la Cámara empresaria, en el marco de un importante cese de tareas de tres horas para garantizar la movilización. Señalaron que los trabajadores no avalarán cualquier acuerdo Utpba-Cámaras empresarias, y reiteraron a las empresas el reclamo de un cobro a cuenta equivalente al 15 %, retroactivo al mes de abril.
Asimismo, el Plenario dispuso que el próximo martes 2 de junio se realicen asambleas en todos los lugares de trabajo para analizar la situación de estas paritarias y definir cursos de acción en procura de una negociación seria y un acuerdo viable.
El gremio de La Fraternidad (conductores de trenes), dirigido por Omar Maturano, rechazó cualquier tope salarial y en junio pedirá “un piso del 30%”.
El sindicato de los petroleros que lidera el moyanista Guillermo Pereyra comenzó la semana pasada sus negociaciones para lograr un aumento de 35% hasta fin de año. El gremio de la Alimentación que exige un 43% de aumento, empezó con paros rotativos la semana pasada, pero el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria.
También los gastronómicos de Luis Barrionuevo tratarán esta semana de conseguir una mejora salarial del 35% en dos cuotas y advirtieron que comenzarán con las protestas si no se llega a un acuerdo.
Otro sindicato opositor que pretende perforar el tope del 27% es el de los peajes que reclamó un 42% de aumento. Su titular, Facundo Moyano, criticó a los dirigentes que aceptaron los límites salariales del gobierno: “Esos acuerdos son de una total indignidad y confirman su complicidad con el ajuste de los últimos tres años”, afirmó.
En tanto, los camioneros de Moyano reclaman el 35% y harán un acto en el estadio de Deportivo Español el próximo 4 de junio en apoyo de la demanda. La misma cifra reclaman los trabajadores de televisión por cable.
El paro general del 9 de junio
Desde la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte piden a la izquierda que no levante piquetes el 9 de junio, día que se llevaría adelante el paro que convocan también desde la CGTs opositoras y la CTA de Micheli.
El dirigente ferroviario Omar Maturano, salió a pedir que “no haya cortes de tránsito. Queremos que el paro de transporte garantice el paro nacional. Pedimos que no haya piquetes y que dejen que los trabajadores vayan por sus propios medios. Así no nos tildan de que cortamos la calle”. Hace unos días, Facundo Moyano declaraba que la izquierda se cuelga de los paros de la CGT, y que son marginales que solo puede tener visibilidad cortando la Panamericana o llevando las cosas al extremo.
El paro anterior, la burocracia de SMATA, dirigida por Ricardo Pignanelli, que está avalando un nuevo lock out patronal en Lear luego de las agresiones a uno de los trabajadores reincorporados, salió a recorrer las líneas de producción de VW y Lear, exigiendo que los trabajadores asistan o sino que se atengan a las consecuencias. El corte sobre Panamericana, así como el bloqueo a los perímetros de entrada a Lear impidieron el ingreso de los trabajadores y pudo romper el plan de los militantes de la oficialista Lista Verde que buscaban hacer funcionar la fábrica dando un claro mensaje a los trabajadores: SMATA no para.
También para la inmensa masa de trabajadores que se encuentran trabajando en negro, que suelen concurrir en remises, motos, bicicletas o autos por las apretadas que suelen recibir de la patronal, los piquetes suelen ser una buena excusa para no asistir a los trabajos y acoplarse al paro.
Desde la izquierda no nos colgamos de los paros de la burocracia sino que intervenimos con los métodos con los que actuamos cotidianamente como l os trabajadores gráficos que el viernes cortaron desde las 8 de la mañana la esquina de Marcelo T. de Alvear y Callao en la Ciudad de Buenos Aires, reclamando contra los 280 despidos en la gráfica Worldcolor de Pilar y por la expropiación de la ex-Donnelley.
La que sí no hará piquetes será la CTA opositora de Pablo Micheli, pero un día antes, desde las 14, realizará una movilización desde el Obelisco hasta el Ministerio de Trabajo con la intención de extender la protesta a 36 horas.
Por otro lado, el diputado nacional por el Frente para la Victoria (FPV), Edgardo Depetri, advirtió sobre el paro nacional: “Tengamos cuidado. No sea cosa que aparezca de nuevo una situación de crisis y que se instale un caso similar al de Mariano Ferreyra”.
Sin embargo, su preocupación no alcanzó para pronunciarse por la situación que vivió en Lear , luego de tres días de agresiones, el trabajador reinstalado Damián González, cuando un patotero del SMATA con la punta de un cutter le provocó heridas cortantes en el estómago. González era parte de los despedidos del 2014 y había sido reinstalado por una orden judicial que determinó que su despido era discriminatorio. Un hostigamiento similar venía sufriendo otro trabajador reinstalado, Tomás Nieto, en Volkswagen, por parte de "delegados del SMATA", con empujones, patadas, insultos y escupidas.
Debido a la gravedad de los hechos, el Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (CeProDH) emitió una declaración denunciando que el SMATA y la empresa estaban buscando un nuevo Mariano Ferreyra, y realizó la denuncia en el juzgado Federal en lo Criminal y Correccional Nº 1 de San Isidro, a cargo de la jueza Arroyo Salgado. Se solicitó una medida de restricción de acercamiento de los agresores.
El fiscal Fernando Domínguez decidió impulsar la acción penal y la medida asegurativa, por lo que la jueza ordenó que los patoteros denunciados tenían restringido su acercamiento a González. Por la mañana del martes 26, la empresa y los patoteros fueron notificados de la medida en la misma fábrica. La dirección del sindicato optó por retirar a "sus hombres" de la fábrica. En el cambio de turno llegó a Lear un grupo de dirigentes del SMATA, entre ellos el secretario adjunto, Mario “Paco” Manrique, y en una de sus "asambleas" anunciaron que "la organización" disponía la convocatoria a un "paro" de 10 días del turno mañana para oponerse al fallo.
Aseguraron que nadie iba a sufrir ningún descuento de días caídos ni de premios, es decir, que la medida está tomada en común con la empresa: un lock out conjunto en defensa de la patota y el matonaje.
La izquierda definió su posición
El sábado, convocados por la Seccional San Fernando del Sutna (Neumáticos) se reunieron en el Auditorio Mayor de la Facultad de Sociales de la UBA, dirigentes y delegados sindicales de la izquierda y el clasismo que consideraron el apoyo a las luchas obreras en curso y el programa y la participación en el paro nacional del próximo 9 de junio.
Entre las resoluciones centrales figura el apoyo a todas las huelgas en curso a partir del papel jugado en el apoyo a la huelga general aceitera. En segundo lugar se resolvió redoblar la lucha en los sindicatos de todas las centrales para que los objetivos del paro y su modalidad sean discutidos en asambleas fabriles y plenarios de delegados con mandato.
Entre los objetivos se discutió el apoyo al planteo aceitero de salario mínimo equivalente a la canasta familiar, las paritarias sin techo y el rechazo a la no homologación y conciliaciones del gobierno, la anulación del impuesto a las ganancias sobre los salarios de convenio, la ocupación de toda fábrica que cierre y la prohibición de despidos y suspensiones, el pase a planta permanente de precarizados y el 82% a los jubilados.
En relación al carácter del paro el plenario debatió los motivos para realizar un paro de 36 horas con abandono de tares que pueda movilizar centenares de miles de trabajadores a la Plaza de Mayo, de manera de imponer un giro en la situación política y doblar el brazo de Kicillof-Tomada y CFK que atacan las paritarias y confiscan el salario mediante el impuesto a las ganancias. De persistir el paro de 24 horas, se propuso la realización de piquetes iniciales que culminen con una movilización al Ministerio de Trabajo el propio día del paro.
Mario Hernández
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