jueves, 25 de junio de 2015
Estudiantes exigen apertura de los archivos del servicio de inteligencia en la dictadura
Por iniciativa de la secretaría de Género y Cultura del CUEFyL se presentó un proyecto de resolución para la apertura y publicación de los archivos del Servicio de Seguridad y Vigilancia, que actuó en la UNT entre 1976 y 1983.
En octubre del año pasado la rectora Alicia Bardón anunció la repentina aparición de unos archivos de la última dictadura, que se creían perdidos desde 1985. Se trata de documentación en donde se asienta la actuación del llamado Servicio de Seguridad y Vigilancia. La documentación, que ocupa 15 tomos de 400 páginas cada uno, aún no se encuentra disponible para su consulta.
La apertura y publicación de estos archivos permitiría ahondar en las investigaciones que pueden dar respuestas sobre el destino de los 186 desaparecidos de la UNT. Además permitiría reconstruir el mecanismo de espionaje, secuestro y desapariciones que operó, y aportar nuevas pruebas para el juicio y castigo de los participes de la última dictadura genocida.
“Desde la secretaría de Género y Cultura hicimos una presentación para que el Centro de Estudiantes de Filosofía y Letras tome en sus manos la exigencia de la apertura de estos archivos. Por eso también elevamos un pedido al Rectorado y junto a otros consejeros estudiantiles se presentó un proyecto de resolución en este sentido”, declaró Alejandra Arreguez. “Estos archivos pueden aportar datos sobre el engranaje que actuó en la desaparición de Alberto Ledo. Ledo era estudiante de Historia y desapareció cuando cumplía el servicio militar obligatorio bajo las ordenes del capitán Sanguinetti y de César Milani, actual jefe del Ejército”, agregó la referente de la Juventud del PTS.
En la sesión del Consejo Superior del día de hoy, la primera del año, decidirá si da curso al pedido de apertura y publicación de los archivos.
El Servicio de Seguridad y Vigilancia
En 1976, días previos al golpe del 24 de marzo, el entonces rector Juan José Pons crea el “Servicio de Seguridad y Vigilancia” (SSV) de la UNT. Ismael “el Turco” Haouache fue designado como responsable, reconocido en la militancia por sus actividades antisemitas.
Según el testimonio de Pons, Haouache fue nombrado tras una reunión con el Tte. Coronel Antonio Arrechea, jefe de policía de la época, “con el propósito de que cumpliera funciones de observador para prevenir cualquier actividad de tipo subversivo en el ámbito de la UNT” aunque el discurso oficial hablaba de la protección de edificios.
Desde un primer momento, el SSV no solo actuó como organismo de inteligencia, marcando estudiantes y docentes “subversivos” con la ayuda de decanos y docentes reaccionarios, sino que también fue parte de los operativos de manera conjunta con las fuerzas policiales y el Ejército. A nivel institucional, nunca se reglamentaron las funciones del SSV, ni se especificó su misión y atribuciones.
El aparato represivo en la UNT se complementó con el uso de edificios universitarios como “lugar de retención de detenidos”, en la jerga militar. En la Escuela Universitaria de Educación Física y el pabellón de la Ciudad Universitaria en San Javier se encontraban los detenidos-desaparecidos, mayoritariamente universitarios, que posteriormente eran derivados a otros centros clandestinos de detención.
Según investigaciones, el número de personas pertenecientes a la UNT que fueron detenidas-desaparecidas, durante el periodo 1974-1983, llegaría a 186 casos.
Maximiliano Olivera
@maxiolivera77
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