domingo, 26 de octubre de 2014

110 años de lucha por una jubilación digna

Hace 110 años que las luchas del movimiento obrero, junto con importantes conquistas, lograron la ley 4349 de creación de la primera Caja de Jubilaciones para los trabajadores que desempeñaban cargos permanentes en la administración estatal.
Esta conquista, al igual que las logradas en la Previsión Social, fueron producto de las luchas de los trabajadores, de sus organizaciones sindicales. Así fue que entre otras acciones, en 1958, al calor de las huelgas y movilizaciones gremiales, se creó la ley 14499 que estableció el 82% móvil. Muchas conquistas fueron avasalladas por sucesivos golpes militares y gobiernos reaccionarios, como en la década menemista, cuyas retrógradas leyes 24241 y 24463, en lo fundamental, siguen vigentes. De allí surge, a 110 años, la necesidad de una nueva ley previsional que reestablezca el 82% móvil sobre el salario, un haber jubilatorio mínimo para cubrir la necesidades básicas y el manejo de los fondos previsionales por sus interesados, como establece la Constitución Nacional en su artículo 14 bis, o sea por los representantes de los trabajadores activos, jubilados y la participación del Estado.

El rol de los trabajadores jubilados

Los trabajadores son los productores de la totalidad de la riqueza material, intelectual, cultural, que pertenece a toda la Sociedad. De la riqueza total producida por los trabajadores en el sistema capitalista, el poder dominante del capital se apropia de su ganancia y deriva una parte para cubrir las necesidades del Estado, al que asignan el Poder formal para la administración política eficiente, para el aseguramiento de sus ganancias. Con diferencias en cada país,de acuerdo a los sectores hegemónicos de la burguesía que administran el Estado.
Con esta concepción, con la imposición de las leyes previsionales vigentes en nuestro país, cuando el trabajador se jubila y deja de ser fuerza de trabajo manual, intelectual o mercancía para la producción de plusvalía, es transferido a los poderes del Estado para su sobrevivencia. Luego de haber aportado durante 30 a 40 años un salario o ingreso diferido para tener en la vejez una jubilación acorde con ese salario o ingreso, los jubilados, sometidos a estas leyes, constituyen un eslabón en el sistema de explotación capitalista. Por ello, el rol de los trabajadores jubilados, debe ser fundamentalmente en los propios sindicatos y organizaciones donde protagonizaron las luchas por el salario, convenciones colectivas, la solidaridad con el conjunto de trabajadores, incorporando la defensa de sus intereses y de los futuros jubilados.

La realidad actual y las perspectivas

Más del 80% de los jubilados y pensionados nacionales reciben un haber jubilatorio inferior a la Canasta Básica de un adulto mayor. De ellos más del 60% reciben una jubilación inferior al insuficiente Salario Mínimo, Vital y Móvil. El INSSJyP “PAMI”, la Obra Social de los jubilados, sigue intervenida y en un un creciente deterioro. No hay viviendas en comodato para situaciones graves producidas por los aumentos inflacionarios. Para cada uno de éstos y para cada necesidad hemos presentado proyectos de leyes y propuestas para su implementación, que difundimos en los comunicados semanales, con las acciones cotidianas, en los miércoles de los jubilados.
En la realidad objetiva de la crisis global del Sistema capitalista, las perspectivas de la Seguridad Social y, en particular, la Previsión Social, está sufriendo, a nivel internacional, los ajustes que se descargan sobre el conjunto de los trabajadores activos y jubilados, con la magnitud de acuerdo a la combatividad y correlación de fuerzas en cada país. La única y verdadera perspectiva, como la experiencia histórica nos ha demostrado, está en las luchas, su coordinación y organización.
Lucha, organización y una contraofensiva ideológica y cultural, para hacer realidad nuestras propuestas, que son necesarias porque son posibles
Se hace imprescindible una verdadera batalla ideológica y cultural. Desde las esferas del poder económico y gubernamental se instala la tesis de la inviabilidad del 82% móvil y del otorgamiento urgente de un aumento de emergencia, con el argumento de la desfinanciación del sistema jubilatorio, sin someterlo a un profundo debate que permitiría demostrar esta falacia, que tiene otros objetivos.
Es una labor ideológica, utilizando Centros de jubilados y organizaciones afines como mediadores con la masa de jubilados y pensionados con el objetivo de generar conformismo, resignación, posibilismo, para lograr pasividad en la etapa de la vida que debiera ser de jubileo, y no de subsistencia bajo límites de pobreza. Lo que no se dice, y forma parte de una necesaria contraofensiva ideológica y cultural es que quienes aportamos durante toda nuestra vida activa a un fondo que hoy es la caja más importante que maneja el Poder Ejecutivo a través de la ANSES, es utilizado para cubrir necesidades presupuestarias como el pago de cuotas e intereses de deuda externa y otros requerimientos, cuya contraprestación, en lo fundamental, son inversiones en títulos públicos, convirtiendo a la ANSES en uno de los organismos de mayor deuda pública del Estado, cuando la prioridad debiera ser resolver la situación por la que atraviesan la inmensa mayoría de los jubilados.
Es imprescindible para ello, la creación de un Instituto Nacional de Previsión Social, para la dirección y administración de los aportes de los trabajadores provenientes de sus salarios o ingresos, las contribuciones patronales y del Estado como responsable de la Seguridad Social, para el pago exclusivamente de jubilaciones y pensiones, una entidad pública no estatal, dirigida por sus beneficiarios, los trabajadores activos y jubilados, que son quienes aportan mensualmente para su sostenimiento. y participación del Estado.
Que los importantes fondos existentes deben ser incrementados con los ingresos de aportes y contribuciones del trabajo de más de un tercio de la Población Económicamente Activa no registrado, del restablecimiento de la totalidad de las contribuciones patronales, disminuídas por Menem-Cavallo y que siguen vigentes, que ambas aumentan aún mas las extraordinarias ganancias de los grandes grupos económicos y que es responsabilidad del Gobierno resolver. A la vez, incrementos con ingresos provenientes de una profunda reforma tributaria para gravar las transacciones financieras e impuestos directos a las grandes ganancias y fortunas, entre otras medidas, que pongan el objetivo en el sujeto, los jubilados y pensionados.
A la teoría de la resignación y posibilismo le debemos responder con mayor unidad, movilización, organización y una profunda labor ideológica, A la teoría del aislamiento de los jubilados con los trabajadores activos, respondemos con la concepción clasista de Sindicatos y Central de trabajadores que incluyen en su plataforma las reivindicaciones propias y de todo el pueblo trabajador, organizando en su seno a los jubilados. A la teoría que distribución del ingreso es entre los menos pobres a los más pobres, como la vigencia del impuesto a las ganancias sobre salarios y jubilaciones. Como lo producido con las necesarias aunque insuficientes aumentos otorgados a la jubilación mínima, que fue cubierta en parte con el achatamiento de las escalas, que conduce a convertir la jubilación en un “subsidio a la vejez”. Como la implementación de las necesarias moratorias previsionales con fondos del ANSES sin tocar los intereses de los grandes grupos económicos, respondemos con la necesidad de la distribución de la riqueza.

Lucha reivindicativa y construcción de alternativa política de poder popular

La lucha de la clase obrera por las reivindicaciones del pueblo trabajador, que incluye a los trabajadores jubilados, está indisolublemente ligada a la lucha por elevar la conciencia en la necesidad de una alternativa política de Poder popular. Como fue resuelto en Congresos de la CTA, a partir de una Constituyente Social, la construcción de un Movimiento político, social y cultural de liberación, de contenido antiimperialista, anticapitalista y socialista. Actualizar, desarrollar, profundizar este proyecto político estratégico es la esencia de la existencia de una CTA clasista, autónoma de los patrones, de los Gobiernos y Partidos Políticos. Una fuerza política surgida desde los movimientos reales de la clase obrera y sectores populares, un ámbito de acumulación de cada lucha parcial económica, social, política, electoral.
En las condiciones actuales de una profunda crisis del sistema capitalista, se acentúa la agresividad político militar del imperialismo en el mundo, y en particular en nuestra América latina, con acciones políticas, económicas, militares y lograr el aislamiento, para destruir individualmente los procesos revolucionarios. Crece nuestra responsabilidad en la construcción de la fuerza política estratégica, para una Argentina integrada con los pueblos y Gobiernos de Cuba socialista, y con diversos proyectos anticapitalistas y socialistas como Bolivia, Venezuela, Ecuador, que conforman La Alternativa Bolivariana de los pueblos de Latinoamérica y el Caribe ALBA que abrieron este camino en nuestra América Latina.

Marcos Wolman

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